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La primera bandera de Bolivia

La primera bandera de la república de Bolivia tenia dos bandas horizontales verdes ( franja superior e inferior ) y una roja ( al medio ) con cinco estrellas doradas rodeadas por ramos de laurel y olivo representando los 5 departamentos con los cuales nació la República

Bandera mayor de uso Estatal
Esta bandera fue declarada oficial el 17 de Sgosto de 1825 durante la Asamblea Popular de la República de Bolivar

Los departamentos con los que nacio Bolivia fueron La Paz, Potosi, Cochabamba, Chuquisava y Santa Cruz

Para saber mas sobre estas banderas puede accesar

https://es.wikipedia.org/wiki/Bandera_de_Bolivia



Bandera de uso civil Foto wikipedia

El magnate que salvó a miles de judíos en Bolivia

Un archivo histórico revela que el empresario minero Moritz Hochschild ayudó a familias que escapaban del nazismo en la Segunda Guerra Mundial

Moritz Hochschild era uno de los empresarios mineros más famosos en la primera mitad del siglo XX. Junto a Simón I. Patiño y Carlos Aramayo, fue uno de los tres llamados barones bolivianos del estaño. De este trío, Hochschild tenía la peor reputación de los tres. En la historia del país sudamericano es recordado como un hombre cruel y despiadado a la hora de hacer negocios. Nació en 1881 en Biblis (Alemania) y falleció en 1965 en Francia. Tuvieron que pasar casi cuatro décadas para que se diera a conocer su lado más humanitario.

El magnate minero alemán Moritz ( Mauricio ) Hochschild.
El archivo documental de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) preserva documentos que dan fe de la labor filantrópica del magnate alemán durante el ascenso del nazismo en Europa. Gracias a sus gestiones, se estima que entre 1938 y 1940 llegaron a Bolivia más de 8.000 judíos que se salvaron del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.

Édgar Ramírez, director del archivo de la Comibol, cuenta que en 1999 comenzaron a ordenar los documentos de la empresa minera con relación a las actividades de los tres barones del estaño, cuyas propiedades nacionalizó el Estado boliviano en 1952. Solo los papeles correspondientes a Hochschild comprendían un extensión de 50 metros. Cuando empezó el trabajo de organización encontraron “información fabulosa” con respecto al magnate alemán, explica la jefa de información de la empresa estatal, Carola Campos.

Un registro de uno de los judíos llegados a Bolivia.
“Mucha de esta documentación está relacionada con el Holocausto. Con el traslado de inmigrantes judíos de Europa central a Bolivia en una especie de red que había armado Hochschild. Esa documentación trae información primaria relevante y única en el mundo”, explica Campos.

Entre los archivos, que son preservados en cajas especiales con PH neutro —ni acidificado ni alcalinizado—, contienen documentos, una carta de niños de origen judío del kínder Miraflores en La Paz, en la que piden que se les amplíe el espacio donde viven; fotografías, documentos de la Embajada británica e incluso una lista negra de personas y negocios en Bolivia señalados por antisemitas, y con los cuales se le indica a Hochschild no establecer ninguna relación comercial. “Nos encontramos con expedientes en inglés, alemán, hebreo. Tuvimos que trabajar con varios profesionales para efectuar la labor de revisión”, afirma Liz Quiñones, una de las responsables de gestión documental de la Comibol.

A raíz del hallazgo, el archivo fue declarado como Memoria del Mundo el pasado año por la Unesco. En octubre de 2016, el registro regional de ese programa había validado la documentación como única y auténtica, según señala Campos. Por lo tanto, todos los archivos deben contar con dos reproducciones, una para la exposición al público y otra para que investigadores puedan trabajar con los registros. El archivo de la Comibol está en proceso de digitalización, una tarea que aún demandará tiempo y presupuesto.

Según León Bieber, historiador boliviano de origen judío, la inmigración a Bolivia se da durante momentos previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Dice que es una coincidencia interesante que la nación andina haya abierto sus puertas irrestrictamente mientras en Alemania acontecían sucesos lamentables como la denominada Noche de los cristales rotos, en 1938, cuando se lanzó una revuelta contra ciudadanos y negocios judíos, además de sinagogas y cementerios.

Las buenas relaciones de Hochschild con el entonces presidente boliviano, Germán Busch, permitieron que por medio del Comité Judío Americano de Distribución Conjunta (Joint, por sus siglas en inglés) llegaran al país inmigrantes judíos con visas para realizar trabajos de agricultura, siendo la mayoría de ellos intelectuales, artistas y profesionales de otras áreas. “Lo que hizo Hochschild fue crear dos instituciones básicas: la Sociedad de Protección a los Inmigrantes Israelitas, a través de la cual fueron canalizados los fondos que el Joint ponía a disposición para ayudar a aquella población y la Sociedad Colonizadora de Bolivia. Él fue realmente el artífice para integrar a los judíos en el país”, precisa Bieber vía telefónica desde Alemania.

El Schindler de los Andes

Regina Cymerman de Udler estuvo en tres campos de concentración, de los cuales pudo escapar debido a su nacionalidad francesa y su manejo de cuatro lenguas. Trabajaba como correo y haciendo la guerra de guerrillas para los Maquis, la resistencia francesa, contra los nazis que ya habían invadido el país vecino. Con la Gestapo tras sus talones, llegó a Latinoamérica en los barcos que arribaban a los puertos de Chile y Argentina, para después instalarse en Bolivia. Así recuerda Ricardo Udler, portavoz de la comunidad israelita en el país andino, la historia de su madre y de muchos otros judíos que lograron escapar del Holocausto. “Hemos tenido sobrevivientes de Auschwitz, Majdanek, Bergen-Belsen, Trevlinka. Gente que ha estado marcada, tatuada y una vez que llegaron aquí, nos contaban el Holocausto que ellos habían sobrevivido, para que nosotros podamos transmitir a las nuevas generaciones”, recuerda Udler.

La madre de Udler fue afortunada. Durante el escape, su familia fue separada. Algunos de sus hermanos y hermanas fueron asesinados en campos de concentración. Dice que llegar a Bolivia desde Europa era un trayecto sumamente largo, con muchos cambios culturales, en el orden socioeconómico y de vida que los alemanes y polacos judíos llevaban, pero que llegar a esta tierra era algo “bendito”. “El llegar a un lugar totalmente desconocido la atemorizaba, pero el hecho de ser libre, de sonreír después de todas las penurias que ella pudo vivir durante la época del Holocausto, lo valían”, agrega Udler.

Ramírez tiene el presentimiento que el perfil de “tipo malo” que tenía Hochschild era solo una apariencia. A pesar de ser vilipendiado en su tiempo, cree que en realidad estaba ligado a una red internacional antifascista. Por su humanismo y acciones, cree que la comparación es justa y se le puede atribuir al empresario minero el mote de El Schindler boliviano.

Fuente: elpais.com

Aplicaticos de la Autoridad de Supervición del Sistema Financiero ASFI

La Autoridad de Supervición del Sistema Financiero también conocida como ASFI tiene unos aplicativos que pueden ser de utilidad para las personas pues estas contienen entre otras la ubicación de las casas de cambio entre otras cosas

La aplicación para Android puede ser descargada del siguiente enlace

http://swiftation.com/B0BA 


Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ujHIJ1F20ho


Biografia de Antonio José de Sucre

Antonio José Francisco de Sucre y Alclá nacio el 3 de Febrero de 1975 en Cumaná venezuela, fue ingeniero, político, estadista y militar, como segundo presidente de Bolivia se ocupo en reactivar la economia y sostener una política de reformas revolucionarias que buscaban un cambio sustancial para todos los estratos de la sociedad,

Conocido como el Mariscal de Ayacucho, fue el heroe de la independencia, el 24 de mayo de 1822 e Pichiencha Sucre libro la batalla que dio libertad a Quito, el 9 de Diciembre de 1824 vence en la batalla de Ayacucho y pone fin definitivo al dominio colonial espanol en América del Sur, el 6 de Agosto de 1825 en el Alto perú Sucre proclamo la Republica de Bolivia y es elegido presidente de la nación en 1826

Murio asesinado en Berruecos Colombia el 4 de Junio de 1830

Para saber mas puede acceder

https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Jos%C3%A9_de_Sucre

El nacimiento de la democracia

Nota de presnsa publicada por el periodico Página Siete  el día 15 de octubre de 2017  en la sección ideas en las páginas 2 y 3y fue escrita por Fernando Molina

Los antecedentes de uno de los más brillantes días de la historia contemporánea, ocurrido hace 35 años.

Durante el banzerismo (1971-1978), el ala radical de la izquierda era idéntica en su deseo de llevar el proceso histórico más allá del capitalismo, aunque se hallara profundamente dividida por la cuestión del método adecuado para provocar tal transformación social.

Mientras la mayor parte de los jóvenes políticos bolivianos se hallaban encandilados por el Che y el cura guerrillero colombiano Camilo Torres, lo que les llevaba a creer que la lucha armada era el único genuino compromiso con los ideales comunistas, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), fundado en 1971, creía que la tarea histórica era la consumación plena de la Revolución Nacional; que el sujeto político que realizaría tal cosa era el "bloque” obrero, campesino y popular, con exclusión de toda expresión política de la burguesía, y que el método de lucha consistía en la preparación política y militar de las masas para que, en un momento de crisis revolucionaria, estas procedieran a capturar el Estado.

Foto periodico Página Siete
Reflexión en el exilio

Este programa fue mantenido por los miristas que se quedaron en el país durante los años de resistencia al banzerismo; fue variando, en cambio, en el debate de los exiliados, primero en Chile, y luego sobre todo en París, Caracas y Quito… En estas y otras ciudades los núcleos miristas tenían que establecer acuerdos mínimos con los miembros de las otras organizaciones expulsadas del país; había algo que los unía a todos y era la necesidad de recuperar las libertades democráticas que la dictadura les había arrebatado, las libertades de asociación, palabra y pensamiento que el gobierno del general Juan José Torres, pese a haber sido "de facto”, les había concedido.

De esta manera, los distintos grupos del exilio boliviano terminaron coincidiendo en una cuestión táctica: había que echar a los militares del poder y establecer un régimen democrático, como realización inmediata y condición previa de un posterior avance hacia estadios políticos más avanzados.

La aplicación de este esquema tuvo un efecto ideológico sobre la izquierda boliviana: la empujó a identificarse con las libertades civiles y a confiar en métodos que no pertenecían a su tradición, como tocar la puerta de los cuarteles en busca de "militares patrióticos” o como las elecciones, al punto de que comenzarían a preferir estos métodos como medio de transformación social. Esto, a su vez, terminó moderando los alcances y la velocidad que atribuyeron a esta transformación. Este proceso, sin embargo, no estuvo exento de contradicciones internas.

Foto periodico Página Siete
También en este tiempo la izquierda del exilio se autocriticó de su papel en los sucesos de los años 70-71 y evaluó su responsabilidad en la derrota ante Banzer. ¿Había sido lo más sabio desgastar al gobierno nacionalista de Alfredo Ovando organizando la guerrilla de Teoponte; o complicar al sucesor de éste, Torres, con demandas extremas como la participación en el gobierno de la COB y la repartición de armas a los jóvenes movilizados? ¿Había sido correcto arriesgar los avances logrados bajo estos gobiernos –sobre todo las libertades políticas– para lanzarse a una búsqueda mayor que contaba con pocas posibilidades de éxito? ¿No había contribuido la impaciencia de los nuevos grupos izquierdistas a la derrota militar y política del movimiento obrero-campesino y popular? ¿No hubiera sido preferible ser menos ansiosos y avanzar más pausadamente, asegurando cada posición antes de tratar de pasar a la siguiente?

Estas reflexiones condujeron progresivamente a la izquierda marxista a un nuevo compromiso, mucho más estrecho, con la democracia, que entonces aquélla dejó de percibir como un instrumento del enemigo de clase y pasó a incluir en su propio arsenal. Todavía no concebía la democracia como un fin en sí mismo, sino tan solo como un instrumento para lograr algo más, pero ya era un instrumento suyo. Como resultado de ello, la izquierda (marxista y nacionalista) se convirtió en la principal fuerza política orientada hacia la conquista de las libertades democráticas en Bolivia (la principal, pero no la única: también apuntaba en este sentido, aunque con mayor hesitación, la derecha del MNR, que apoyó el golpe de Banzer, pero solo hasta 1974).

Una vez que la democracia fue reconquistada, la izquierda se convirtió en la principal defensora de esta, lo que le impidió repetir las actitudes maximalistas que tuvo una parte de ella en el periodo 70-71. Así, en estos años de exilio y de lucha contra la dictadura de Banzer se produjo el primer paso del encuentro entre la izquierda y la democracia.

El ascenso de la Unión Democrática y Popular

Como resultado directo de las discusiones realizadas en el exilio, el 6 de enero de 1978, Antonio Araníbar, del MIR, y Hernán Siles Suazo, del MNR-I, firmaron el "Pacto de Caracas”, orientado a "evitar que la dictadura –con Banzer o sin él– gane el proceso de constitucionalización, articulando para ello un gran rechazo…”.

Banzer quería lograr esta "constitucionalización” por medio de las elecciones generales, convocadas para el 9 de julio de ese año.

En torno al expresidente Hernán Siles –figura histórica de la Revolución Nacional, cuyo momento insurreccional había comandado personalmente– también se juntó, además del MIR, un amplio abanico de partidos de izquierda e indianistas: el Partido Comunista, el Movimiento Revolucionario Tupak Katari (MRTK) del dirigente campesino Genaro Flores, el Partido Socialista (PS) de Guillermo Aponte, el Movimiento de la Izquierda Nacional (MIN) de Edil Sandóval Morón, otras agrupaciones menores y personalidades como los expresidentes Alfredo Ovando y Adolfo Siles Salinas, o como Ema Obleas, la viuda del general Torres, asesinado por la dictadura argentina en el marco del Plan Cóndor. El bloque se llamó Unión Democrática y Popular (UDP).

Las elecciones de 1978

Los otros contendientes en las elecciones de 1978, además, por supuesto, del oficialismo, eran la alianza de las dos facciones derechistas del nacionalismo revolucionario, el MNR-H de Paz Estenssoro y el PRA de Walter Guevara, el Partido Demócrata Cristiano y el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), que agrupaba al PRIN de Lechín, al Partido Comunista Marxista Leninista (prochino) y a los trotskistas de fuera del POR (el cual no participó en las elecciones). También postuló a la presidencia un político ovandista que se había convertido al socialismo y se haría muy famoso: Marcelo Quiroga Santa Cruz, candidato de una escisión del PS de Aponte llamada "PS-1”; el último participante era otro partido indígena, el Movimiento Indio Tupak Katari (MITKA).

Los exiliados de estos partidos volvieron al país gracias a una épica huelga de hambre iniciada por cuatro mujeres, entre ellas la dirigente minera Domitila Chungara, que logró la amnistía general.

La UDP presentó a las elecciones el binomio Siles-Sandóval, y el MIR obtuvo una senaduría por Tarija para su "hombre público”, Jaime Paz Zamora.

Pocos días después de las elecciones, el país se convenció de que el candidato continuista, general Juan Pereda, había ganado a la UDP por medio de un descomunal fraude electoral. Esto obligó a Pereda a tomar el poder por la fuerza, despidiendo a Banzer del cargo que había ocupado por casi siete años. Pero no duraría en la presidencia. El 24 de noviembre lo expulsó y puso rumbo a Miami una conspiración de los militares "institucionales” (es decir, con simpatías democráticas), que dirigió el general David Padilla.

Las elecciones de 1979

Este convocó a elecciones para el 1 de julio de 1979, en las que la UDP triunfó estrechamente: obtuvo 592.886 votos, mientras que el segundo partido más votado, el MNR de Víctor Paz, logró 539.744 adhesiones. La diferencia entre ambos, entonces, fue de apenas 53.147 votos, y además el MNR tenía ocho parlamentarios más que la UDP. El tercer partido más votado fue Acción Democrática Nacionalista (ADN), recién creada por el general Banzer, que con 225.205 votos mostraba la implantación que éste había logrado en la sociedad, sobre todo por el recuerdo de la prosperidad económica con que el alto precio del estaño (1972-1976) que exportaba Bolivia había beneficiado a su gobierno.

Como ninguno de los candidatos lograra la mayoría absoluta, el Congreso debía escoger al presidente de entre los tres más votados. ADN era enemiga a muerte de la UDP, ésta rechazó apoyar al MNR, y el último partido se negó a celebrar un acuerdo que diera la presidencia a Banzer otra vez. Se produjo, entonces, un "empantanamiento” parlamentario, que terminó con la elección transitoria de Walter Guevara, del PRA, quien previamente había sido elegido presidente del Senado con el apoyo del MNR.

Guevara debía gobernar por un año, pero su gestión fue interrumpida por otro golpe de Estado, dirigido por el coronel Alberto Natusch Busch, y apoyado por dos grupos civiles, el de Guillermo Bedregal del MNR y el de Edil Sandóval, el anterior acompañante de Siles Suazo.

Luego de algunos devaneos democratizantes, este gobierno "cívico-militar” reprimió férreamente a las multitudes que salieron a las calles a expresar su rechazo a la aventura golpista y su compromiso con el restablecimiento de la democracia en el país; Natusch también secuestró al parlamento, que se había reunido para expresar su condena al golpe. Los parlamentarios rechazaron la pretensión de los alzados de convertirse en gobernantes "legítimos”. Esta actitud de firmeza, la movilización popular y el anatema de los partidos políticos en contra de Bedregal y Sandóval, terminaron por convencer al depresivo, dipsómano y políticamente errático Natusch de abandonar el palacio. Como "resultado” del golpe se derrocó a Guevara; lo sustituyó Lidia Gueiler, otra militante histórica del MNR, presidenta de la Cámara de Diputados, con el compromiso de convocar a nuevas elecciones el 29 de junio de 1980.

La breve y terrible dictadura de García Meza

El gobierno de Gueiler fue breve como todos los de esta época, pero intenso. Pese al carácter temporal de su mandato, la Presidenta no tuvo más salida que enfrentar el vertiginoso deterioro de la situación económica del país. Gueiler aprobó un conjunto de decretos de ajuste económico (un "paquete”, según la terminología de la época), que incluía el aumento del precio de los combustibles que vendía el Estado a la población, la devaluación del peso boliviano y, para compensar los efectos inflacionarios de ambas medidas, el control coercitivo de los precios de los productos básicos.

Foto periodico Página Siete
Esta decisión era necesaria, pero imposible de sostener por un gobierno tan débil y tan amenazado por los militares, los que acababan de actuar a través de Natusch y que actuarían una vez más, ya que no se resignaban a que el ejército saliera de la vida política en cuyo centro había estado desde 1964, fecha en que la Revolución Nacional fue derrotada por René Barrientos. Gueiler actuó con anticipación en el área económica, pero fue políticamente irresponsable. La respuesta popular a su "paquete”, especialmente los bloqueos de caminos de los campesinos que se oponían al congelamiento de los precios de los bienes que producían, hizo temblar a su gobierno, que tuvo que llegar a acuerdos precarios con los sectores movilizados y quedó herido de muerte, a merced de la inestabilidad política que marcaría los meses siguientes.

En un ambiente enrarecido por la tensión social y el terrorismo de derecha, se produjo una tercera campaña electoral, en la que la UDP volvió a presentar el dúo Siles-Paz Zamora y volvió a perfilarse como la opción preferida por el electorado, encima del MNR de Víctor Paz.

El golpe del 17 de julio

Tres meses antes de las elecciones programadas para el 29 de junio había caído asesinado Luis Espinal, jesuita y director del semanario Aquí, que investigaba la relación entre los comandantes militares de ese momento y el narcotráfico; el 21 de junio, el avión que llevaba a un acto de campaña a Jaime Paz Zamora y a un grupo de altos dirigentes de la UDP, en el que por milagro no se hallaba Siles, explotó en el aire, seguramente saboteado por los grupos de inteligencia del ejército. Paz Zamora fue el único sobreviviente del atentado, pero sufrió graves quemaduras y tuvo que abandonar el país.

Este ataque, como quizá era previsible, aumentó la preferencia electoral por la UDP, que casi duplicó la votación del partido que llegó en segundo lugar, el MNR, y también mejoró el desempeño del socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, quien salió cuarto, con la mitad de los votos de la ADN de Banzer (el tercero) y 11 parlamentarios. Quiroga se constituyó en la revelación de los comicios.

Aunque el Congreso debía decidir una vez más quién sería Presidente, la situación permitía pronosticar que el elegido terminaría siendo Siles… Pero esto ya no se supo. El 17 de julio el comandante del Ejército, general Luis García Meza, con asesoramiento de la dictadura militar argentina, dio un golpe de Estado "quirúrgico” que evitó todos los errores de la intentona de Natusch, y que por eso anonadó a la dirigencia democrática.

Luchadores asesinados

El mismo día del golpe, y con una sola maniobra, los militares arrestaron a los más importantes dirigentes izquierdistas, que se habían reunido en el edificio de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), en El Prado de La Paz, para debatir la amenaza militar y emitir un comunicado de rechazo. Durante el operativo cayeron asesinados Marcelo Quiroga y el trotskista Carlos Flores, entre otros. Por otra casualidad feliz, Siles no estaba en la reunión y el representante del MIR en ella, Óscar Eid, logró escapar y esconderse. Ambos saldrían al exilio, en donde los encontrarían los demás políticos democráticos que habían tenido una participación destacada durante esta etapa.

En Bolivia se quedaron los miembros de la generación más joven y menos "vista” de la izquierda, entre ellos los componentes de la dirección clandestina del MIR, que García Meza y su truculento ministro del Interior, Luis Arce Gómez, detectaron y asesinaron el 15 de enero de 1981, mientras celebraban una reunión en una "casa de seguridad” de la calle Harrington, en el barrio paceño de Sopocachi. Allí murieron acribillados Ramiro Velasco Arce, José Luis Suárez, José Reyes, Ricardo Navarro, Artemio Camargo, Arcil Menacho, Gonzalo Barrón y Jorge Baldivieso, parte de lo mejor de la tanda que se había incorporado al MIR durante la dictadura banzerista. La única sobreviviente fue también la única mujer convocada a esta reunión, Gloria Ardaya, quien lograra esconderse bajo una cama.

La "masacre de la calle Harrington” fue el peor crimen de un gobierno brutal, que ni siquiera contaba con el apoyo del total de las Fuerzas Armadas, y que sumaba a sus objetivos represivos y anticomunistas su inocultable afán de repartir entre sus dirigentes la hacienda pública. García Meza actuaba a contrapelo de la historia.

Causas de la desmilitarización

El retiro de los militares a sus cuarteles se debió en buena parte a la conversión de la izquierda a la democracia. Gracias a ella, los militares golpistas dejaron de ser necesarios como fichas de Estados Unidos en el juego de la Guerra Fría, y no pudieron legitimarse por más tiempo acusando a sus adversarios de una inclinación autoritaria.

La segunda gran causa de la salida de los militares, sobre la que se apoyaron los valientes esfuerzos demócratas en esta época, fue la crisis económica, que había continuado agravándose por el propio desarrollo de sus premisas y por la extrema corrupción del garciamezismo, algunos de cuyos componentes, como Luis Arce Gómez, se dedicaron a producir y traficar droga.

La crisis económica impulsó a los trabajadores a protestar incluso bajo las condiciones más difíciles, a fines de 1980, y, con más estruendo, en los siguientes años, conforme la crisis arreciaba y se iban sucediendo los gobiernos militares, cada uno más débil que el anterior. Esta corriente subterránea de activismo de la sociedad civil socavó las bases disciplinarias del "poder gorila” y puede considerarse la gran causa de su desmoronamiento. En ella tuvo un papel destacado el PCB, que campeaba en los sindicatos, y el Frente de Masas Obrero del MIR, cuyos dirigentes históricos fueron el minero Artemio Camargo, asesinado en la masacre de la Harrington, y el fabril Walter Delgadillo.

"Militares patrióticos”

Pese a la constante conspiración de los sindicalistas de los partidos de izquierda, la represión seguía obligando a las fuerzas democráticas a depender de lo que ocurría en el seno de las propias Fuerzas Armadas, que se había convertido en el único sujeto político activo que tenía el país. Después del asesinato de los miristas y el descubrimiento de los nexos de los militares bolivianos con el narcotráfico por parte del periodista estadounidense Michael Wallace, en el programa 60 Minutos de la televisión de su país, los militares antigarciamezistas proliferaron.

Hastiados del desenfreno de sus camaradas en el poder, produjeron alrededor de seis "pronunciamientos” contra el régimen, algunos, como el del coronel Emiliano Lanza, apoyados por ADN, y otros como el de Lucio Áñez, por el MIR y la COB, la cual declaró una huelga general para saludar la movilización de tropas en contra del presidente, en la que, curiosamente, participó Natusch Busch.

Como resultado de esta acción, en junio de 1981 García Meza renunció. Sin embargo, no fue sustituido por Áñez, como la izquierda esperaba, sino por el general Celso Torrelio, que hasta ese momento se desempeñaba como Ministro del Interior. El nuevo gobierno fue considerado por la izquierda como "continuista”.

Torrelio quiso enfrentar la crisis con un "paquete” de estabilización que solo trajo una mayor agitación política. Incapaz de manejar la situación, tuvo que ceder su puesto a otro general, Guido Vildoso, quien en un inicio pensó gobernar hasta 1983 pero pronto tuvo que convencerse de que el enemigo que estaba enfrentando, esto es, la crisis económica, superaba por mucho sus capacidades. Así que comenzó a negociar la transición.

El "Congreso del 80”

Los sectores empresariales, preocupados por la posibilidad de una ruptura política violenta, sugirieron la reinstalación del Congreso elegido en 1980, a fin de que nominara Siles y Paz Zamora como primeros mandatarios.

Por conveniencia propia, más que por un cálculo de qué sería mejor para el gobierno de Siles, el MIR aceptó y alentó esta salida en contra de las voces que, desde la UDP, opinaban que la convocatoria a nuevas elecciones podía abrir la posibilidad de formar un Congreso más favorable al silismo (y también la de cambiar de candidato vicepresidencial, claro está). Sin oír a nadie, el MIR acentuó la movilización popular, procurando apurar la llegada de gobierno civil e inviabilizar la idea de nuevas elecciones.

En septiembre de 1982, organizó una enorme manifestación en la plaza San Francisco, con el lema de "El hambre no espera”. Al final se salió con la suya, a costa de generar una dinámica reivindicativa y unas expectativas populares que luego se volcarían en contra de su propio gobierno, el primero del nuevo ciclo democrático, que comenzaría a funcionar el 10 de octubre de 1982.


Biografia de Simón Bolivar

General y estadista, el libertador fue el primer presidente de Bolivia. Nacio en caracas  venezuela en 1783 y lucho por la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Peru y Venezuela. Puso termino a la dominación española  en la batalla de Junin  en 1824. El Alto Perú quedo constituido en república  y en honor al libertador llevo el nombre de Bolivar y posteriormente Bolivia . fallecio en Santa Marta Colombia en 1830 enfermo y abandonado a los 47 años el 17 de Diciembre

Su nombre completo era Simón Jose Antonio de la Santisima Trinidad Bolivar y Palacios, consagro su vida a la independencia de América  y soño con crear una gran confederación  de Estados: La Gran Colombia  proyectoq ue quedo trunco . Goberno Bolivia entre Agosto y Diciembre de 1825: propuso la cosntitución vitalicia  y delego el mando a Antonio José De Sucre

para saber mas sobre el libertador puede acceder

 https://es.wikipedia.org/wiki/Sim%C3%B3n_Bol%C3%ADvar

Marca Bolivia 5to corto

Porque Boliva somos todos

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=rSguLXzsB1w


La última conspiración del doctor Paz

Nota de prensa que salio publicado en el periodico Página Siete el dia domingo 29 de octubre de 2017 en las páginas 22 y 23  y fue escrita por Rafael Archondo

El golpe de Estado del 31 de octubre de 1979, conocido como la Masacre de Todos Santos, dejó 208 muertos, 207 heridos y 124 bolivianos desaparecidos.

Rafael Archondo / Especial para Página Siete

"Carajo, ese no era el plan y todo puede terminar en el fracaso”. Las palabras sonaban más ásperas que de costumbre desde la ronca voz del coronel Alberto Natusch Busch. A las 11 de la noche del 31 de octubre de 1979, los regimientos Tarapacá, Ingavi y Lanza salían rodando de sus cuarteles para ocupar los sitios estratégicos de la sede de Gobierno.

Vestido de civil, Natusch contemplaba la escena enfurecido. Todas las ideas conspirativas llegadas hasta sus oídos en los últimos meses le habían sugerido retrasar el golpe hasta fines de noviembre, cuando el Parlamento tuviera por decisión deponer al presidente Wálter Guevara Arce, pero sobre todo cuando la IX Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), que había sesionado hasta la víspera en La Paz, hubiera perdido brillo y dejado de ser el orgullo mayúsculo del gobierno interino del momento.
Foto periodico Página Siete


Guillermo Bedregal, el entonces subjefe del MNR y protagonista central del golpe de noviembre, nos pinta esa escena en su libro Doy la cara (1995). Otras versiones históricas y el sentido común confirman la precipitación del proyecto sedicioso. El cruento levantamiento militar del 79 fue uno de los desatinos más dolorosos de la historia del país. La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos tiene registrados 208 muertos, 207 heridos y 124 desaparecidos, saldo macabro de las jornadas desencadenadas hace casi cuatro décadas, en un día de Todos Santos. imagen

Natusch, citado por Bedregal en su libro, sabía muy bien que una movilización militar en ese momento no sólo era inoportuna, sino "absolutamente irracional”, pero los tanques ya estaban estremeciendo los adoquines durante el asalto de la madrugada.

Unas horas antes, la plaza San Francisco había recibido a miles de personas convocadas para celebrar en verbena popular uno de los mayores triunfos de la diplomacia boliviana. El 26 de octubre, cinco días antes, 25 cancilleres americanos habían resuelto recomendar negociaciones para que Bolivia obtenga "una conexión territorial, libre y soberana con el océano Pacífico”.

En el entonces hotel Sheraton de La Paz (hoy Radisson), en homenaje a la naciente democracia boliviana y en nítido repudio al régimen de Pinochet, la OEA enarbolaba como suya la causa marítima boliviana; mientras Chile reaccionaba con visible mal humor ante la resolución.

Foto periodico Página Siete
Pero la rabia chilena iba a tener corta vida. Para vergüenza del país anfitrión, los cancilleres visitantes tuvieron que subir al aeropuerto escoltados por los tanques. El gobierno democrático que habían respaldado con tanto cariño estaba siendo derribado. Desde Santiago vino la burla fulminante para subrayar que en Bolivia no hay un interlocutor válido para negociar nada. Detrás de las barricadas, el pueblo se encargaría de devolver el poder a los civiles, pero ya el agravio estaba consumado. imagen

Los golpistas

Los datos recogidos sobre el cuartelazo revelan que la salida de las tropas fue adelantada porque el presidente Guevara había empezado a desmontar la conjura.

Los rumores sobre la conspiración estaban desde hace semanas sobre el escritorio presidencial y fue Guevara en persona quien convocó a Natusch para pedirle que cesara los preparativos.

A sólo cuatro días de la acción militar, el coronel desmintió públicamente el "ruido de sables”, pero Guevara no se quedó con los brazos cruzados y dispuso el cambio del comandante del regimiento Ingavi, uno de los golpistas.

Foto periodico Página Siete
Natusch -cuenta Bedregal- había minimizado la importancia del relevo, pero al parecer, los demás conspiradores de uniforme actuaban por cuenta propia y decidieron anticipar el golpe antes de que Guevara terminara de desmantelar los mandos sediciosos.

En De cerca, el mejor programa de entrevistas de la televisión boliviana, Carlos D. Mesa Gisbert tuvo, años después, como invitado a Guillermo Bedregal, autor de una biografía de Paz Estenssoro y canciller del golpe de noviembre. imagen

Bedregal dice ahí que Natush era "un tipo excepcional, de una gran calidad humana, de una gran honestidad”. Luego asegura que el golpe estaba planificado para mediados de diciembre y que fueron los militares los que adelantaron las acciones. Habría sido sorpresa. Bedregal fue despertado aquella madrugada por una llamada del coronel Natush: "Guillermito, los muchachos ya han salido”. El astuto político y "lacayo intelectual de Paz Estenssoro (él mismo lo dice), sintió pavor en ese momento. Se vio "obligado” a "dar la cara” y acompañar a ese corto gobierno de 16 días.

¿Por qué se dio el golpe? Bedregal lo ratifica con Mesa con una sinceridad increíble. Dice que el presidente Guevara "empezó a buscarse tipos raros en su gobierno. Hay toma y daca en la política, pero Guevara organizó un gabinete híbrido con gente que no tenía nada que ver con todo el proceso democrático que se había gestado. No había una lealtad indispensable para con el MNR y para con el MNRI.

Entonces todo el mundo estaba disgustado, el país político se puso frente a Guevara porque él quería hacer a su modo su gobierno”. El pecado del presidente derrocado fue no repartir ministerios entre movimientistas, cosa que Natush hizo pródigamente. imagen

El doctor Paz

El gabinete de Natusch fue posesionado al amparo de las hileras de tanques que ocupaban la plaza Murillo. 10 de los 15 ministros eran civiles, entre ellos, tres del MNR, cinco del MNRI y tres independientes. La pregunta más insistente en las primeras horas del día era si el derrocamiento de Guevara contaba con la venia del doctor Víctor Paz, jefe del MNR.

Foto periodico Página Siete
Como es natural, Bedregal emplea varias páginas de su libro para afirmar que sus acciones eran respaldadas por Paz. Éste se habría reunido con Natusch no sólo para avalar la febril labor conspirativa de sus hombres, sino para recomendar que el golpe tuviera lugar a fines de noviembre, después de que el Parlamento, de mayoría movimientista, le hubiera retirado su confianza a Guevara.

"Doctor, el movimiento se ha producido. No como inicialmente estaba previsto, pero yo cumplí mi parte, ahora le toca a usted”. Esas habrían sido las palabras telefónicas de Natusch, ya instalado en el Palacio, en la mañana del 1 de noviembre. Desde el otro lado de la línea, Paz le habría prometido respaldar el alzamiento.

Horas después -siempre según Bedregal- el jefe del MNR habría recibido una severa advertencia del embajador norteamericano en La Paz. Desde la Casa Blanca, el experimento sólo obtendría repudio.

Raudo, el comité político nacional del MNR se reunió para evaluar los sucesos. Allí, Paz habría dejado a Natusch en la estacada. Al salir, Bedregal le habría preguntado: "Jefe, entonces todo este trabajo de meses, todos los compromisos y desvelos, ¿son un error?”. La respuesta de Paz: "No doctor, el objetivo de fregar a Guevara lo hemos cumplido”. En efecto, semanas después Guevara era reemplazado por Lidia Gueiler.

¿Pero para qué fregar a Guevara? Las razones aparecen en el libro de Bedregal y también en el de Ana María Romero de Campero (Ni todos ni tan santos, 1996), quien fuera ministra de aquel gabinete depuesto por los tanques. Ella cuenta que un Bedregal febril y autosuficiente buscaba, en 1979, la entrega de varios ministerios al MNR. Sin embargo, Guevara optó por gobernar con personas sin militancia.

Foto periodico Página Siete
Al parecer el MNR exigía respaldo gubernamental en los comicios venideros, los de 1980, pero el Presidente no era fácil de subordinar. En 1989, como una forma de compensación partidaria, fue el acompañante de fórmula de Gonzalo Sánchez de Lozada, el sucesor de Paz, pero esa ya es otra historia en la que Bedregal termina nuevamente marginado por el hombre al que "había que fregar”.

Marca Bolivia 4to corto

Esta marca pais representa a los bolivianos porque somos trotamundos y estamos presentes en los cinco continentes

Fuente; https://www.youtube.com/watch?v=hQwZ3m3REdA


Marca Bolivia 3er corto

Los bolivianos marchamos para celebrar

 Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=cIdF6qcEQU8


Marca Bolivia 2do corto

Aqui se explica por qué se eligio es elogan Bolivia corazon del Sur

Fuente; https://www.youtube.com/watch?v=AbguuKR4yGc


Los guerrilleros “no pasarán”

Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete el día domingo 22 de Octubre de 2017

Para mostrar un poco lo que pensaban los “del otro lado”, en el quincuagésimo aniversario de la muerte del Che reproducimos el mensaje del 19 de julio de 1967 del entonces Vicepresidente del país, poco después de que el foco guerrillero se hiciera público.


Nada hay en la tierra que más ansíe nuestro pueblo que la paz, pero no hay nada, absolutamente nada, que le haya sido negada en forma tan sistemática y cruel como esa paz que tanto anhela.

El incario fue un imperio "más inspirado en la conquista pacífica que en la guerra”. "La América indo-española -nos dice el colombiano Arciniegas- ha representado el caso único en la historia universal de una masa humana, así de grande, que permanece 300 años en paz”. Durante la República, las guerras internacionales en que se vio envuelto nuestro país, tuvieron generalmente carácter defensivo y las revoluciones internas no se desbordaron, salvo terribles excepciones como las de 1930 y 1946, en convulsiones sangrientas, sin duda debido al espíritu pacífico de nuestro pueblo.

Bolivianos y bolivianas:

Ha brotado en nuestra comunidad un foco guerrillero (marzo de 1967) que nada recuerda las acciones de los Lanza y de los Padilla, que perseguía la emancipación nacional; no es similar a las guerrillas de unos bolivianos, que lanzaron hace tres años una voz de protesta, a modo de campanazo pero que se mantuvieron fieles a las instituciones democráticas representativas y lucharon por la vigencia de los derechos civiles y políticos.

Foto periodico Página Siete
Acá y ahora ha surgido una guerrilla que ensangrienta nuestro suelo y lleva dolor a nuestra gente. Esta acción armada busca sustituir el pluralismo por el régimen del partido único; nuestra democracia por el totalitarismo; nuestras libertades por el exilio de miles de compatriotas, los tribunales por el paredón; y la cruz por la hoz y el martillo.

Acá y ahora, ha surgido un movimiento violentista que enfrenta no únicamente al gobierno del General Barrientos, sino a la nación entera. La guerrilla intenta crear en Bolivia una situación de anarquía, semejante a la que se ha desencadenado en varias regiones de Colombia y que, a pesar del tiempo transcurrido no se puede extirpar ni pacificar; o al terrorismo que ha dominado en ciertos momentos a Venezuela y que para aplastarlo se ha recurrido a la represión gubernamental; o al estado de violencia generalizada que reina en Guatemala. En última instancia, el foquismo internacional cree que puede dominar Bolivia como ocupó un país tribeño en África.

Que no se llamen a engaño los ingenuos: en esta acción insurgente no hay adolescentes incautos ni románticos idealistas; que no se llamen a engaño los demagogos que quieren pescar en río revuelto: un nuevo régimen, salido de sus filas, acabaría con sus partidos o sus grupos y las mismas prisiones se abrirían para recibir a los demócratas que militan tanto en el Gobierno como a la oposición.

Que no se equivoquen los calculadores, aquellos a quienes a fuerza de medir riesgos les penetra la cobardía, pues pasado el tiempo en que se aprovechen de su silencio cómplice, de su postura vergonzante y de su posición amarillenta, rodarán también sus cabezas o deberán, para salvarlas, comenzar el largo y penoso camino del destierro con o sin sus mujeres y sus hijos, perdiéndolo todo, incluso el honor.

Debe tenerse en cuenta, que cuando las guerrillas o el terrorismo, su hermano gemelo, llegan a echar raíces y consolidarse, siempre en la destrucción, se imponen por el miedo, aprovechan todas las divisiones y fomentan todos los odios, de tal manera que su erradicación toma años de lucha y cuesta miles de vidas. Muchas veces, perdura por décadas. Tenemos los casos de Irlanda del Norte, del País Vasco, de Colombia y de tantos países que viven desgarrados por sus interminables secuelas.

"No pasarán”

Pero esto no ocurrirá en Bolivia. Los extremistas no pasarán. El peligro de la patria amenazada, el amor a la tierra, el sentimiento de solidaridad con nuestros soldados que mueren por defenderla, nos unirá, y la unidad, una vez más, como en Ingavi, nos salvará.

Está dicho: no intentamos radicalizar posiciones y dividir a Bolivia en corrientes irreconciliables. Buscamos, por el contrario, unirlas en un consenso en el que se incluyan todos los partidos y todos los ciudadanos y habitantes con la única condición de que sean patriotas.

Tú, ciudadano demócrata: agentes intervencionistas intentan torcer la libre determinación de los pueblos y poner su régimen por la fuerza.

Tú, mujer: no puedes permanecer indiferente ante la amenaza que se cierne sobre tu hogar y sobre tus hijos.

Tú, minero: que buscas legítimamente mejorar tu situación, no lo hagas al precio de la guerra civil.

Tú, campesino: defiende tu sayaña de la colectivización que propugnan las guerrillas estatizantes de la tierra.

Ha sonado la hora. El país debe movilizarse. Está en contienda. El campo y las ciudades, las mujeres y los jóvenes, los trabajadores y los civiles, todos, deben ponerse a las órdenes el capitán general y respaldar a las Fuerzas Armadas de la Nación para que, con energía y firmeza, sean derrotados los factores que tiendan a disociarnos, arrastrando el país a la anarquía. En este momento, superando nuestras viejas pasiones y nuestra mezquina política, debemos empeñarnos en que se acabe con la confusión. Debe liquidarse el cálculo y la cobardía, a fin de que podamos eliminar la violencia que amenaza a cinco millones de habitantes.

Permítaseme hacer mías, en este momento, las palabras del paladín de la democracia, el vencedor del nazismo, Winston Churchill, cuando decía: "Si ustedes me preguntan cuál es nuestra divisa, puedo responderles con una palabra: victoria, victoria, a pesar del terror, por muy largo y difícil que sea el camino, victoria para poder sobrevivir”.

El otro enemigo

El enemigo más peligroso, sin embargo, no está en Ñancahuazú. Está en nuestras quintacolumnas, en aquellos que incitan a la discordia y siembran el desorden. El peligro está en aquellos de los nuestros que roban, quitando nuestra fuerza moral; en aquellos de los nuestros que cometen violencia excesiva haciendo peligrar la justicia de nuestra causa; en aquellos que con el pretexto del comunismo quieren aplastar toda demanda de justicia; en quiénes confunden con el enemigo a todos aquellos que no piensan como nosotros; en aquellos que, llevados del espíritu de venganza, quisieran ensañarse en contra del adversario, olvidando que no somos verdugos sino soldados de una causa.

Nosotros, apasionados de la paz y del trabajo constructivo, defensores de los perseguidos, nos vemos inducidos a llamar a la conciencia pública, pues nos posee una justa indignación porque se ha escogido un pueblo pobre para horadar su débil economía, con la interrupción del trabajo, con los gastos de la defensa, con la lucha en extendidos campos; porque se ha escogido a un pueblo que empezaba a avizorar su progreso y se pretende destruir las bases de su desarrollo; porque se ha escogido a un pueblo que quiere la paz, para hacer de él un polvorín, aproximarle la llama y hacer saltar a todo el continente.

Al terminar, quiero que el clarín llame a guardar un minuto de silencio, en memoria de los valerosos oficiales, soldados y campesinos muertos por Bolivia.

Marca Bolivia 1er corto

Somos Corazón del Sur.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=YCguFjVsCcw

¿Qué es una Marca País?

En este video se explica detalladamente lo que es una marca pais. Para saber mas puede acceder

https://es.wikipedia.org/wiki/Marca_pa%C3%ADs

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=KMGa60o_CaM


Tramites consulares online

Lanzan un aplicativo para realizar tramites consulares online que permite

  • encontrar la oficina consular más cercana y 
  • conocer el estado de trámites sobre pasaportes, visas, autorización de viaje de menores y Registro Civil, e
  •  otros
Este aplicativo puede ser encontrado en playstore con el nombre de "El consulado de Bolivia en tus manos" en el siguiente enlace:

http://brisktopia.com/3nNF

Hallan texto que narra un pasaje épico de la Guerra del Pacífico

Esta nota de prensa fue publicada en el periodico Página Siete el   23 de  Octubre de 2016 y fue escrita por Pablo Peralta

 El documento fue hallado en la Casa de la Moneda, de Potosí. El Ministerio de Defensa acaba de publicar una edición facsimilar del escrito.
 Pablo Peralta M. /

 La Paz

Después de la invasión de Chile a territorio boliviano, entre noviembre y diciembre de 1879, hubo un episodio poco conocido que fue protagonizado por un militar boliviano, el coronel Rufino Carrasco. Éste lideró a más 70 hombres en la retoma de poblaciones que habían sido ocupadas por las fuerzas enemigas (Chuichui y San Pedro).

Este pasaje fue descrito por Carrasco en un texto que publicó en 1880, el cual tituló Manifiesto del coronel Rufino Carrasco sobre la expedición al litoral boliviano en 1879. El documento fue hallado en la Casa de la Moneda por un equipo del Ministerio de Defensa. Esta institución acaba de publicar una edición facsimilar.

Foto periodico Página Siete
El escrito comienza con el relato que hace este militar sobre cómo recibió la noticia de la invasión chilena y cómo inmediatamente ofreció sus servicios al general Narciso Campero. Pero no es hasta agosto -cuenta el autor- que se le ordenó formar un cuerpo de caballería, que sería vanguardia de la 5ta división.

"En pocos días organicé un pequeño grupo, compuesto en su mayor parte de jóvenes decentes, que indignados por el ultraje inferido a nuestra soberanía, anhelaban volar al lugar donde el deber y el honor los llamaba”, escribió el Coronel.

En noviembre, Carrasco recibió la orden de ocupar Chiuchiu, Calama y Atacama. A fines de ese mes, ya en campaña, lanzó una proclama desde Tapaquilcha. En aquella, dirigiéndose a sus soldados, escribe: "Mirad esos nevados que están contemplando vuestros actos y que mañana saludarán nuestros triunfos…”.

El 2 de diciembre, según el relato de Carrasco, el equipo llegó a una población cercana a Chiuchiu y antes de ingresar a la localidad, el jefe militar armó una estrategia, la cual se retrata en la siguiente frase: "Antes de avistar Chiuchiu, dividí las fuerzas en cuatro fracciones con objeto de sorprender al enemigo en el pueblo, cortándole a la vez la retirada a Calama”.

Después de esa acción, el Coronel tomó la decisión de sorprender a los 600 efectivos chilenos que ocupaban Calama. Sin embargo, un "incidente inesperado” provocó un cambio de planes. Lo que ocurrió fue que tres chilenos se acercaron al pueblo. Las fuerzas bolivianas apresaron a uno, otro murió y el tercero escapó y avisó de la presencia del contingente nacional.

Carrasco, entonces, resolvió ir a San Pedro de Atacama. "Frustrado mi plan de atacar por sorpresa a fuerzas superiores en número, pero cobardes en valor, resolví marchar sobre San Pedro, capital de la provincia Atacama, y batir la guarnición de esa plaza cualquiera que fuese su número. No me hacía ilusiones al respecto. Sabía que en 26 horas de mi permanencia en Chiuchiu, el enemigo estaba prevenido para combatir”, relató.

Al llegar a una población, el militar conoció que las fuerzas enemigas sabían que estaban en camino y esperaron en "actitud de combate”. El sitio de la batalla fue en Tambillo, donde Carrasco desplegó a sus fuerzas y terminó desalojando al enemigo de sus posiciones.

En la localidad, los pobladores los recibieron con una celebración. Tras de aquello, Carrasco solicitó refuerzos, pero le llegó un correo en el que le dieron la orden de retirada y le pidieron ir a Potosí, donde fue tomado preso.

La edición del relato que publicó el Ministerio de Defensa incluye dos anexos, un apéndice, la proclama de Carrasco y el parte oficial en el que éste le escribe lo siguiente a su jefe superior: "Me es sumamente extraño que el general Campero y usted, después de haberme encomendado una expedición tan difícil, lanzándome sólo con 70 hombres hasta ponerme a las ocho leguas donde se encuentran fuerzas enemigas considerables, no hayan remitido refuerzos para apoyarnos”.

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