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ARTISTAS UNIDOS - UN MAR PARA BOLIVIA

Letra y Música Rosmery Arias Quiroga

 Los intérpretes son reconocidos artistas bolivianos: Kjarkas,Bonanza, Arawi, Proyección, Surimana, Nayjama, Yuri Ortuño y Luís Fernandez.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=nqMN7VhmHgA

Homenaje del pueblo a los heroes del Acre

Homenaje del pueblo a los heroes del Acre

Nicolas Suarez y Bruno Racua son los íconos del triunfo en la batalla de Bahia que freno a los invasores que tomaron 20 barracas  gomeras en el Alto Acre, el pueblo pandino agradecido  erigio el mayor monumento a los héroes del Acre en la principal avenida de la ciudad, obra del escultor nacional David Paz

Monumento cabezas de Pando

La reeleccion en las constituciones bolivianas parte 2

Constitucion o reforma constitucional  y articulo con la norma respecto a la reeleccion del Presidente

1826    Art 76 Vitalicio
1831    Art 70 El Presidente puede ser reelecto, no dice cuantas veces
1834    Art 72 El Presidente puede ser reelecto, no dice cuantas veces
1839    Art 75 El Presidente solo puede ser reelecto despues de un periodo . No puede postular el que              gobierna mientras que la norma sobre reeleccion  se reforma
1843    Art 50 El Presidente  no puede ser reelegido  sino hasta que haya pasado  un periodo                            constitucional
1851    Art 72 El Presidente no podra ser reelecto sino despues del intervalo de cinco anos
1861    Art 52 El Presidente no podra ser reelecto sino pasado un periodo
1868    Art 66 El Presidente tiene derecho  a reeleccion por otro periodo
1871    Art 69 El Presidente no podra ser reelecto sino pasado un periodo
1878    Art 76 El Presidente no puede ser reelecto  sino pasado un periodo. Art 78 El Vicepresidente                no puede ser reelecto en su cargo, ni elegido presidente en el periodo inmediato, si hubiese                  ejercido el Poder Ejecutivo para completar el anterior
1880    Art 76 El Presidente no puede ser reelecto  sino pasado un periodo . Art 78 Los                                    vicepresidentes no pueden ser reelectos  en su cargo, ni elegidos Presidente en el periodo  si                hubiese ejercido el Poder Ejecutivo  para completar el anterior
1938    Art 84 No podran ser reelectos ni el Vicepresidente ser elegido Presidente de la Republica ,                  sino pasados cuatro anos  desde la terminacion de su mandato
1945    Art 85 No podran ser reelectos ( el Presidente y el Vicepresidente ) ni el Vicepresidente ser                  reelegido Presidente de la Republica  sino pasados 6 anos desde la terminacion de su mandato
1947    Art 85 El periodo del presidente y el Vicepresidente  de la Republica es de cuatro anos                        improrrogables. Ninguno de ellos podra ser reelegido , ni el Vicepresidente ser reelegido                      Presidente de la Republica  sino pasados cuatro anos  desde la terminacion de su mandato
1967    Art 87 El periodo del Presidente y Vicepresidente Cosntitucional de la Republica  sera de                    cuatro anos improrrogables. Ninguno de ellos podra ser reelegidos sino pasados cuatro anos                de la terminacion de su mandato constitucional. El Vicepresidente  podra ser reelegido                        Presidente de la Republica despues de cuatro anos de fenecido su mandato
1994    Art 87 El mandato improrrogable del Presidente de la Republica es de cinco anos. El                            Presidente puede ser reelecto por una sola vez despues de transcurrido cuando menos un                      periodo constitucional. 2 El mandato improrrogable el Vicepresidente es tambien de cinco                    anos.              El Vicepresidente no puede ser reelegido Presidente ni Vicepresidente de la                    Republica en el                periodo siguiente al que ejercio su mandato
2004    Art 87 El mandato improrrogable del Presideno te de la Republica es de cinco anos. El                        Presidente puede ser reelegido por una sola vez despues de transcurridos cuando menos un                  periodo cosntitucional. II El mandato improrrogable del Vicepresidente es tambien de cinco                anos. El Vicepresidente no puede ser reelegido Presidente ni Vicepresidente de la Republica                en el periodo siguiente al que ejercio su mandato
2009    Art 168 El periodo de mandato del (la) Presidente (a) y del (la) Vicepresidente del Estado es               de cinco anos Pueden ser reelectos por una sola vez de manera continua

Travel to Bolivia

Beatiful spot produced by Bolivian's tourism vice ministry called: "Bolivia awaits for you". You will see images from Bolivian main cities and tourist attractions.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=aJ5frsG3ksQ


Biografia de Cecilio Guzman de Rojas

Nota de prensa publica en el periodico página Siete el dia domingo 7 de Mayo de 2017 en la Revista Miradas  en las páginas 22, 23, 24 y 25  Nota  la nota de prensa fue editada solo para mostrar los datoos biograficos de Cecilio Guzman de Rojas

Como decía Cecilio Guzmán de Rojas: "Cada una de las artes, la pintura, la música, la escultura, deben cumplir su misión peculiar. Cada arte tiene su forma propia de expresión. Así dentro de un cuadro histórico, la belleza ha de ser atendida ante todo por un sentimiento estético de forma y color y sólo después vendrá el sentimiento dramático a completar la obra con la documentación literaria”.

Su vida y la guerra del chaco

Uno de los máximos exponentes de la pintura es el artista Cecilio Guzmán de Rojas. Los datos biográficos (compilados por Iván Guzmán de Rojas) se pueden resumir en estas breves líneas:

Foto periodico Página Siete


Foto periodico Página Siete



Nació en Potosí el 24 de octubre de 1899. En 1912 la familia Guzmán se traslada a Cochabamba. Allí asiste desde temprana edad a la Academia de Pintura y Dibujo dirigida por el profesor Avelino Nogales.

En 1920 celebra su primera exposición en Potosí. Ahí exhibe su cuadro al óleo El Mendigo. Al año siguiente, su madre patrocina su viaje a Europa –vendiendo sus joyas personales– con la esperanza de que su hijo obtenga una beca de estudio. En primera instancia Cecilio Guzmán de Rojas se dirige a España e ingresa a la Academia Provincial de Barcelona.

En 1923 se traslada a París, donde ingresa a la Escuela de Bellas Artes. Ahí conoció a Piccaso y a Fougita. En 1924 retorna a España, ingresa a la Escuela Superior de Madrid pensionado por el Rey de España, Alfonso XIII. En la escuela madrileña tuvo como compañero de estudio a Salvador Dalí. Expuso sus trabajos en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, recibiendo importantes elogios de varios críticos de arte.

Finalizada su carrera, retornó a Bolivia en 1929. Se postuló al concurso de méritos para optar a una cátedra y administrar la Escuela Nacional de Bellas Artes (en mayo de 1930 asumió la Dirección General de Bellas Artes).

Las deterioradas relaciones internacionales con el Paraguay dieron inicio a la Guerra del Chaco (1932-1935).

El escritor Wilson Mendieta Pacheco en el libro Cecilio Guzmán de Rojas: conductor estético de los Andes (1999), indica que su alistamiento lo hizo en el año de 1934: "El soldado Guzmán de Rojas, aparte de su fusil, lleva en su modesto equipaje papeles, pinceles, cuadernillos, material de pintura, lápices y tintas (…). Viajaba en compañía de amigos en la cultura y de anónimos jóvenes indígenas que desconocían su destino final”.

Foto periodico Página Siete
Las vivencias existenciales del Chaco son testimonios de dolor y sangre resguardados en cada uno de sus dibujos, acuarelas y óleos. Sobre este episodio Wilson Mendieta recupera un episodio poco conocido por la historiografía del Chaco relatado por el hijo, Iván Guzmán de Rojas: "El estado anímico-físico de los combatientes los presenta con toda crudeza y dramatismo, a tal punto que algunos jefes militares le prohíben que pinte estos cuadros y le previenen que serán quemados porque constituyen un desaliento para los soldados (…).

El hecho no se consumó porque interviene el general David Toro, quien ordena que se los oculte pero que no sean quemados”. El pintor de la contienda bélica inmortalizó varios episodios incómodos del Chaco manifestados en los cuadros Insolación, Avitaminosis, Paisajes del Chaco, Agonía, Sed, Héroes sin gloria, El rezagado, entre otros.

Terminada la contienda bélica con Paraguay, Cecilio Guzmán de Rojas retornó a sus labores artísticas. Exhibió sus obras de índole expresionista y sus cuadros dolorosos del Chaco. Presentó sus retratos de raigambre indígena en Buenos Aires, Santiago y Estados Unidos.
Foto periodico Página Siete

El artista y la política

La agitada época de los años 40 lo empujó a incursionar en política. Según las declaraciones de Tristán Marof (entrevista realizada por Stefan Baciu), Cecilio Guzmán de Rojas fue partícipe de la fundación del Partido Socialista Obrero de Bolivia (PSOB).

Foto periodico Página Siete
El fugaz partido tuvo como integrantes a Tristán Marof, José Aguirre Gainsborg, Alipio Valencia Vega, Eduardo Arze Loureiro y Guillermo Viscarra Fabre.

Esta participación activa en política del artista es cuestionada por Iván Guzmán de Rojas: "Si bien fue muy amigo de personajes como Tristán Marof y otros líderes (por ejemplo Gualberto Villarroel, Enrique Peñaranda o Víctor Paz Estenssoro) nunca incursionó en la política de partidos. Consideraba que era una pérdida de energía y tiempo en detrimento de su labor artística”.

El artista continuó infatigablemente con su faena pictórica exhibiendo dentro y fuera del país. A fines de la década de los años 40 organiza su propia Academia de Arte.

Entre sus discípulos de esa época se puede mencionar a María Luisa Pacheco, Teresa Gisbert, María Esther Serrano Mendieta, Miriam Millet, Mario Campusano, José Mesa, Manuel Iturri Guzmán y Jorge Mendoza.

El fin

Foto periodico Página Siete
El 14 de febrero de 1950 –en vísperas de Carnaval– la vida del artista terminó abruptamente: "El pintor se ponía su ropa de trabajo. Todos los días laboraba pincel en mano (…). Luego de un hondo suspiro, abandona la casa en horas de la mañana en forma apresurada portando algunos enseres en un pequeño bolso (…). Al día siguiente, toca la puerta un agente policial y muestra a sus familiares una pistola y su sombrero… Cecilio Guzmán de Rojas se había autoeliminado en los escarpados de Llojeta”, relata Mendieta Pacheco.

La repercusión tras la muerte de Cecilio Guzmán de Rojas se vio manifestada en la prensa nacional, la radio y los homenajes póstumos.

Para saber mas puede acceder

https://es.wikipedia.org/wiki/Cecilio_Guzm%C3%A1n_de_Rojas

Bolivia y Paraguay después de la guerra

Nota de prensa publicada en el periodico Página Siete el dia 28 de Enero de 2018 en la sección Ideas

Una revisión a las relaciones diplomáticas entre Paraguay y nuestro país a partir del libro Después de la guerra. Las relaciones paraguayo-bolivianas desde el Tratado de Paz hasta 1952.

Gonzalo Mendieta Romero Abogado

Recién leo un libro publicado en 2013, cuya lectura recomiendo. Titula: Después de la guerra. Las relaciones paraguayo-bolivianas desde el Tratado de Paz hasta 1952, del diplomático e historiador paraguayo, Ricardo Scavone Yegros (Editorial El País, Santa Cruz).

Los intereses bolivianos en el Plata

Las bondades del libro bastarían al contar los denuedos bolivianos por una salida por el río Paraguay, sus acuerdos con Uruguay y Paraguay para eso (no es cierto, se ve, que el pasado nacional es puro oprobios y estupidez). Para el canciller boliviano de fines de los años 30 e inicios de los 40, Alberto Ostria, estaba claro que la riqueza boliviana debía salir por el Río Paraguay, como hace hoy en gran parte, y así lo plasmó en los acuerdos de octubre de 1939 suscritos con el canciller paraguayo Prieto.

Los acuerdos tuvieron tal éxito en el largo plazo que un excanciller nuestro una vez me dijo si había pensado en cómo le cae a la Argentina que nuestro comercio del oriente salga por el río Paraguay, cuando Buenos Aires siempre imaginó que Bolivia sería tributaria de sus puertos e infraestructura.

Villarroel, Paz Estenssoro y Augusto Cespedes en Paraguay
Foto periodico Página Siete

De reojo también pueden advertirse los esfuerzos bolivianos, por ejemplo los del excanciller Ostria Gutiérrez, de lanzar a Bolivia hacia el Plata, mejorando sus relaciones con Paraguay y Uruguay. Con Paraguay, para relanzar las iniciativas de ayuda económica que los beligerantes de la Guerra del Chaco recibieron como promesas de los países garantes de la paz. Esas iniciativas, como el acercamiento boliviano al Plata, no gustaban mucho a Chile y Perú, por lo visto más partidarios de una Bolivia esclavizada al Pacífico, eso sí, sin puerto propio.

El libro revela la mirada prevaleciente, por ejemplo del Paraguay, gustoso de no llevarse mal con Bolivia, “evitando cuidadosamente lanzarse a la esfera delicada y riesgosa de la política general o regional, sin previa consulta del programa a los otros países, de suerte a evitar lógicas suspicacias”, como dice una comunicación del canciller paraguayo a su ministro en la Paz, en 1940. De ahí se explican las noticias que exhiben la influencia chilena en la región, por ejemplo para hacer un corredor que pasa por el Paraguay, sigue por Argentina y llega a Chile, y elude exitosamente el territorio boliviano.

Bolivia y Paraguay alentaron promover en 1940 la conferencia de los países del Plata. El ministro paraguayo en Buenos Aires informaba que en los países del Pacífico “se creía que la pretensión de desviar artificialmente los cauces dictados por la geografía carecería de eficacia práctica, salvo que (Bolivia) estuviera persiguiendo fines más políticos que económicos”. Chile y Perú, en concreto, “no disimularon su desagrado por su exclusión de la Conferencia lo que atribuían a “ocultos designios de Bolivia”. Entre esos ocultos designios, el apoyo “a sus aspiraciones portuarias sobre el Pacífico, nunca jamás muertas del todo”.

No falta por eso en el libro el embajador boliviano que se queja de las insidias de su par chileno en Asunción. Los dos países vivían ya combatiendo (como predijo el expresidente Mariano Baptista en la conferencia del Lakawana) sordamente por las amistades en la región, como daba cuenta el embajador boliviano en Paraguay, Guillermo Francovich, en el último destino público, fuera de ser rector de la Universidad de San Francisco Xavier, que tuvo la carrera en Bolivia de ese ilustre pensador.

Estigarribia y Busch

Estigarribia, el conductor militar paraguayo en el Chaco, puso su prestigio como político y presidente al servicio de la paz y del fin de la bronca entre nuestros países. Como en Bolivia, en Paraguay pocos querían comprometerse con los arreglos de paz, que para la mirada paraguaya significaron renunciar al futuro petrolero y a territorios ocupados por la victoria militar. Lo mismo que en Bolivia, donde la paz fue juzgada a través de mapas, alegatos y títulos coloniales. En el Chaco, el arbitraje de terceros países fue un modo de hacer más digerible el acuerdo final entre ambos países, o, mejor, entre sus endebles clases políticas (no por nada, para el diferendo con Chile se ha pensado en la ayuda de terceros, sea Estados Unidos, Brasil, Colombia, Uruguay o el Papa).
Foto periodico Página Siete

La muerte de Estigarribia en septiembre de 1940, en un accidente de aviación, iluminó también el respeto boliviano por ese gran rival. Su memoria fue honrada por la visita de una misión militar boliviana, en agosto de 1943, a la hija de Estigarribia. De esa misión participaba, como un anuncio histórico, el que meses después sería el presidente Villarroel. Dirigida por el general Antenor Ichazo, la misión visitó a la hija del Mariscal Estigarribia, en una página de lustre entre nuestras naciones, como las lágrimas de la hija de Estigarribia al despedir al general Ichazo.

Como Estigarribia para los bolivianos, Germán Busch dejó estima en los paraguayos. Su embajador en Bolivia informaba en agosto de 1939 que para él Busch se suicidó “a consecuencia de una fuerte depresión y profundo desequilibrio nervioso” (reporte que, si bien de segunda mano, secunda adicionalmente la tesis del historiador Robert Brockmann, rebatida con más hígado que razones).

Por su parte, el embajador boliviano en Asunción informaba que “muy rara vez un jefe de Estado habrá merecido tan alto grado de simpatía y de admiración de un país extranjero como el que había alcanzado en el Paraguay el extinto expresidente. Se le tenía acá por un héroe auténtico durante la guerra y por el más leal de los amigos en el advenimiento de la paz”.

El petróleo boliviano

El petróleo fue clave para las relaciones con Paraguay, y con Brasil y Argentina, al punto que se tiene la impresión de que aunque estas dos naciones pagan bien por el gas, geopolíticamente presumen que las reservas bolivianas de hidrocarburos son suyas. El autor lo corrobora, con un ejemplo de 1939, cuando: “la embajada paraguaya en La Paz informó que ‘el Brasil no veía con buenos ojos las gestiones para la provisión de petróleo boliviano al Paraguay, pues tenía interés en absorber todo ese petróleo en su propio mercado’” (si me apuran, diría que en Bolivia también el discurso nacionalista ingenuo puede ser funcional a los intereses de las potencias regionales, como el liberal era a los estadounidenses).

A la vez, los Estados Unidos creían que ese plan de exportación de petróleo boliviano a Paraguay era parte del deseo alemán de incrustarse en Bolivia, manejando sus exportaciones de petróleo.

Alemania jugó un papel clave en el comercio boliviano en esos años, como describe el historiador Leon Bieber en uno de sus libros. Y las relaciones de Bolivia estaban contaminadas con Estados Unidos por la nacionalización de la Standard Oil, que una parte de la política boliviana no quería indemnizar (lo que ahora es moneda corriente supuso polémica y desgaste en los años 30 y 40).

De una charla de Ostria Gutiérrez con el ministro paraguayo en La Paz, se ve que ni los liberales como él defendían a la Standard Oil. Ostria decía: “En el asunto de la Standard hay más que un pleito, hay una cuestión que afecta a la nación entera, de orden político y social. La conducta de la citada compañía ha sido tan criminal que hasta las piedras de Bolivia se levantarían si alguien hablase de devolverle sus yacimientos”.

Quizá algún día se pueda mejor evaluar las consecuencias de la política petrolera en Bolivia y cuánto los Estados Unidos embromaron su relación con Bolivia por temas ajenos a sus intereses más estratégicos (si es que los tenía). La Standard, el estaño, la coca se sucedieron en el distanciamiento entre nuestro país y la potencia del norte.

El recelo

El petróleo, que muchas veces Bolivia quiso venderle (hasta cuando no tenía) a Paraguay, suscitó el recelo de los paraguayos por las intenciones bolivianas, recelo que nunca abandonaron del todo, según parece transmitir entre líneas el autor. Al menos un sector paraguayo, no el liberal que se había jugado por la paz, sino el colorado y el nacionalista.

Por ejemplo, a raíz de los preacuerdos de venta de petróleo al Paraguay que suscribió la naciente YPFB en esos años, finalmente ineficaz, entre otras cosas porque en él trabajaron poco las cancillerías. Esto me indujo a pensar en la necesidad de una cancillería que funcione, a diferencia de hoy. El recelo paraguayo renacía también por la posición de presidentes como Carlos Quintanilla, quien para los paraguayos era revisionista del Tratado de Paz, aunque finalmente no lo fue.

El recelo no era solo paraguayo, hay que decirlo. Según el libro, Bolivia temía que los paraguayos estuvieran, en la Guerra y después, detrás del “movimiento secesionista cruceño”, como informó el embajador Carlos Salinas Aramayo (fusilado en 1944) al canciller Aniceto Solares el 13 de junio de 1940.

La historia boliviana en los ojos del Paraguay

La Bolivia prerrevolucionaria se pinta también en los reportes de la diplomacia paraguaya. Alude a los oficiales jóvenes, acaudillando el golpe de diciembre de 1943 en La Paz, enconados contra sus jefes, a quienes imputaban la derrota en el Chaco.

La mirada larga paraguaya decía que terminada la II Guerra Mundial, Bolivia no tendría qué vender al mundo, como efectivamente pasó, pues estuvo al borde de que ni los Estados Unidos quisieran el estaño que les sirvió en la II Guerra.

Aparece el Chueco Céspedes, embajador en Paraguay, y la visita de Villarroel a Asunción (primer presidente boliviano en visitar la capital paraguaya), en la que éste afirma ufano que “terminaría con el dominio de las grandes corporaciones en Bolivia”. Paz Estenssoro, como Ministro de Hacienda, (en otro anuncio histórico) fue parte de esa visita.

Luego de los colgamientos de julio de 1946, Víctor Paz se asiló en la embajada paraguaya en La Paz. El embajador paraguayo lo salvó de un colgamiento seguro, cuando un gentío fue a sacarlo de la residencia paraguaya. Fue en septiembre de 1946, cuando los colgamientos del mayor Eguino y el capitán Escobar. El embajador paraguayo Manzoni “extendió en el piso, a la entrada del edificio de la misión diplomática, la bandera paraguaya”.

Luego llamó al jefe de Estado mayor del ejército y le dijo que luego de una guerra, si algo pasaba con la embajada paraguaya, habría una reacción peligrosa. Paraguay salvó la vida de Paz Estenssoro, en un suceso que el autor recupera del libro del escritor tarijeño Eduardo Trigo sobre Paz Estenssoro.

Pocos años después de la visita de Villarroel a Asunción, el ministro paraguayo en La Paz informaba que la salida de Hertzog de la presidencia no fue muy voluntaria, que los sectores militares duros presionaban por una salida más fuerte, y que el expresidente Hertzog sufrió un “forzoso confinamiento” en Yungas (como yo escuchaba en los años 70 cuando era niño, de boca de los mayores). El embajador paraguayo también en 1951 predecía que el desconocimiento del triunfo del MNR en las elecciones de 1951 “abre el camino a la violencia”.

Un buen libro

Se advierten en este libro lo que un diplomático boliviano llamaba “las definidas similitudes psicológicas de nuestros pueblos, que han conservado una peculiar personalidad nacional”. El libro lleva a pensar en los “ortodoxos del patriotismo, que casi siempre “esconden detrás de sus poses declamatorias algún sórdido interés”, como escribía el militar paraguayo, padre de Luis González Quintanilla, en su libro de 1947.

El autor remata con un examen de la diplomacia de las buenas intenciones, sin políticas y armazones que las sostengan, en dos países “cuya fatalidad no fue el haberse encontrado frente a frente en la trinchera, sino el haberse desconocido mutuamente por largas generaciones” como dijo bellamente el presidente Enrique Peñaranda, en un encuentro en Villamontes con el presidente paraguayo Morínigo, en noviembre de 1943, un mes antes de caer el boliviano de la presidencia.

Yo quiero un mar - Un mar para Bolivia

"Yo quiero un mar": la canción que hizo boliviano a un chileno El chileno Pedro Telmo Caicano vivió en la mina Caracoles donde compuso el vals Yo quiero un mar. Su país lo castigó quitándole la nacionalidad. Los niños del coro de Don Bosco cantaron su canción por primera vez en 1962. Armando Valdez fue uno de esos chicos y cuenta la historia. Ivone Juárez / La Paz

 Era un sábado en la tarde de 1962 en el patio del Colegio Don Bosco de la ciudad de La Paz. El padre Ariano, profesor de música que también estaba a cargo de la banda del colegio, reunió a los chicos de los tres cursos de segundo de secundaria y los subió al teatro del colegio, un gran salón que estaba en el segundo piso, sobre la parroquia. Ya en el lugar, un profesor tomó una guitarra, otro se sentó al piano antiguo que estaba en el lugar y el padre Ariano agarró su saxofón.

El religioso pidió a los chicos sacar los papeles con la letra de la canción que les había entregado semanas antes, curso por curso, y que comenzaran a cantar siguiendo la música...

"Yo quiero un mar, un mar azul para Bolivia y quiero igual su corazón aprisionado...”, decían las primeras estrofas de esa canción que el médico Armando Valdez hoy, 55 años después, vuelve a entonar con emoción y nostalgia. Él estaba entre esos chiquillos de 11 y 12 años que cantaron por primera vez el vals Yo quiero un mar, la composición del chileno Pedro Telmo Caicano para Bolivia.

"No sabíamos de quién era la canción, sólo la entonamos con mucha emoción, al menos yo porque pese a que éramos casi niños conocíamos la historia de que Chile nos había arrebatado el mar, nuestro territorio”, recuerda el médico que ahora vive en Santa Cruz.

Durante más de un mes los chicos del Don Bosco practicaron la canción. "El padre Ariano logró grabar la canción en una casetera enorme, nos la hizo escuchar y no supimos más, luego vimos que se volvió muy popular”, recuerda Valdez.

"Pero han modificado, estilizado la música. Cada persona que la cantó la modificó en los tonos. Le pusieron tonos más altos, no mantuvieron la estética de la pieza”, añade el médico.

El historiador Pablo Michel señala que la canción del chileno Caicano se la grabó en Bolivia a inicios de los 60 en La Paz, con el coro de niños del Colegio Don Bosco y la participación de una "pequeña orquesta profesional”.

"Durante 1979, año del centenario de la pérdida del Litoral, se la difundió muchísimo”, continúa Pablo Michel.

Es que el vals Yo quiero un mar se ha convertido en un dulce himno que todos los bolivianos han entonado alguna vez; sin embargo, muy poco se sabe de su compositor, el chileno Pedro Telmo Caicano.

Castigado

Los que se conoce de Caicano es que nació en Concepción, Chile, en 1939, y que por alguna razón llegó a Bolivia para dedicarse al trabajo minero, en la mina Caracoles del departamento de La Paz, donde compuso la canción.

"Vivió en la mina Caracoles, donde llegó a adoptar a Bolivia como su país. Él ayudó a grabar la canción y a raíz de esto en Chile le quitaron la nacionalidad”, señala el historiador Pablo Michel.

Sí, este chileno que seguramente reflejó el sentimiento de muchos bolivianos en los versos de su composición fue rechazado por su país cuando su composición se hizo pública en Bolivia y le fue arrebatada su nacionalidad; sin embargo, inmediatamente él abrazó la boliviana y murió como tal en La Paz, en 1984.

"La canción marcó una generación en la que me incluyo”, expresa Pablo Michel.

Claro, porque en la época en que se comenzó a difundir el vals, en las décadas de los 60 y 70, además de recordarse los 100 años de la pérdida del Litoral -tras la Guerra del Pacífico (1870-1883)-, Bolivia había roto relaciones diplomáticas con Chile (1962) a consecuencia del desvío de las aguas del río Lauca por parte del Estado chileno.

En el país se organizaban desfiles patrioteros y una serie de expresiones incluso antichilenas.

En ese escenario, el 10 de marzo de 1966, la Fuerza Naval lanzó en toda la nación una cruzada por el mar llamada "Un buque para Bolivia” con el objetivo de realizar una colecta pública a través de la cual se buscaba reunir la suma de dinero suficiente para la compra de un barco "de capacidad regular para el transporte de minerales bolivianos a Europa y otros continentes”.

Los alumnos de entonces del colegio Don Bosco recuerdan que salieron a vender banderines y escarapelas para contribuir a la colecta, que recaudó 500 mil dólares americanos, como consta en la Resolución 136457.

"Autorízase al Comando de la Fuerza Naval del Ejército la adquisición de un buque de la Fuerza Naval Argentina por el precio de quinientos mil dólares americanos ($US 500.000), para cuyo pago se destina el total de las recaudaciones efectuadas en colecta pública que se hallan depositadas en la cuenta Un Buque para Bolivia, abierta en el Banco Central de Bolivia y las que se obtengan con futuras colectas”.


PEDRO TELMO CAICANO 

Canta-autor chileno Pedro Telmo Caicano, fue un cantautor Chileno, que dedico al pueblo boliviano el hermoso vals-canción "Yo quiero un mar", nació en 1939 en la ciudad de Concepción. En los primeros años de 1960, después de visitar el Perú. Este artista chileno emprendió una extensa gira por las principales ciudades y centros mineros de Bolivia, donde percibió las expresiones de frustración sobre nuestra mediterraneidad y este reclamo germino en la inspiración de su vals-canción "Yo Quiero Un Mar". Dicha obra fue estrenada en 1962, con los Auspicios de la Prefectura de la Paz, en ocasión de recordar la muerte del héroe de Calama Don Eduardo Abaroa, el 23 de Marzo de 1879. La versión original y la primera grabación de esta obra se realizo en los estudios "Méndez" de la ciudad de la Paz, en el formato de 45 rpm. La voz solista y los versos recitados corresponden a su autor, junto al marco musical de la orquesta de Daniel Perego, y el coro del Colegio Don Bosco. Desde entonces esta obra musical forma parte junto a otras, del reclamo que Bolivia hace al mundo por la injusta perdida de nuestro Litoral. Tras la difusión de esta obra, Pedro Telmo fue censurado en su País perdiendo su condición de ciudadano Chileno. Obteniendo la ciudadanía Boliviana, radico en la ciudad de la Paz, hasta su fallecimiento en 1984 a causa de una enfermedad, sus restos fueron enterrados en el cementerio general de la ciudad de la Paz.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=5oSWU2mj3UE


El rap de la Haya

Música rap que fue compuesta al respecto del juicio que se lleva en la Haya entre Bolivia y Chile por un acceso soberano al mar

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=hOHr8xA4DPQ


Juancito Pinto, entre el mito y la ausencia de datos historicos

Poco se sabe del nino a quien se atribuye un acto de heroismo durante la Guerra del Pacifico. Los historiadores afirman que el desconocimiento de datos no quiere decir no no haya existido. Además representa los valores de una sociedad

Heroes

Con solo 12 anos de edad, Juan ocupaba el cargo de tambor de ordenes del batallón Colorados de Bolivia. En la batalla del Alto de la Alianza cambio su destrozado tambor por un fusil,, murio combatiendo, Cuando los Colorados luchaban arrebato a un herido su arma para luchar junto a sus camaradas y cayo cara al sol como el resto de su batallon, se lee en Internet, en un sitio dedicado alos héroes olvidados

Nacio en 1867 en u sitio conocido como tanque de Agua en la ciudad de La Paz

era un nino de tez morena, jugueton. El 17 de Abril de 1879 se despidio a las tropas que se dirigian a la guerra y la población hizo llegar  comida, obsequios y hubo algunos ninos que se unieron a las tropas. A Pinto le toco participar de la batalla del Alto de la Alianza y el 26 de Mayo de 1880 viendo que no existen sobrevivientes a su alrededor agarra un fusil pesado y cae. Los restos de estos hombres no se recuperaron, solo kepis, chaquetas, etc





Para saber mas puede acceder

https://es.wikipedia.org/wiki/Juancito_Pinto

La reelección en las constituciones bolivianas Parte 1

Constituciones por decisión respecto a la reelección del presidente

Decición respecto a la reeleccion    Constitución     Número

Vitalicia                                                   1826                    1
Mas de una vez, sin especificar              1831, 1834           2
cuanto
Inmediatamente después del                  1868, 2009            2
mandato
Después de un mandato                         1839, 1843            13
                                                               1851, 1861
                                                               1871, 1878
                                                               1880, 1938
                                                               1945, 1947
                                                               1967, 1994
                                                               2004 

Con datos del periodico Página Siete

El autocarril Al Capone de Patiño

Nota de prensa publicado en el periodico Página Siete en la revista Miradas el dia domingo 19 de marzo de 2017

El motorizado Buick modelo 1938 debía cumplir la función de transportar al magnate minero hacia las localidades de Uncía y Llallagua.

Víctor Montoya

Este autocarril de antaño, que los ferroviarios vieron pasar y repasar delante de sus ojos, con la boca abierta y el aliento sostenido en la garganta, se encuentra en el Museo Ferroviario del municipio de Machacamarca, a unos 30 km al sur, sobre la carretera interdepartamental Oruro-Potosí, donde se exhiben algunas reliquias de la época dorada de la historia del ferrocarril y el auge de la minería en Bolivia.

Un oasis en pleno altiplano

La población de Machacamarca, ubicada en la provincia Pantaleón Dalence, parece tener más árboles que habitantes. Es una suerte de oasis en pleno altiplano, con numerosos árboles frutales flanqueados por álamos, sauces, pinos y cipreses que, además de ornamentar las adoquinadas calles, cobijan el trino de distintas aves que arrullan y revolotean entre sus ramas.


Está claro que los empleados alemanes, estadounidenses e ingleses de la Empresa Minera de Simón I. Patiño, para hacer más llevadera su prolongada estadía en estas inhóspitas tierras, llenas de polvo, grava y viento, se dieron la tarea de arborizar la meseta, que en otrora parecía un territorio desolado como un desierto.

Fotos periodico Página Siete
Incluso se cuenta que los pobladores, en su mayoría de ascendencia indígena, se hacían regalar gajos para plantarlos en sus patios, con la esperanza de que un día tuvieran una exuberante vegetación y la sensación de estar viviendo en una zona subtropical, asediados por el rebalse de las aguas del río Desaguadero y la laguna Uru-Uru.

No cabe duda de que la antigua estación de trenes de Machacamarca, emplazada en la llanura desde 1913 hasta 1921, contribuyó al transporte de las cargas de mineral, a falta de buenas carreteras para el tráfico vehicular, entre los centros mineros del norte de Potosí y la capital del folklore boliviano.

En la actualidad, en la misma estación donde antes funcionaba la maestranza del ferrocarril, atravesada por un laberinto de rieles que se pierden en el horizonte, se encuentra el Museo Ferroviario, en una especie de galpón de techo alto y paredes forradas con calamina, que abrió sus puertas al público el 13 de julio de 2005.

Las reliquias del Museo Ferroviario

El museo, actualmente administrado por la Alcaldía municipal, es una verdadera atracción turística capaz de transportarnos, a través de una interesante colección de piezas de incalculable valor histórico, hacia el memorable pasado de la industria minera del país, que tuvo su mayor apogeo durante las primeras décadas del siglo XX.

En el Museo Ferroviario, no muy lejos de los árboles de frondoso follaje y herrumbrosos desechos olvidados sobre los rieles, se exponen locomotoras de diferentes modelos y tamaños, unos vagones que durante la Guerra del Chaco sirvieron también para transportar a los soldados bolivianos hacia los frentes de batalla, una maestranza donde se realizaban trabajos de mantenimiento de la empresa ferroviaria, con torno, martillo eléctrico mecánico, prensa y otras herramientas muy bien conservadas y, para rematar el recorrido por sus ambientes colmados de maquinarias y recuerdos, una muestra de fotografías antiguas que reflejan la memoria de los trabajadores y sus familias.

Aquí mismo, entre el legado histórico del ferrocarril boliviano, se encuentra estacionada la primera locomotora alemana que arribó a la ciudad de Oruro (1912), la locomotora a vapor No.

12 (1944), la locomotora Sulzer No. 20 (1956) y, entre estas imponentes bestias forjadas en hierro, lo que más llama la atención del visitante es el lujoso autocarril Al Capone, que perteneció al Barón del Estaño Simón I. Patiño.

El autocarril del magnate minero

El motorizado Buick modelo 1938, que fue importado desde Estados Unidos hasta Machacamarca en 1940, debía cumplir la función de transportar al magnate minero hacia las localidades de Uncía y Llallagua, donde las minas de estaño lo habían convertido de un muerto de hambre a un hombre de negocios a escala mundial.

El autocarril, que se desplazaba como una periquita por las pampas y faldas de los cerros, atravesando puentes y túneles construidos sobre la base de alta ingeniería, fue bautizado con el nombre Al Capone, por la semejanza con el automóvil que usaba el capo de los gánsteres de Chicago, con la diferencia de que el vehículo adquirido por Patiño fue adaptado para su desplazamiento sobre rieles y no sobre ruedas de caucho.

Fotos periodico Página Siete
El autocarril Al Capone, adquirido por Simón I. Patiño para viajar hacia las minas que lo entronaron como el Rey del Estaño, fue devuelto por Ferrocarril Andina (FCA) a las autoridades del municipio de Machacamarca, para que fuera expuesto como una reliquia en el museo, junto a una rigurosa documentación que registraba los siguientes datos: Fabricante Buick, tipo Sedan, año de construcción 1938, procedencia alemana, fue puesto en servicio sobre cuatro ruedas de fierro en 1940, su peso es de 3,69 toneladas, velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, está hecho de acero y con asientos de cuero.

Este portento de la creación humana, digno de ser exhibido en cualquier museo del mundo, para el deleite de los curiosos que desean conocer los curiosos gustos de un hombre forrado de dinero, está compuesto de una carrocería Fisher Body Corp. Job No. 8630, Body No. 355; dos faroles delanteros, un asiento delantero, un asiento trasero, dos asientos auxiliares, cuatro puertas, un tablero de control y un miriñaque.

El motor es a gasolina 8L (8 cilindros), sistema de arranque, sistema de admisión de aire, sistema de escape, sistema de alimentación, sistema de refrigeración, sistema eléctrico. La transmisión cuenta con una caja de velocidad automática, una corona, un cardan, frenos, bogue delantero y eje trasero. Todo lo demás está hecho sólo para mirar y no tocar.

El Cadillac de Al Capone

Estando al lado de este fabuloso coche, en cuyo laqueado uno puede reflejarse de cuerpo entero como en un límpido espejo, es difícil no pensar en el mítico gánster estadounidense Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone o Scarface (Cara cortada), apodo que recibió debido a la cicatriz provocada en una riña por faldas en la que su rival le cortó tres veces la cara con una navaja de resplandeciente filo.

Fotos periodico Página Siete
En los años 20 de la pasada centuria, Al Capone, convertido en el "rey del hampa”, puso bajo su dominio los negocios ilícitos de la ciudad de Chicago, como eran el tráfico de bebidas alcohólicas, el manejo de casas de citas y salones de juegos de azar. De modo que en 1927, burlado el control policial y generando temor entre sus adversarios de los bajos fondos, amasó una fortuna que ascendió a los 100 millones de dólares, una ganancia ilícita que le permitió, entre otras cosas, adquirir un Cadillac Town Sedan V8 en 1928.

Desde entonces, la historia del coche de Al Capone se hizo extensa debido a que era uno de los primeros blindados que se camuflaba entre los automóviles de la Policía y algunos ejecutivos por su inconfundible color, pintado en verde con los pasos de rueda en negro, igual que otros 85 autos del Departamento de la Policía de Chicago.

El coche blindado a prueba de balas, perteneciente al mafioso más mentado del crimen organizado, se deslizaba sobre sus ruedas con una potencia de 90 caballos de fuerza y una caja de trasmisión manual de tres velocidades.
Fotos periodico Página Siete

Entre sus puntos fuertes del Cadillac estaban los vidrios antibala, con una pulgada de espesor, tenía sirenas y emisoras, sus cuatro frenos eran de tambor y la suspensión trasera de ballestas semielípticas. En la parrilla delantera llevaba ocultas un par de luces rojas intermitentes y en la ventanilla trasera tenía un orificio para sacar el cañón de una ametralladora liviana y disparar ráfagas a diestra y siniestra.

Cuando Al Capone fue detenido por la Policía en 1931, acusado por evasión de impuestos y posteriormente condenado a pasar el resto de sus días en la prisión de mayor seguridad llamada Alcatraz, el coche fue confiscado y pasó de mano en mano, paseándose por las carreteras de diferentes países. No faltan quienes aseveran que incluso el expresidente de los Estados Unidos, Franklin Roosevelt, llegó a usar el famoso Cadillac del gánster más famoso de todos los tiempos.

Un extravagante deseo

Fotos periodico Página Siete
Desde luego que ese vehículo, que tenía blindajes con planchas de acero en el interior y vidrios de una pulgada de espesor, no fue el que llegó a manos del Barón del Estaño, sino otro que intentaba replicar el modelo del original. Por cuanto el autocarril de Simón I. Patiño no estaba equipado como el Cadillac de Al Capone, no tenía el mismo peso ni el mismo color.

Se sobreentiende que el carrocero alemán fabricó esta maravilla para concretizar una de las extravagantes ilusiones del potentado minero, quien, embobado de ver que sus ganancias se multiplicaban en los tableros de la bolsa de valores de los bancos europeos y norteamericanos, no sabía en qué dilapidar su dinero.

Así que un buen día se le ocurrió la idea de darse el gustito de comprarse un autocarril para que pudiera recorrer, como deslizándose por una autopista continental, por las pampas y laderas de los cerros del altiplano, cuyos yacimientos de estaño lo convirtieron en uno de los 10 multimillonarios del mundo.

Fotos periodico Página Siete
Al contemplar el autocarril Al Capone de Simón I. Patiño, que es una de las piezas más apreciadas del Museo Ferroviario, es posible imaginarse que cuando el Rey del Estaño ocupaba el asiento del conductor, lo primero que hacía era aferrarse al volante y manipular la palanca de la caja de cambios, al menos para tener la sensación de que era él quien conducía y determinaba la dirección del coche, aunque éste se movía casi por si solo sobre las paralelas instaladas de manera fija entre una estación y otra.

Si algunos se preguntan por qué el magnate minero mandó a fabricar un coche parecido al Cadillac de Al Capone, lo más probable es que las respuestas sean tantas como tantos son los visitantes del museo, aunque yo me quedo con sospecha de que este autocarril, cuyos principales atributos eran la elegancia y la velocidad, le fascinó a Simón I. Patiño desde que se enteró que con este coche, diseñado al mejor estilo de los mafiosos norteamericanos, no sólo le serviría para huir de la pobreza como una fugaz liebre, sino también porque él sería el único en lucir este formidable objeto en un país que bostezaba de hambre.

La independencia de Bolivia

Bolivia nacio  a la vida independiente  el 6 de Agosto de 1825 tras una guerra de 25 anos  que comenzó con los gritos libertarios  en Chuquisaca y La Paz, en estos 25 anos de conflicto  lucharon hombres y mujeres  que entregaron con sus vidas  con  el único objetivo de alcanzar la libertad  de nuestro territorio ante el dominio de la Corona Espanola

La invasión espanola de 1532 al territorio denominado Kollasuyo nos convirtio en una colonia que fue denominada Audiencia de Charcas, donde el dominio espanol se mantuvo indiscutible durante tres siglos y medio

Sin embargo, fue entre 1730 y 1781 que tanto indigenas, criollos como mestizos, unas veces aliados y otras veces solos comenzaron a despertar del letargo para levantarse contra la Corona Espanola  que ejercia una serie de abusos, sobre todo económicos a traves de impuestos y otros pagos

Luego de uno de los lenatamientos idigenas  mas significativos contra los espanoles  liderado por Tupac Amaru y Tupac katari en 1781, en 1809 sucedieron acontecimientos  que ovilizaron a los distintos sectores  de la población de Charcas  para derrotar a los espanoles

El 25 de mayo en Chuquisaca  y el 16 de Julio en La Paz se iniciaron las chispas que incendiaron la geografia de la Audienca de Charcas  e influyeron en otros territorios dominados por la Corona espanola, donde comenzaron a estallar  importantes batallas por la independencia  de América

Esta larga lucha  duro 16 anos, al cabo del cual se logro la deninitiva independencia de Bolivia en 1825

Ls actores sociales del progreso

Los espanoles o realistas  chapetones , nacidos en spana gozaban de todos los privilegios , eran autoridades de gobierno y recibian apoyo desde la Corona Espanola

Los criollos hijos de espanoles, nacidos en America no gozaban de los privilegios que tenian los espanoles, estaban postergados en sus aspiraciones  de ser autoridades y tener poder politico

Mestizos, hijos de indigenas y de espanoles ocupaban menor rango que los criollos y no gozaban de oportunidades de ascenso social

Los indios, aymaras, quechuas y tupiguaranies estaban sometidos a la mita, los obrajes, las haciendas y a tributar en las comunidades. Igual que los esclavos negros eran exploados en las plantaciones de azucar y de coca

Aunque en las filas reslistas hubo gente de esos sectores populares, la gran mayoria abrazo la causa de la independencia

Principales causas de la lucha

  • Explotacion de la mita minera de Potosi a los indios
  • Los repartos mercantiles obligatorios
  • Alza de los alcabalas a los productos que afectaban a los comerciantes
  • No participación d elos criollos y mestizos en la administracion pública
  • la abdicación del rey de Espana y la organización d ejuntas revolucionarias en Espana ante la invasion francesa

La historia del Schindler de Bolivia

Nota de prensa escrita en el periodico Página Siete que salio publicada el sabado 29 de Agosto de 2015 y fue escrita por Pablo Peralta

Una dimensión poco conocida de uno de los tres barones del estaño

El empresario minero Mauricio Hochschild salvó a varios judíos de los nazis; además de motivos humanitarios, este emprendedor buscó que aquellos contribuyeran.

Pablo Peralta M. / La Paz

Mauricio Hochschild fue uno de los barones del estaño. Pero hoy, gracias a recientes investigaciones, se conoce una faceta poco abordada sobre este personaje: mecenas para varios judíos, quienes escapaban del régimen nazi. "De los tres barones del estaño, Mauricio Hochschild ha sido el menos tratado en la historiografía boliviana”, comenta el politólogo e historiador León E. Bieber, quien es autor de la obra Dr. Mauricio Hochschild. Empresario minero, promotor e impulsor de la inmigración judía a Bolivia.

Este investigador comenta que hasta que publicó el libro, este año, no existía un sólo texto de historia o de ciencias sociales sobre esta personalidad. "Alusiones a él sólo se encontraban en pocas páginas, básicamente en el marco de trabajos sobre aspectos económicos y/o históricos de la realidad boliviana. Las referencias se centraban en su papel como rescatador de minerales y propietario minero, y, casi siempre, en su rol de empresario expoliador e insensible a cuestiones sociales”, agrega.

Para el expresidente Carlos D. Mesa, debido al proceder de Hochschild, respecto a los judíos, se le puede comparar con el empresario Oskar Schindler, quien salvó a varios judíos de los nazis. Su historia inspiró la película La lista de Schindler de Steven Spielberg.

El contexto político

Robert Brockmann, quien trabaja en un libro sobre Germán Busch, explica que durante el gobierno de éste (1937-1939) se dio la apertura para la migración judía al país. De forma paradójica, explica, Busch estaba en ese momento buscando la identidad política de su gobierno y en ese sentido efectuó acercamientos "muy fuertes” con el régimen de la Alemania nazi. Sin embargo, fue él quien también abrió la posibilidad para la migración de los judíos que escapaban de ese régimen.

"Es muy interesante que Busch, por una parte, haya estado acercándose a los nazis, desde un punto de vista ideológico y sin embargo, desde el otro, hubiera abierto las fronteras de Bolivia a los judíos, que eran vistos por los nazis por lo menos que era una cosa mala y ahí Hochschild es sin duda el gestor personal de las gestiones que hubo qué hacer para traer a los judíos a Bolivia”, expresa Brockmann.

El objetivo de Hoschschild

Además del objetivo humanitario de salvar vidas de sus congéneres del acoso de la política antisemita nazi, Hochschild buscaba generar un proceso migratorio de judíos a Bolivia con el fin de elevar la productividad agrícola del país. En ese marco es que buscó erigir un proyecto agrícola colonizador.

"Lo que sí es incuestionable es que el acoso cada vez mayor de los judíos en Alemania después de la designación de Adolfo Hitler al cargo de canciller fue determinante para que Hochschild se empeñase primero en hacer emigrar a los miembros de su familia de ese país y luego en apoyar a miles de fugitivos de ascendencia hebrea a radicarse en una república sudamericana, particularmente en Bolivia. En este sentido, no hay duda que tuvo una fuerte afinidad con sus congéneres”, afirma Bieber.

Sin embargo, este especialista considera que interpretar el proceder de Hochschild respecto al masivo arribo de judíos a Bolivia en función de su origen religioso ofusca el principal motivo de su conducta.

"Ante y sobre todo, don Mauricio fue, como se ha destacado, un empresario emprendedor y visionario. El resuelto y concluyente apoyo que prestó para que judíos pudiesen inmigrar a Bolivia y sus incansables empeños para integrarlos económicamente a este país, no sólo surgieron de su afán por salvar vidas humanas, sino, concomitantemente, de una concepción netamente empresarial: traer al país elemento humano capaz de elevar su productividad y de este modo modernizarlo”, explica.

En un cuestionario que este investigador respondió vía correo electrónico a Página Siete, comenta que el acta de la organización que el empresario creó, la Sociedad de Protección de los Inmigrantes Israelitas (SOPRO), estipulaba en sus estatutos integrar a los inmigrantes judíos "a la vida económica boliviana de manera productiva y, sobre todo, de orientarlos hacia la colonización agrícola”.

En ese marco es que también Hochschild promovió y gestó el proyecto de la Sociedad Colonizadora de Bolivia, que si bien tuvo una fase ascendente los primeros años, al final fracasó. En el cuestionario que el autor respondió, refiere que entre 1938 y 1940 llegaron a Bolivia aproximadamente 8.000 judíos.

La historia y el MNR

Pese a que la iniciativa que emprendió Hochschild se desarrolló durante la primera mitad del siglo XX, recién se está empezando a conocer esta faceta poco conocida del empresario minero. Brockmann lo atribuye a que tras la revolución del 52 el Movimiento Nacionalista Revolucionario estableció una fórmula: "Había una patria y había una antipatria y la patria eran los bolivianos pobres y mineros y explotados; y la antipatria eran los tres grandes barones del estaño: Patiño Hochschild y Aramayo.

"Y en ese sentido la historia que nos ha legado el MNR es una historia absolutamente maniquea entre buenos y malos. No hay ninguna clase de posibilidad para esa directriz de la historia, debajo de la cual todavía vivimos hoy, de establecer una gama de grises, que las hay, muchísimo. Hemos crecido bajo esa idea de que los tres mineros eran absolutamente malvados y que no hay nada rescatable que hubieran hecho”, comenta Brockmann.

Punto de vista

León E. Bieber Historiador

La vida y obra de este hombre son poco conocidas No me parece un acaso que de los tres barones del estaño Simón Patiño haya sido el hombre que en la historiografía de Bolivia llegó a acaparar a distancia de los otros la mayor atención. Era un boliviano nato, un mestizo que no había nacido en cuna de oro y quien gracias a su laboriosidad no sólo creó la empresa minera más grande que haya conocido ese país, sino que llegó a tener irradiación empresarial a nivel mundial; no por azar ha llegado a ser conocido como el rey del estaño.

Tamaña personalidad necesariamente tenía que llamar la atención tanto de apologistas como de denostadores en una medida que nunca correspondió a los dos otros barones. Cuando en la segunda década del siglo XX, la empresa de Patiño conocía un ascenso meteórico, Carlos Víctor Aramayo, el tercero de una dinastía de mineros que conoció su esplendor durante la explotación argentífera en la segunda mitad del siglo XVIII, ya había comenzado a opacarse para incluso tener que ceder su posición como segundo magnate minero a Mauricio Hochschild al cerrarse los años 20 del siglo pasado.

A diferencia de las dos personalidades nombradas, este último no había nacido en Bolivia (vio la luz del mundo en una pequeña ciudad alemana en 1881), país en el que vivió escasamente 23 años (de 1921 a 1944) y, además, ya en la tercera década de aquel siglo contaba con una empresa multinacional. A ello cabe agregar que hasta en las investigaciones realizadas por Carlos Antonio Tenorio L., hace escasamente cuestión de un lustro atrás, el acceso a bibliografía sobre Hochschild era un verdadero desafío, tanto si se considera la enorme dificultad de poder contar con fuentes primarias, así como el hecho que la mayor parte de la literatura sobre don Mauricio hasta el presente no está traducida al castellano. De ahí que en la parte final de mi citado libro señalo que tanto la vida como la obra empresarial de este hombre son, evidentemente, poco conocidas. Más adelante agrego que el saber sobre él "todavía puede ser profundizado en futuros estudios”, y que quizás académicos o aficionados emprenderán algún día esta tarea. Es cierto que últimamente han aparecido trabajos sobre Mauricio Hochschild. Así la ya mencionada investigación de Carlos Antonio Tenorio y la novela Los infames de Verónica Hormachea Gutiérrez. Ignoro las razones que han llevado a aquél y a ésta a interesarse por la figura del empresario minero. Mi obra es resultado de una inquietud por trabajar e investigar esta faceta tan desconocida de la historia boliviana y la suerte de que un buen amigo me ofreció la infraestructura para hacerlo.

Lo que considero que cabe rescatar de este esfuerzo por ocuparse nuevamente con la figura de un empresario de primera plana en la historia de Bolivia del siglo XX, es el hecho que a diferencia de las observaciones dispersas en diversos libros que existen sobre él y que responden básicamente a la tendencia del nacionalismo revolucionario en boga a consecuencia de la Guerra del Chaco y que perduró hasta al menos fines de los años 50 -tendencia que de manera absolutamente unilateral se ocupó de agraviar al biografiado- esta nueva literatura es más ponderada; en todo caso no sólo muestra los lados sombríos que con toda razón se le puede imputar a Mauricio Hochschild, sino también sus capacidades y virtudes.

La kantuta

La flor de la kantuta fue declarada Flor Nacional por Decreto Supremo  del 1 de enero de 1924 y el Decreto Supremo 22482del 27 de abrilde 1990durante al presidencia de Bautista Saavedra , esta flor andina es considerada como simbolo nacional porque se aprecian en sus petalos  los tres colores patrios

Para saber mas puede accder


https://es.wikipedia.org/wiki/Cantua_buxifolia

Foto https://sinalefa2.wordpress.com




















La escarapela

Este simbolo surgio con la Rvolución Francesa  por la necesidad de llevar una bandera  recogida en una cinta  con los colores del emblema  nacional

La actual escarapela fue modificada por Decreto Supremo de 1 de enero de 1924 bajo la presidencia de Mariano Bautista Saavedra

la escarapela bolivia consta de  una cinta tricolor fruncida al rededor de un punto. Los colores de la escarapela son rojo en el borde exterior, el amarillo en la banda central y el verde en la parte interior

Para saber mas puede acceder

https://es.wikipedia.org/wiki/Escarapela_de_Bolivia


Foto educa.bo



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