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Día del mar 2000

En febrero del  2000, los ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile, Javier Murillo de la Rocha y Juan Gabriel Valdéz, respectivamente se reunieron en Algarve ( Portugal ) donde resolvieron conformar una agenda de trabajo que incorpore todas las cuestiones esenciales de la relación bilateral "sin exclusión alguna " que también fue conocida como La agenda sin exclusiones. A partir de esa reunión hubo tres encuentros políticos al más alto nivel entre los presidentes de Bolivia y Chile

A partir de dicha agenda se organizaron tres encuentros políticos al mas alto nivel entre  los mandatarios de Bolivia y Chile, en Brasilia, en Panamá en septiembre y noviembre de 2000 y en Quebec en abril de 2001

Cronologia de la guerra del Acre

Hasta principios del siglo XX el territorio del Acre, actual estado del Acre ( en Brasil ) pertenecia a Bolivia

  • En 1877 se intensifico la migración ilegal de brasilenos al entonces territorio bolivia por efecto de una sequia 
  • En 1898 la Comisión Demarcadora de Límites favorecio a Brasil con más adquisiciones territoriales a expensas de Bolivia
  • En 1899  los bolivianos intentaron asegurar el control de la zona fundando como capital administrativo a Puerto Alonzo
  • En 1899 se habia producido un importante avance de colonizadores brasilenos que ocuparon el área de los rios Purús y el Acre al sur de la línea de fronteras por la citada inmigración
  • Con el proposito de remediar la ausencia de residentes bolivianos en enero de 1899 se creo la aduana de Puerto Alonzo
  • El poco tiempo que pudo funcionar la aduana produjo ingresoso interesantes para el fisco, pero Puerto Alonzo se convirtio en el centro político y militar de los conflictos, esta desición boliviana provocó la molestia del Estado brasileno
  • La región del Acre poseia ricos yacimientos auriferos, abundancia de recursos madereros y lo más importante: el arbol del caucho que a finales del siglo XIX y casi mediados del siglo XX fue vital en la industria del automovil y la fabricación de ruedas y otros y no fue fabricada sino hasta la Segunda Guerra Mundial
  • En 1899 los habitantes del Acre que apoyaban la posición brasilena se organizaron politica y militarmente, ocuparon Puerto Alonzo y destituyeron violentamente a las autoridades bolivianas
  • La guerra se dividio en dos periodos o campanas: El primero comienza en 1899 con la intimación de los brasilenos para abandonar Puerto Alonzo hasta la reincorporación del Acre nuevamente a Bolivia: El segundo se inicia en 1902 y termina en abril de 1903 con la firma del Modus Vivendi
  • El Modus Vivendi fue firmado con el Brasil el 21 de Marzo de 1903 y como primera acción las tropas del presidente José Manuel Pando que habian acudido al Acre regresaban a La Paz. El Modus Vivendi era de caracter provisional puesto que el 17 de noviembre de 1904 se firmo el tratado de Petrópolis
  • Por el Tratado de Petropólis Bolivia cedio una superficie aproximada de 191.000 kilometros cuadrados ( casi la totalidad del actual estado del Acre) a Brasil. En 1977 por el Tratado de Paz y Amistad o Tratado de Ayacucho Bolivia ya habia cedido otros 164.242 kilometros cuadrados de la región que fueron anexados por Brasil ( estado de Amazonas )

La ‘ política boliviana ’ de Chile desde la Guerra del Pacífico hasta 1900

Nota de prensa que salio publicada en el periodico La Razón el día viernes 23 de marzo de 2018 en la sección Dia del mar

El Gobierno chileno envió, con Gabriel René Moreno y Luis Salinas Vega, las “bases chilenas” para un acuerdo con Bolivia, mediante el cual Bolivia renunciaría a la provincia de Atacama a cambio de asegurarse Arica como su puerto natural de conexión con el océano Pacífico.

Fernando Cajías de la Vega

A corto tiempo de la toma de Antofagasta y del resto del departamento del Litoral boliviano y a poco de la declaratoria de Guerra con el Perú y Bolivia, al ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Domingo Santa María, se inició la denominada “política boliviana”, llevada a cabo por la diplomacia chilena con el propósito de lograr la alianza con Bolivia, a costa del Perú.

Como afirma el historiador chileno José Miguel Concha —en su libro La política boliviana: iniciativas del Ejecutivo chileno para una alianza estratégica en Bolivia publicado en 2011— la “política boliviana” tenía dos objetivos: “neutralizar a toda costa una eventual participación de la Argentina en la lucha armada y establecer canales diplomáticos con Bolivia para lograr su marginación de la guerra” y así centrar la lucha armada solo contra el Perú.

Vista del puerto de Antofagasta a inicios del siglo XIX
Luego de una serie de conversaciones secretas, el Gobierno chileno envió, con Gabriel René Moreno y Luis Salinas Vega, las “bases chilenas” para un acuerdo con Bolivia, mediante el cual Bolivia renunciaría a la provincia de Atacama a cambio de asegurarse Arica como su puerto natural de conexión con el océano Pacífico.

Como es de amplio conocimiento, las reuniones con el presidente boliviano Hilarión Daza se realizaron en mayo de 1879 en Arica y el resultado fue un fracaso porque Daza se negó a romper la alianza con el Perú, hizo públicas las bases chilenas acusando al Gobierno chileno.

Más allá del practicismo de Santa María, lo importante es destacar que en plena Guerra del Pacífico autoridades chilenas se dieron cuenta que dejar a Bolivia sin acceso al mar era injusto y ocasionaría conflictos posteriores.

Por eso es necesario recordar fragmentos de las cartas de Santa María y Rafael Sotomayor, transcritas tanto por autores bolivianos como por autores chilenos. A continuación la transcripción de la carta de Santa María a Rafael Sotomayor, ministro de Guerra, de 8 de diciembre de 1879: “(…) El único medio que habría de evitar este serio inconveniente, la prolongación de la lucha en Tarapacá, sería interponer a Bolivia entre el Perú y nosotros, cediendo a la primera Moquegua y Tacna. Así habría un muro que nos defendería del Perú y nos dejaría tranquilos en Tarapacá (…). No olvidemos por un instante que no podemos ahogar a Bolivia.

Privada de Antofagasta y de todo el litoral que antes poseía hasta el Loa, debemos proporcionarle por alguna parte un puerto suyo, una puerta de calle, que le permita entrar al interior sin zozobra, sin pedir venia. No podemos ni debemos matar a Bolivia. Al contrario debemos sustentar su personalidad como el más seguro arbitrio de mantener la debilidad del Perú”. (La misiva fue publicada por el historiador Concha en el libro anteriormente citado).

La transcripción de la otra carta de Justiniano Sotomayor enviada al presidente Hilarión Daza se detalla en el pergamino que se adjunta a este artículo. En ese sentido, las cartas de Sotomayor fueron publicadas por el historiador boliviano Roberto Querejazu y revelan el reconocimiento del Gobierno chileno de que Bolivia tenga un puerto de acceso al océano Pacífico.

Después de la guerra, el gobierno de Santa María abandonó la “política boliviana”, animado por el éxito del Tratado de Ancón con el Perú y las buenas relaciones con la Argentina, ya no buscó una solución con Bolivia asegurándolo como futuro aliado, sino soluciones más radicales de presión militar para obligarle a firmar el pacto de tregua. Este pacto fue suscrito bajo la presión de que se reanuden las hostilidades.

Pese a los esfuerzos de los enviados bolivianos, Belisario Boeto y Belisario Salinas, para asegurar un puerto para Bolivia, la Cancillería chilena negó esa posibilidad.El proceso de negociación del pacto dejó en claro dos posiciones irreconciliables que persisten hasta la actualidad. Bolivia reclama su derecho a tener un acceso soberano al Pacífico y Chile se la niega aduciendo que no puede interrumpir su territorio ni disponer sobre el territorio anteriormente peruano, aunque sobre esto último se dieron cambios muy importantes en los años 1895, 1920, 1926, 1950 y 1975.

La soberbia chilena con la que concluyó la década de los ochentas terminó a consecuencia de la crisis política en Chile que desencadenó la Guerra Civil en Chile de 1891 y por el acercamiento de Bolivia con Argentina que desembocó en el Tratado de Límites por el cual Bolivia cedía la Puna de Atacama a cambio de mantener Tarija. Durante la Guerra Civil, la Junta de Iquique buscó un acercamiento con Bolivia a cambio de la provisión de armamento.

La Junta de Iquique envió a Sucre a Juan Gonzalo Matta para comprar armamento; el Gobierno de Arce propuso que a cambio se prometa un puerto para Bolivia, a lo que la junta se negó, así que no hubo ni armas, ni puerto, pero quedó un camino abierto para que el Gobierno chileno retorne a “la política boliviana”.

En el gobierno de Jorge Montt (1891–1896), la denominada “política boliviana” de la Cancillería chilena resurgió y nuevamente para ello tuvieron que ver las relaciones con la Argentina. Las relaciones entre Chile y Argentina, cordiales durante el gobierno de Balmaceda, entraron en una profunda tensión debido a un nuevo viraje de la posición argentina, al mando del canciller Estanislao Zeballos, respecto a cómo solucionar los problemas pendientes con Chile, llegando a plantear incluso posiciones belicistas para detener el “expansionismo chileno”.

En contrapartida, las relaciones entre la Argentina y el Gobierno boliviano, encabezado por Mariano Baptista, fueron óptimas hasta llegar a un Tratado de Límites en el que ambos países salieron ganando. Como los propios historiadores chilenos lo reconocen, el hecho de que la diplomacia chilena retome la estrategia de un acercamiento a Bolivia, estaba íntimamente relacionado con el peligro que significaba una guerra con Argentina, teniendo a Bolivia como aliado, conocida la propuesta del Gobierno argentino de una salida libre por el Atlántico.

Así el Gobierno chileno instruyó a su ministro Plenipotenciario en Bolivia, Juan Gonzalo Matta, iniciar conversaciones para lograr un Tratado de Paz definitivo sobre la base de la cesión de Bolivia de su provincia del Litoral a cambio de que Chile le transfiera un puerto al Pacífico con el fin de solucionar su mediterraneidad.

Las negociaciones no fueron fáciles, duraron tres años, muchas razones de detalle, pero sobre todo, las dificultades de decisión política en ambos países. En Chile, los constantes cambios de ministros; en Bolivia, la oposición liberal, la influencia Argentina, la fidelidad a la alianza con Perú influyeron para las constantes dilaciones. Finalmente, el 18 de mayo de 1895 se suscribieron en Santiago tres tratados, uno de paz, uno de transferencia de territorios y otro de comercio.

Lo más importante de los tratados citados, en función de la política actual boliviana, es el reconocimiento oficial de Chile del derecho y la necesidad de Bolivia de tener un libre acceso al mar, manifestado en el preámbulo del Tratado de Transferencia de Territorios con “el propósito de estrechar cada vez más los vínculos de amistad que unen a los dos países y de acuerdo con que es una necesidad superior, el futuro desarrollo y prosperidad comercial de Bolivia requiere su libre acceso al mar”. No sin dificultades, los gobiernos de Chile y Bolivia, mediante sus respectivos congresos, ratificaron los tratados y canjes en abril de 1896, pero no entró en vigor por la no aprobación de los protocolos complementarios.

Lo importante de recordarlos es que en esa ocasión el Gobierno chileno reconoció la necesidad de no dejar a Bolivia sin puerto propio. Luego, los gobiernos chileno y argentino lograron solucionar su conflicto y a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX la política chilena cambió completamente y, aprovechando la situación interna y externa que vivía Bolivia, lo obligó a firmar el Tratado de 1904, descartando la posibilidad de otorgarle un puerto propio. Pero, como ya habían previsto las mismas autoridades chilenas, condenar a Bolivia a un perpetuo enclaustramiento no garantizaba una verdadera paz en el continente y se convertiría en una fuente de perpetua controversia. Por eso varios gobiernos chilenos posteriores aceptaron buscar soluciones para otorgar a Bolivia un puerto propio.

CUMBIA Bolivia dijo no te vayas Evo

El presidente de Bolivia saca una canción que dice " Bolivia dijo no ... te vayas "en cara a las elecciones de 2019

Fuente; https://www.youtube.com/watch?v=RzbYWonFtDI


La historia del mar: Gas por mar

Entre 1999 y 2003 se explora la tesis de gas por mar, un enclave para Bolivia cerca de Mejillones para exportar gas, el plan solo tenia el sustento del negocio en favor de las petroleras

La historia del mar: Agua dulce

Entre 1947 y 1950 los gobiernos de Bolivia y Chile negocian una salida por un corredor al norte de Arica. Chile pide usar las aguas del Titicaca. El plan fracaso por el rechazo del Perú

Capítulo 10 - Tejedoras

Videos hechos pr cerveza Huari  para NatGeo

Último Capítulo de #OrígenesHuari. Descubre un oficio de origen que está en riesgo de desaparecer. #Huari National Geographic

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=6ogAm3Ewu6c

La jugosa historia de la salteña

Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete en la revista Miradas el día domingo 17 de Septiembre de 2017 en las páginas 6, 7, 8 y 9

Juan José Toro Montoya*

Tiene que ser jugosa. La empanada boliviana, más conocida como salteña, lleva tres ingredientes que la diferencian de las del resto del mundo: caldo, ají y papa.

Dos jovenes disfrutan de una saltena tipicamente potosina
 El origen potosino de la salteña cobró notoriedad este año, reivindicado incluso por el alcalde de Potosí, Williams Cervantes, en un acto público realizado en La Paz. La razón fue la socialización de una ley municipal por la que la Alcaldía de la sede de Gobierno declaraba patrimonio intangible de ese municipio a la salteña, junto a otras 21 comidas.

La ley fue promulgada el 11 de octubre de 2012 pero se difundió recién en 2017. La indignación de los potosinos fue tal que hasta se constituyó un comité de defensa del patrimonio en el que participan representantes de la sociedad civil.

La polémica dio lugar a un debate no sólo sobre el origen de la salteña sino también su denominación. Los argumentos simplistas, pero errados, llegaron a señalar que, al ser salteña, seguramente se originó en Salta, Argentina.

LOS ORÍGENES

Las empanadas listas para entrar al horno
El criterio generalizado es que esta empanada tiene origen árabe y se habría diseminado por parte de Europa y el norte de África durante la ocupación musulmana. Desde luego, los españoles no están de acuerdo. La península ibérica fue conquistada por los musulmanes en 711 y su ocupación se extendió hasta 1492, así que a ellos no les hace gracia que se les diga que algunas de sus comidas tienen origen árabe.

Sin reparar en el detalle de su origen, lo cierto y evidente es que la empanada llegó a América en los galeones de los conquistadores junto con buena parte de la cocina medieval española de los siglos XIV y XV. Los españoles trajeron su comida pero ésta no fue disfrutada por todos los pobladores de América ya que, como todo lo demás, se ciñó a la estratificación social de la época.

"El rol de representación de la comida, como símbolo de estatus y riqueza sirvió para la vida social de banquetes, celebraciones y saraos, imagen de las élites hispanas de las grandes capitales coloniales de América”, dice la historiadora e investigadora Beatriz Rossells en el libro La gastronomía en Potosí y Charcas siglos XVIII, XIX y XX.

Una autentica saltena debe llevar caldo, aji y papa
La comida llegó en las bodegas, como alimento de los ocupantes de las embarcaciones, pero también sirvió para quienes se establecían en las colonias. Desde luego que la principal fuente de sustento de los conquistadores era la comida que existía en América, pero el inevitable mestizaje determinó que tanto la de allá llegue a estas tierras, como que la existente aquí sea llevada a Europa.

Debido a su peso económico, la ciudad americana que más se benefició con la llegada de alimentos y recetarios europeos fue Potosí, "la portentosa ciudad cosmopolita de los 160.000 habitantes según el censo de 1611, donde confluían no sólo españoles, sino también italianos, franceses, portugueses, griegos, turcos, además de los indígenas, negros e incluso asiáticos.

"Era, pues, una de las ciudades más pobladas del mundo y la más importante de América por la explotación minera, fuente de inmensa riqueza”, apunta Rossells que agrega que "no hay duda de que los españoles trajeron la empanada a todas las colonias americanas. De allí, la empanada existe en Hispanoamérica, en casi todos los países también con las variantes propias”.

LA SALTEÑA Y LAS SALTEÑAS

El mayor tradicionalista de Bolivia, Antonio Paredes Candia, popularizó una tradición sobre el origen de la salteña que aún hoy se atribuye a una de las mayores figuras de las letras argentinas del siglo XIX, Juana Manuela Gorriti.

Huyendo de la dictadura de Rosas, la familia Gorriti dejó su Salta natal e ingresó a Bolivia por Potosí. Para sobrevivir, las Gorriti -la madre, doña Feliciana; y las hijas, Carmen y Juana Manuela- se dedicaban a vender empanadas con una receta propia de Salta. No queda claro si esa venta fue en Potosí, donde la familia de exiliados permaneció un tiempo, o en Sucre, a donde se fueron por ser la capital.

Sin importar dónde fue que las Gorriti vendían sus empanadas, la tradición rescatada por Paredes Candia dice que fue en esos afanes que Juana Manuela conoció a dos jóvenes y apuestos oficiales del ejército boliviano, José Ballivián y Manuel Isidoro Belzu.

Se casó con Belzu, con quien tuvo dos hijas, Edelmira y Mercedes, pero su supuesta relación extramatrimonial con Ballivián fue tomando cuerpo a medida que los historiadores se ocuparon de ella. Como se sabe, ambos fueron presidentes de Bolivia y conspiraron el uno contra el otro.

A don Antonio le gustaba contar que todo aquel lío se inició con las empanadas que las Gorriti, oriundas de Salta, ponían a la venta, ya sea en Potosí o en Sucre, con el fin de procurarse el sustento en sus primeros meses de exilio.

"La salteña es la empanada de la infidelidad. Si no lo crees, nada más fíjate en su forma”, decía, sonriendo, mientras se comía una en su puesto de venta de libros que instalaba en el Boulevard cada vez que visitaba Potosí.

La gente que las compraba decía que aquellas eran las empanadas de las salteñas así que el gentilicio acabó dándole nombre al alimento.

Hasta ahora, y por el innegable peso de su autor, la versión de Paredes Candia tiene amplia aceptación, pero tanto Rossells como Rocha la ponen en duda. "Se dice que quien trajo la salteña fue la esposa de Belzu, Juana Manuela Gorriti, pero basta ver su Cocina ecléctica en Google para comprobar que allí no hay receta alguna de empanada que se parezca a la salteña”, dice el autor de Crítica de la Sazón Pura.

"En ninguna de las tres recetas del libro de Gorriti, procedentes de Argentina están el ají y la papa (los componentes específicos y esenciales de la empanada boliviana). Más aún, las empanadas del recetario de Gorriti no tienen nada que ver con las empanadas bolivianas”, subraya Beatriz.

Ante semejante evidencia, y pidiendo disculpas a la memoria de don Antonio, no queda más que descartar la versión de que Juana Manuel Gorriti inventó la salteña y, por eso mismo, tampoco puede ser considerada "la empanada de la infidelidad”.

Eso sí… resulta innegable que el gentilicio salteña, que corresponde a las nacidas en Salta, se convirtió en el denominativo y hasta en el nombre propio de la empanada de caldo aunque es preciso hacer notar que el bautizo es republicano y, por lo tanto, tardío.

Otra versión sobre el origen de la salteña es la del historiador Wálter Zavala, quien afirma que, alrededor de 1830, doña Corina Pueyrredón, oriunda de Salta, solía vender empanadas de caldo en Potosí y la gente que las compraba decía que estas eran de la salteña. Así, por asociación de ideas, la empanada fue rebautizada y conocida desde entonces con ese segundo nombre que, al convertirse en apelativo, dejó de ser gentilicio.

PAPELES CANTAN

En el caso que nos ocupa, la empanada boliviana que se conoce como salteña tiene un documento original, un manuscrito que prueba que ese alimento ya era conocido y preparado en Potosí en 1776.

Se trata del Libro de cocina de doña Josepha de Escurrechea que está en poder de Beatriz Rossells y es una de las fuentes del libro La gastronomía en Potosí y Charcas.

La investigadora añade dos afirmaciones que son claves para el presente trabajo: "Este es el único recetario colonial encontrado en Bolivia y en toda la región. Y, en él, la empanada ocupa un espacio notable”.

No existe, entonces, un documento similar. El recetario de 1776 es el más antiguo existente en el país y con él se demuestra que la empanada de caldo ya se conocía en Potosí en ese año y lo que hizo doña Josepha, además de cocinarla, fue incluir su receta que, de esa manera, se conserva hasta nuestros días.

"En estas recetas precisamente, se menciona los diferentes rellenos de carne o pescado, con añadidos dulces. Y la forma de cocción, al horno o fritas”, aclara la autora.

El recetario proporciona el dato cierto de un año, pero no significa un inicio ya que es lógico suponer que los pastelillos, empanadas y empanadas flamencas modificadas por manos e ingredientes potosinos se conocían con anterioridad y lo único que hizo la autora del manuscrito es transcribir la receta.

"El aporte indudable de la mano potosina a las recetas son las papas y el ají, ingredientes americanos que no se usaban antes en la comida europea -apunta Beatriz-.

Doña Josepha menciona ambos ingredientes en otros platos que se van "americanizando” en su recetario. Además del uso de la carne y la mención a la masa repulgada. Por estos usos tan específicamente establecidos, resulta claro este origen -siendo el único documento existente- que fue en esta ciudad (Potosí) donde se inició y consolidó la preparación de las famosas salteñas, ya con el añadido esencial de la papa y el ají”.

* Este artículo es un resumen de la investigación Una jugosa historia: la empanada potosina que los bolivianos insisten en señalar como salteña, del autor.


Los Nicolases

Los chef de Potosí que se ocuparon del tema creen que la transformación de la empanada española se produjo antes de 1640, año en el que, según el tradicionista Ricardo Palma, se registró en la Villa Imperial “tan notable cambio en la temperatura que solo desde entonces han podido los vecinos cultivar jardinillos que, por vergonzantes que sean, hojitas verdes ostentan”.

Debido a su altitud y ubicación geográfica, Potosí es una ciudad fría pero, según se refiere en las crónicas, lo era todavía más en tiempos coloniales. Palma afirma que “hasta 1584, párvulos (mestizos o de pura sangre española) nacidos en Potosí eran ángeles al cielo. No había memoria de que ningún niño hubiese llegado a la época de la dentición. El frío mató más inocentes que el rey de la degollina”.

Y en medio de los españoles que extremaban esfuerzos para que los hijos no se les murieran estaba la pareja formada por el capitán castellano Francisco Flores y su esposa, Leonor de Guzmán. “Tuvieron seis hijos, mas ninguno les vivió, porque aunque doña Leonor se iba a parir a los valles y criarlos, volvía a esta Villa a que el cruel frío se los matase”, refiere el cronista mayor de Potosí, Bartholomé Arsanz de Orsúa y Vela. Aconsejada por el prior del convento de San Agustín, Diego de Castro, doña Leonor encomendó su séptimo embarazo a San Nicolás de Tolentino y “el día de la Natividad del Señor parió un niño muy hermoso. Pusiéronle por nombre Nicolás, vivió y fue el primero que se logró de los que en Potosí nacieron”.

Hacia 1584, buena parte de la cocina española ya se había establecido en Potosí y el chef Francisco Aguirre afirma que las mujeres peninsulares que vivían en la Villa comenzaron a cambiar las recetas, motivadas particularmente por el frío.

“La salteña, que en realidad debería llamarse ‘empanada boliviana’, seguramente se inventó en clima frío; es decir, en Potosí, porque tienen un añadido que ninguna versión de empanada tiene: la gelatina de patas, en el exterior se sustituye con colapiz, y que se derrite con el jigote y forma el caldo”, señala Ramón Rocha Monrroy, autor de “Potosí 1600” y “Crítica de la sazón pura”.

El escritor agrega que “en (el diario) La Razón se publicó una entrevista a un chef (Aguirre) quien luego de ‘minuciosas’ investigaciones, llegó a determinar que la inventora de la salteña era Leonor Guzmán de Flores, cuando esta es la ilustre esposa de un azoguero potosino y madre de Nicolás Flores. Su historia está en el pasaje de los 40 Nicolases, de Bartolomé Arsanz”.

La versión apunta a que, en medio de sus múltiples esfuerzos por combatir el frío, doña Leonor de Guzmán habría alterado la receta de una empanada española, muy probablemente la flamenca, a la que agregó jugo y picante.

Rossells, empero, cuestiona esta versión porque “las mujeres peninsulares de toda América fueron cambiando las comidas adoptando los productos indígenas y viceversa, no motivadas por el frío sino por la existencia contundente de los productos americanos que empezaron a parecerles sabrosos”. Como cualquier otro investigador serio, ella considera que solo una prueba irrefutable, como el recetario de doña Josepha de Escurrechea, puede dar fe del origen de la mal llamada 'salteña'.

Esta es mi Bolivia

Esta es mi Bolivia


Historia de la inmigración italiana a Bolivia

Con el titulo de italianos, los primeros que llegaron a Bolivia

Llegaron al pais a poner el hombro y fundaron prosperos negocios. Hoy las familias de aquellos pioneros que se asentaron en La Paz rescatan el candor de sus historias

Historia escrita por Mauricio Belmonte, las fotos son gentileza de los descendientes de las familias

Ludovico Galoppo llego en 1904 a Oruro desde Biella, su ciudad natal, Hoy su sombrero borsalino es un referente de calidad y coqueteria. Igual fue de destacada la labor de la familia Forno, cuya fábrica textil que abastecía a las tiendas más selectas llego incluso a hacerse cargo de la indumentaria del ejército

Dante Salvietti por su aprte abrio La Italiana, una prospera fábrica de gaseosas, jarabes y vinos

Pero no fueron los únicos que llegaron a nuestro pais  de Italia. Constructores, empresarios, zapateros, fotografos y panaderos encontraron trabajo y un destino a 3600 metros sobre el nivel del mar

Las fotos de los Gismondi

En un viejo edificio de la tan concurrida calle Comercio, rodeado de almacenes comerciales, peatones, bullangueros charlatanes y vendedores, se encuentra el mítico estudio de fotografia de la senora Graciela Gismondi quien lo heredó hace tiempo de su padre

varias fotos en el mostrador, en las paredes viejas, en la puerta y en el aviso de la entrada conducen conducen havia las pequenas salas donde hace mas de medio siglo Luis Gismondi se sumergia constantemente para rescatar los paisajes de sus largos y extenuantes paseos en Bolivia

"Mi abuelo vino a Bolivia en 1907. Su familia se habia establecido en Arequipa y él y sus 13 hermanos estaban preparados para desenvolverse en distintas actividades. De todos ellos, dos se dedicaron a la fotografia. Uno se formó en La Paz ( su abuelo ) y el otro partio rumbo a Lima. Mi abuelo vio que en Bolivia habia mucho movimiento por las actividades mineras. El apogeo era grande. Graciela agita nerviosa las manos cuando retoma  los pasos de su querido abuelo Luis

Luis Gismondi en seguida se relaciono con los integrantes de la colonia italiana y tuvo la posibilidad de hacer trabajos exclusivos para algunos de los presidentes bolivianos. Esto hizo que tuviera un rose social importante, resalta con orgullo su nieta cada vez que mira la fotografia de su "monno ""

Todo lo que  regitra la lente de la cámara quedaba plasmado en la memoria y el alma de aquel italiano que supo difundir a traves de sus fotos, imágene sy paisajes totalmente desconocidos para muchos. Valles y altiplano, sonrisa y melancolia aymara, nevados y rios, caidas de agua y urbanismo incipiente son su legado tras anos de trabajo y recorrido fotografico

Era errante, tomaba fotos de toda indole, sus tomas se vendieroin en muchos sitios. Le gustaba retratar la mendicidad, la vestimenta, los aguayos... en fin, era un hombre que amaba la fotografia, continua hablando la señora Gismondi

Alfonso Gismondi, ya boliviano de nacimiento, fue un fotografo tan apasionado como su padre, Asi, no dudo en continuar con el negocio familiar . Al igual que don Luis, supo hacer las cosas con entusiasmo y ganarse el aprecio de la gente. Su lente se inclino por los rostros en blanco y negro. Su éxito fue tan grande que venian a su  estudio mujeres de Santa Cruz y del Beni unicamente para retratarse

De esta forma, difundiendo rostros, caminos, edificios y paisajes Los Gismondi también han quedado registrados en ese album tan familiar que  es la sociedad pacena

Los Lupo, cuna de empresarios

El azul del cielo contrastaba en 1880 con las aguas ocres de la ribera argentina. Era toda una estampa, pero la imagen iba a la par de la tragedia. En los puertos miles de familias italianas huian del facismo en busca de una nueva oportunidad d vida, est es el caso de la familia Lupo que al final termino dando con sus huesos en Bolivia

El primero en llegar fue pascual Lupo, su vieje le llevo desde Acerno a Buenos Aires y en 1887 despues de pasar por varios trabajos en la capital argentina emprendio camino hacia nuestra tierra a lomos de una mula, su travesia duró 38 días y Pascual pasó los primeros tres anos viviendo en varios lugares: Sucre. Oruro y Santa Cruz

omenzando el siglo, en 1900 llegó a La Paz donde comenzó trabajando de picapedrero en la Catedral. Pascual no tardo mucho  en convertirse en contratista de obras

Ya con ese cargo participó en la cosntrucción  del puente Ayacucho y en la del dique Transversal del rio La Paz, obra de gran envergadura

De a poco, Pascual se vinculo con la sociedad Pacena, senala su nieto Javier Lupo, esto le permitio tener una stuación estable y no trado en llamar a sus hijos en Italia

Alfonso Lupo Capetta, entonces ingeniero eléctrico de 23 anos fue el primero en acudir a su llamado. Alfonso era mas italiano que nadie y no podia decir ni si en castellano, llego como un inmigrante mas, sin aprovecharse de las supuestas influencias de su padre

Su primer trabajo fue en el Servicio de Teléfonos de la ciudad, cuando comenzo la Central contaba con solo 100 números y una guia d dos páginas, su trayectoria fue impecable, terminó siendo gerente y responsable de la empresa cuando esta contaba ya con soo 2000 líneas y tenia relaciones com empresas de importancia como el famoso consorcio Patino Mines

De la union de Slfonso Lupo y Graciela gamarra nacieron cuatro saludables ninos: Rosario, carlos, Gastón y Javier, como mandan los canones en Italia, se consolido asi una extensa  descendencia que vino acompanada además de unos estrechos vinculos familiares

Y el éxito sigo a su lado. algunos de ellos han sido incluso importantes personajes , es el caso de Jose Luis ministro o Gastón que ha llegado a comandante de las Fuerzas Armadas, con todo, el mayor logro de todos no tiene que ver con sus carreras, pues aquel italiano que llego de Buenos Aires les dejó el mejor tesoro: la unión familiar

Familia Figliozzi, la marraqueta

En plena esquina de la montes con la calle Uruguay se levanta una cosntrucción gris rodeada de arboloes anejos. Bajo el umbral del edificio una tenue luz deja observar una hilera de escaleras que trepan hasta un departamento. es el hogar de Domingo Figliozzi Linale, un curioso viejito que también tiene su pasado ligado a Italia

Domingo Figliozzi, cigarrillo en mano, abre las puertas de su hogar para desenpolvar con su presencia el recuerdo familiar

Domingo es boliviano de nacimiento pero italiano por parte de padre y madre y no oculta su emoción al acordarse de las historias que le contaban sus progenitores, especialmente aquellas que salian de los labios de su padre Luis

"Luis llego a Bolivia a través de la Argentina. Vino con sus hermanos: Ettore, Giovanni, Giuseppe y Pia"Domingo acom[ana el relato descolgando una fotografia en blanco y negro donde una pareja se muestra rebosante de felicidad. Domingo contiene las lágrimas a duras penas. Los de las fotos son sus padres, posando en el día tan escogido de su enlace matrimonial

Mi madre murio bastante joven, yo era muy pequeno en ese entonces. Lo que si recuerdo es que luego mi papá me mandó directo para Italia donde pude comenzar mis estudios primarios

pero retornemos al comienzo de la historia. Los hermanos Figliozzi iniciaron sus labores comerciales en 1916 con la apertura de un almacen muy bien abastecido llamado Provisiones y Abarrotes Figliozzi Hermanos ubicado en la desaparecida calle Recreo

Dedicado de pleno a sus negocios, los italianos llenaron todos los mostradores de articulos alimenticios que se vendian al por mayor y al por menor, Los stocks eran extensos y el almacen estaba siempre colmado de articulos de primera calidd, con productos tales como aceite de oliva, conservas, vinos y variedades de licores

Con todo, lo que mejor funcionó fue la panaderia instalada con maquinarias modernas y un horno electrónico, desde el principio elaboró uno de los panes mas suaves y crocantes del mercado, la marraqueta que ra secreto de familia

En 1926, Luis Figliozzi acompanado de su familia y de los senores Alfredo Bricout y André barbe fundo la Unión Comercial de La Paz, negocio que surtio con articulos de primera calidad a os pacenos durante mucho tiempo

Pero las cosas luego se torcieron, Luis murio en la Argentina después de iniciar otros negocios que finalmente no prosperaron. Domingo siguiendo a su familia también pasó largo tiempo en la Argentina y ahora apura a la vejez en la Bolivia que tantas satisfacciones le dió antano a su gente





Para saber mas puede acceder

https://es.wikipedia.org/wiki/Inmigraci%C3%B3n_italiana_en_Bolivia

Capítulo 9 - Quinua

Un Video realizado por cerveza Huari para NatGeo


Descubre junto a #Huari toda la magia que esconde el grano de oro de los Andes bolivianos, en #OrígenesHuari, la serie de microdocumentales de National Geographic y #Huari

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=SV4WXV0Xld0

 

Amor a prueba de masacre

Nota de presna que salio publicada en el periodico Página Siete el día 3 de Septiembre de 2017 en la revista Miradas en las páginas 22, 23, 24 y 25

Ni Marina ni Gami imaginaron que tanto ruego y preparativo iba a ser marchitado antes de la hora por la Masacre de la Noche de San Juan, la famosa y triste matanza de obreros.

Lupe Cajías *

"Puede besar a la novia”, aprobó el párroco de Llallagua. "Que la bese, que la bese”, corearon hijos y nietos, y él, trémulo, se atrevió a rozar los labios de la mujer que amó desde las épocas colegiales. Había pasado medio siglo desde el primer matrimonio, aquel que se dio entre llantos, a pocas horas de la Masacre de San Juan.

Un minero boliviano en una jornada de trabajo

"Me han engañado, bromea Gami, me dijeron que sólo era una misa para festejar las Bodas de Oro y ahora ya estoy casado por la Iglesia”. Es alto y de fina estampa, reveladora de sus muchos años de basquetbolista y nadador, boina ploma muy típica de los tradicionales habitantes en los centros mineros, amplias manos y mirada inquieta. Mirada que se detiene en el fino talle de la amada, Marina, por la que venció los obstáculos del destino.

"Recién nos atrevemos a contar nuestra historia, pues por mucho tiempo nos quedó ese sabor triste de habernos casado mientras la gente velaba a sus muertos acumulados en el Sindicato de Trabajadores Mineros de Siglo XX”, dice ella aún melancólica, mientras disfruta el café humeante.

"Soy gustosa”, se sirve un pastel, "pero no engordo”, sonríe.

Marina y Gami renovaron su amor ante la iglesia medio siglo después de su
boda
"No engorda y apenas tiene canas, su cabello es natural”, la contempla el eterno enamorado, padre de sus cinco hijos, que enfrentó la mala voluntad de la suegra y las balas de los militares para conseguir vivir con la muchacha que lo cautivó, la voleibolista de apenas 13 añitos.

"Esperé más de cuatro años para casarme con ella, aunque yo era un coqueto en el colegio y había tenido otras chicas”, recuerda este hombre, Eufronio Gamaliel Gómez Ruiz, nacido el 3 de agosto de 1942, en la víspera de otra masacre, la de Catavi que precipitó la caída de la "rosca minera”.

"Es que así era en las minas; también yo recuerdo cómo bajaron los aviones y ametrallaron a los trabajadores y la bala abrió un agujero en mi vestidito vaporoso, no sé cuándo era, quizá el 65”, completa Marina los recuerdos de amores y muertes.

AMOR COLEGIAL

"Yo soy la hermana mayor de nueve hijos de Mariano Chacón Guzmán y Elvira Ríos Quintanilla, nací el 23 de junio de 1946 (poco antes del colgamiento de Gualberto Villarroel). Desde mis 13 años dejé la escuela para ayudar a mi mamá con mis hermanos menores y trabajando, costurando.

Salí bachiller en el CEMA y estudié para modista en la Academia Technimond. Hasta ahora coso, aunque ya la vista me falla, pero he hecho los vestidos de novia de mis hijas, de quinceaños de mis nietas”.

"Viví en Oruro, luego en Jujuy porque los dueños de la empresa donde trabajaba mi papá lo volvieron a contratar para una mina en el norte argentino. Después la Empresa Catavi comenzó a mejorar (nacionalizada en 1952) y regresamos al país cuando yo tenía seis años”.

"Estudié en el colegio Primero de Mayo en Uncía, provincia Bustillo. Todos iban al colegio en un tren de la empresa que tenía un nombre medio quechua, ese tren llevaba a los estudiantes donde había buenos maestros”.

"Conocí a Gami en el Teatro de Siglo XX, que se llama 31 de Octubre, pero eso también ha cambiado porque en un principio llevaba el nombre de la esposa de Simón Patiño. Ahí llevaban películas de todo tipo, y todos miraban porque era la única distracción”.

"Mantuvimos una relación mediante el deporte, él era deportista al igual que yo. Entonces, cerca de la cancha tuvimos una relación desde mis 13 años. Aunque antes los papás eran muy estrictos, no nos dejaban enamorar, teníamos que conocernos y vernos a ocultas; a pesar que eso atraía consecuencias de embarazo, no conocíamos de la vida, sólo nos acomodábamos al ambiente.

Recuerdo que en mi adolescencia jamás fui a una fiesta, jamás compartí con mis compañeras, jamás fui a los bailes”.

"Tuvimos muchos problemas, especialmente con mi mamá, quien era muy estricta. Hemos debido sufrir para poder casarnos. Me casé a los 21 años a tanta insistencia de mi esposo, mi mamá aceptó, además por mi embarazo que lo planeamos para que pueda aceptar”.

Para él, los recuerdos son parecidos y a la vez distintos.

"Conocí a Marina cuando la Empresa Minera Catavi traía películas de prestigio, esa vez estaban pasado Los Diez Mandamientos. Y la gente entraba al cine, que casi siempre estaba lleno. Un día yo no pude entrar a tiempo y Marina estaba adentro reservando un asiento, pero nadie pudo acompañarla, entonces me cedió el asiento y yo me quedé mirándola y me enamoré. En la noche, la acompañé hasta su casa y le dije si podíamos vernos. Cuando pasaba por la calle Linares, ella salía de la botica, había comprado Mejoral, y chocamos nuevamente, sin planearlo. Después nos encontramos donde le cité, en el cine. Además, como yo era basquetbolista y siempre iba a jugar en las tardes, en la cancha que casualmente estaba cerca de la casa de Marina. Entonces ese lugar se convirtió en nuestro punto de encuentro”.

"La verdad, mi enamoramiento duró siete años, tuvimos que enamorar casi a escondidas porque los parientes de Marina eran un poco malos y celosos. Entonces cuando me encontré con un vecino me dijo -Gamy, por qué no te casas con Marina- y yo le dije es que yo no tengo profesión, no tengo con qué mantenerla. -Él respondió- Pero tú eres hombre, has ido al cuartel, has regresado, trabaja”.

"De ese modo tuve la valentía de avisarle a mi papá que quería casarme y él me dice -hijo, porqué no te casas, yo te voy a ayudar-.

Fuimos a su casa y hemos sido rechazados, teniendo que regresar a mi casa con las seis botellas de cerveza que llevamos. Tres veces tuve la oportunidad de ir a la casa de Marina y siempre fui rechazado por mi suegra porque ella decía que Marina era la mayor y tenía la obligación de ayudarle. Inclusive yo decidí decirle a Marina que quería robarle e irnos a Oruro por una semana, pero Marina no quiso, sólo me dijo -y voy a salir de mi casa con la bendición de mi madre. Si no, no salgo-”.

"Entonces la otra opción (como una estrategia) era embarazarla y tuvimos a una hija que actualmente tiene 51 años y se llama Elizabeth.

Pero aun así mi suegra no quería, pero yo tampoco me rendí y nuevamente pedí la mano. Ella al fin aceptó y dijo que podía casarme en el día del cumpleaños de Marina, que era el 23 de junio”.

Gami no quiso perder la oportunidad y fue corriendo donde su padre para preparar la boda, la ceremonia, el picante con gallinas que había que preparar dos días antes, las bebidas, los discos para el baile. No sabía que Marina recibió una zurra antes de su partida.

APARECen LOS MILITARES

Ni Marina, ni Gami, y mucho menos la suegra, imaginaron que tanto ruego y preparativo iba a ser marchitado antes de la hora por la Masacre de la Noche de San Juan, la famosa y triste matanza de obreros, mujeres y niños en medio del estallido guerrillero al sudeste de Bolivia. Ernesto Che Guevara apenas apunta el sangriento suceso que partió tantas vidas proletarias.

Los muertos en la masacre de San Juan. La Comibol elaboro una lista con las
fotos de las victimas
Marina se estremece al volver a contemplar en su memoria los cuerpos apilados en el sindicato, los llantos y quejidos y la rabia impotente de los dirigentes de Siglo XX.

"Los trabajadores no ganaban como para mantener a una familia, empezaron a reclamar sobre sus sueldos, cuando estaba el presidente (René) Barrientos. Fueron bastantes las manifestaciones que hicieron para que puedan aumentarles el sueldo, porque no les alcanzaba, solamente era para sobrevivir, hacerles estudiar a los hijos costaba demasiado”.

"Ya cerca de San Juan hicieron una manifestación, pero el Presidente no les hizo caso. Más adelante acercándose la fiesta, los trabajadores celebraban a lo grande y la empresa nos repartía unos troncos que servían para quemar y hacer la fogata”.

"Por la fiesta paralizaron la manifestación y por eso mi esposo, que había pedido mi mano un mes antes, quedó de acuerdo con mi familia de casarnos el 24 de junio, justo el día de mi cumpleaños.

Llegó la noche de San Juan y ya estaba todo listo para el 24, porque dijimos que no sea para esa noche del 23 que se hace la fogata y es una fiesta grande allá, porque van a festejar todos los trabajadores y a mi papá le gustaba celebrar.

Los mineros festejaban la llegada de los delegados a Siglo XX con ponches
y té por San Juan
Como ya estaba casi todo listo, hicimos una fogata y dije -voy a estar con ustedes hasta las 10, luego voy a prepararme para mañana-. Nuestros vecinos empezaron desde las ocho de la noche y mi esposo se fue con mi vecino a Llallagua, porque mi esposo vivía allá en el pueblo y yo vivía en el campamento de Siglo XX”.

"Nos fuimos a dormir. Pero a eso de las tres de la mañana empezó a tocar la sirena, nos levantamos diciendo -por qué están tocando la sirena, ¿qué paso?-. Ya no podíamos salir de la casa y mi papá decía asustado -nos están disparando. Y ahora, ¿qué hacemos?-. Mis familiares, que llegaron de Oruro, se metieron bajo las camas, porque las balas traspasaban ”.

"No había caso de hacer un desayuno, miramos por la ventana los soldados correteaban por aquí por allá, junto a la gente que gritaba. No sabíamos todavía qué había pasado en la Plaza del Minero, donde hicieron una fogata grande y se reunieron los dirigentes.

Esa vez de dirigente estaba don René Chacón, hermano de mi papá. Al mediodía salíamos, poco a poco fuimos saliendo, pero ya había muertos por aquí por allá y mi papá preguntando por su hermano; le contaron que medio mareado le habían llevado y le hicieron escapar a la mina, aunque igual lo atraparon y entró a la cárcel para que después lo confinen a Suiza”.

"El Ejército entró de noche, donde era el mercado, el colegio Siglo XX–América. Antes había casetas de calamina de ropa o verdura, y por el río que lo llamamos Río Seco; los militares llegaron en tren, bajaron por la primera bocamina de Cancañiri, entraron por el caminito de dos rieles para pasar al pueblo de Llallagua, entraron detrás de las casetas, nadie los vio y empezaron a poner sus metralletas. Mientras los trabajadores festejaban.

Al día siguiente, que era el 25, mi vecino había quedado herido y nos contó -yo he dado la alarma. Por eso querían matarme, yo he visto cómo estaban detrás de las casetas, con sus bazucas-. Él, viendo a uno de ellos, lo agarradó gritando -¡nos están atacando!- y empezaron a disparar y el dirigente (Roberto) Maisamn había corrido al sindicato mientras sonaba la sirena. Por eso no nos dábamos cuenta, hasta que mi papá decía -nos están disparando-.

Mi esposo decía -qué hacemos?, hay que hablar con los padrinos- y rato después dijo -nos casaremos, aunque sea encerrados -. Nos casamos, con miedo, en la salita de su casa. Las calles estaban llenas de soldados”.

"Cuando estábamos de ida a la casa de Llallagua, en toda la esquina de la cancha de básquet, estaba uno con su metralleta y otro al frente con otra metralleta. Yo recuerdo cómo la gente llorando y gritando velaba a sus muertos. Muchos decían -realmente en calzoncillos nos han encontrado-. Después, los militares buscaban todas las dinamitas y casa por casa entraban a buscar a los dirigentes”.

Recuerdos de un testigo

Ernesto Coca Valdez

Te levantabas muy temprano tipo seis, luego te ponías botas, casco, linterna, eso era lo más importante. Luego, con el sonar de una campana, entrabas rezando a Dios que no te pasara nada, porque había muchos accidentes y muertes, pues la mina era un lugar muy oscuro, con suelos inestables, llenos de agujeros.

Te ponías en manos del Tío, para que te proteja y por eso le dabas coca, alcohol, mixtura durante la ch’alla de Carnavales. Después salías tipo 12 para comer. A mí, por ejemplo, mi hija me llevaba la comida, me daba pena porque era algo lejitos y con tan sólo cinco años venía corriendo.

Luego se supone que tenías que salir a las seis, pero era mentira, salías ocho o nueve de la noche.

Los sucesos de ese 23 de junio, la Masacre de San Juan. Son momentos dolorosos de contar, pero bueno, yo estaba durmiendo porque no me gusta tomar mucho y me fui rápido de la fogata, además que mi compadre me había invitado a su matrimonio al día siguiente.

Pero mientras dormía escuchaba unos ruidos bien fuertes, pensé que eran los juegos pirotécnicos o esas matasuegras, hasta que la sirena tocó en la madrugada. Balazos de metralletas o fusiles rompían mis ventanas, sabía que debía hacer algo, aunque yo no era de las personas que se metían en todo.

Entonces me armé de valor y tipo siete de la mañana salí a ver qué pasaba. Desde lejos vi cómo las mujeres y niños lloraban y gritaban. Fue terrible ver cómo los militares no tenían compasión por nadie, parecían robots disparando a matar. Felizmente, sólo me golpearon y por poco una bala llega a mi cabeza, creo que fue un milagro.

Hasta que me lo encontré a mi compadre que me dijo que la boda del Gami se haría nomás y que si podía aún estaba invitado. Me alisté; la ropita más formal que tenía, como por suerte vivía a la vuelta, fui corriendo. No había caso de nada en la fiesta, estábamos más preocupados por saber cómo llegaría la Marina y el Gami, desde Siglo XX. Pero una vez ya casados bailamos un poquito y sólo charlamos, por respeto a los que estaban afuera.

Al día siguiente no quería salir de mi casa porque entraban los soldados a querer matarte, pero tenía que ir a ver qué pasó con mis compañeros y fui a muchos velorios.

AMOR sin BARRERAS

"Yo nací en Catavi. Mi vida ha sido casi completamente normal, con mis papás, en hora buena, todo feliz. En mi niñez tuve diversión profunda. Me dediqué a estudiar. Mi madre murió por problemas en el parto, cuando yo tenía 12 años. Mi padre, viudo, trabajó hasta 1985, después de la relocalización”.

"Ya bachiller del colegio Primero de Mayo tuve la oportunidad de ir al cuartel, porque mi padre me dijo -si no tienes tu libreta militar, tú no vas a entrar a la casa-. De esa forma fui al cuartel Mariscal Sucre. Pasé casi nueve meses con la esperanza de entrar a la universidad, pero no fue posible. Así que tuve que trabajar por cinco años y después recién tuve la oportunidad de ir a estudiar a la Normal de Sucre”.

"Fui a trabajar a la escuela Potosí, por 10 años y estuve muy bien, porque tenía muchas facilidades con respecto a la alimentación, a la vivienda. Teníamos la oportunidad de tener los artículos de primer nivel”.

"El básquet es mi pasión, desde pequeño he practicado y lo seguiré haciendo hasta que muera.

Tuve grandes entrenadores, como el padre Marcelo, don Edgar Pozo, entrenadores que venían desde La Paz. Entonces se me dio la oportunidad de jugar y me esforcé estando en la selección del colegio Primero de Mayo, en la selección de Llallagua; hemos jugando con equipos de La Paz, de Huanuni, de Oruro y llegaron otros famosos norteamericanos.

Hicimos un campeonato nacional en la cancha Irineo Pimentel, esa vez la empresa construyó los pisos de parquet y trajo los tableros de vidrio desde Oruro. Jugamos y salimos penúltimos, pero las mujeres de la selección salieron campeonas con una gran jugadora que era mi amiga, Paulina Medrano.

Por eso, actualmente la cancha de Siglo XX se llama así, gracias a esta jugadora que salió campeona nacional”.

"Trabajaba para poderme casar con mi Marinita, hasta que su mamá aceptó. Alisté todo para que el matrimonio sea bueno: la comida, la bebida, todo lo necesario para un buen matrimonio. Día antes, o sea el 23, que era la noche de San Juan, me fui un rato a casa de Marina para atender a mis suegros y animarlos para que nos casemos alegres; pero esa noche el Ejército entró a Siglo XX a las 11 de la noche y se escondieron un buen rato, horas después había toda una masacre a los trabajadores, por parte del presidente Barrientos”.

"Entonces, yo me fui un poquito mareado, llegué a mi casa y le dije papá -la verdad es que yo no voy a poderme casar, porque hay líos en la empresa- pero él respondió -pero hijo, tanto tiempo estás luchando por casarte. Lo que tienes que hacer es consultar a tus padrinos de matrimonio, don Carlitos Arauco-, con quien nos encontramos, y le dije -creo que voy a postergar-, pero él insistió -no hijo, vos te casas- y así decidimos. -Yo voy donde el notario y vos donde tu suegro, dile que venga a las tres de la tarde, con tu suegra. Con tu papá, más o menos como unos 10 a 15 personas vamos a estar, y listo-.

"De ese modo tuve que ir donde mi suegro, lo he citado, y a las tres de la tarde estuvimos de camino a la sala, que actualmente es la clínica de mi hija menor; hicimos los preparativos y cerramos la puerta para que nadie más entre”.

"Prácticamente me casé con todos los ritos o todo lo reglamentado sobre el matrimonio y tuve la oportunidad de acompañar a su casa, a mis suegros, porque ambos estaban mareados y no querían quedarse. Yo decía -pero papá quédate, aquí vas a dormir- y él era de - no, yo me voy- entonces tuvimos que irnos. Agarré a mi suegra con mi mano derecha y a mis compadres en la mano izquierda; pasamos por la calle Linares, llegamos a la Plaza del Minero en Siglo XX, y nos miraban los soldados, nos decían -estos borrachitos siguen, no escarmientan nada-”.

"Desde ese momento mi esposa, doña Marina Chacón ,sigue viviendo conmigo y seguimos con esa vida de matrimonio, que ya cumple 50 años”.

"Para mí, mi familia es de lo mejor. Porque realmente he tratado de ser feliz, porque tuve un amigo que se llama Filemón Escobar, quien nos habló respecto al matrimonio. Recuerdo que él me decía: ‘Tener una amiga, es una responsabilidad; tener una mujer, es doble responsabilidad y tener un hijo, es triple responsabilidad. Deben trabajar y mantener, haciendo lo mejor posible de su matrimonio’”.

"Prácticamente nosotros, que tuvimos bastante cariño en los siete años, sentimos en carne propia lo que es el amor de verdad. Actualmente los jóvenes en la calle caminan abrazándose, besándose y un montón de acciones que yo nunca he realizado, porque hasta agarrarse de la mano era casi un pecado y yo tenía que ser todo un caballero.

Es así como yo siempre actúo con ese pensamiento respecto al matrimonio. El amor es lo mejor que puede existir en la vida y hay que vivirla, hay que sentirla, hay que ser felices. Eso es lo más importante. Por eso mi esposa siempre está a mi lado en las buenas y en las malas”.

Elvira tiene actualmente 96 años y también recuerda con coraje aquella historia de amor a la que se opuso por temor a que su hija sufra privaciones. En su versión, eran muy jóvenes y con escasos ahorros. "Perdí a Marinita, mi adoración, mi tesoro”.

"¡Uy¡ me puse furiosa, renegué mucho, aunque me duela decirlo, pero la pegué harto y más aún cuando me enteré de su embarazo. Sabía que el Gami estaba afuera esperando y quería pegarle a él más. No quería que se casen, pero luego me di cuenta que ella tenía que estar a su lado y cuidar a su hijo para formar una buena familia”.

BODAS DE ORO

El sacerdote no los puede creer, qué historia de amor, qué ejemplo. Gami se siente feliz, jubilado después de 36 años en el magisterio, pudo criar a sus cinco hijos, todos profesionales. "Sigo jugando básquet y en ajedrez nadie me gana. La vida fue buena conmigo y vivo en un lugar hermoso que tiene todo, un clima no tan frío, medios de comunicación, buen trasporte y movimiento económico, además de la Universidad Siglo XX”. Termina su té, mientras toma de la mano a Marina.

Ella también se siente bendecida, por tanto amor en su vida. Ahora pertenece a la Federación de Micro y Pequeños productores del Norte de Potosí. Preparan otras actividades por si se acaba la minería, plantaciones agrícolas, tejidos, artesanías. A sus 71 años siente que le faltan muchas tareas que cumplir...

* Con datos originales de María de los Ángeles Chacón Gómez. imagen imagen imagen imagen

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