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Cazadores de Nazis - Klaus Barbie un NAZI en BOLIVIA

Durante la época oscura de las dictaduras en Sudamérica a mediados del siglo XX, Klaus Barbie mas conocido como "el carnicero de Lyon", se refugio en Bolivia gracias a los gobiernos militares de la dictadura y fue expulsado del pais cuando la democracia retorno al pais.

Klaus Barbie Altmann (Bad Godesberg, Alemania, 25 de octubre de 1913 - Lyon, Francia,25 de septiembre de 1991). Fue un alto oficial de las SS y de la Gestapo durante el régimen nazi involucrado en numerosos crímenes de guerra y contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente en Francia.

Salvado de la detención por los servicios secretos estadounidenses y el Vaticano y su Ratlines, con los que Barbie colaboró, pasó posteriormente a Bolivia, bajo identidad falsa, donde colaboró con las dictaduras militares del país latinoamericano. Fue finalmente expulsado a Francia, donde fue juzgado y condenado a cadena perpetua.

Se adhirió a las SS y al Sicherheitsdienst (SD) el 26 de septiembre de 1935, inmediatamente después de graduarse en Derecho en la universidad, y se afilió al Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP) el 1 de mayo de 1937, con el número de ficha 4.583.085.

En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Barbie fue destinado a la Sección IVB4 y enviado a Ámsterdam, y más tarde, en mayo de 1942, a Lyon, Francia. Allí se ganó el apodo de «El Carnicero de Lyon» como jefe de la Gestapo local. Fue acusado de numerosos crímenes, incluyendo la captura de cuarenta y cuatro niños judíos escondidos en la villa deIzieu, y la tortura y posterior muerte de Jean Moulin, el miembro de la Resistencia francesa de más alto rango jamás atrapado por los nazis. Sólo en Francia se atribuyen a su actividad o a la de sus subordinados el envío a campos de concentración de 7.500 personas, 4.432 asesinatos y el arresto y tortura de 14.311 combatientes de la Resistencia.

Su proceso judicial comenzó en enero de 1987 en Lyon. Barbie ya había sido condenado a muerte dos veces en ausencia durante su ocultamiento en Bolivia (en 1952 y 1954, en Francia), pero dado que los crímenes de guerra que tuvieron lugar en la Francia de Vichy prescribían a los 20 años, sólo se le juzgó por las deportaciones de poblaciones civiles.12 Fueron tres fundamentalmente: la deportación de los 44 niños judíos refugiados en una colonia en Izieu, la redada y posterior deportación de más de 80 personas en la sede de la Unión General de Israelíes de Francia de Lyon, y el denominado "último tren", en el que fueron deportadas entre 300 y 600 personas escasos días antes de la entrada de las tropas aliadas en Lyon.

Se autorizó a que se filmara el juicio debido a su alto valor histórico, si bien las imágenes del proceso no fueron difundidas inmediatamente. Barbie negó todos los cargos y se limitó a declarar. Su abogado defensor fue Jacques Vergès, quien utilizó un argumento basado en la tesis de que las acciones de Barbie no fueron más terribles que las de cualquier colonialista en cualquier parte del mundo, incluyendo a los franceses, quienes nunca eran perseguidos: "¿Qué nos da derecho a juzgar a Barbie cuando nosotros, en conjunto, como sociedad o como nación, somos culpables de crímenes similares?". El fiscal principal fue Pierre Truche.

Finalmente, el 4 de julio de aquel año fue sentenciado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad. Cuatro años después, encontrándose en prisión el 25 de Septiembre de 1991, falleció enfermo de Leucemia.




"The Devil’s Agent: The Life and Crimes of Nazi Klaus Barbie is a captivating and unique book that reveals the dark secrets and mindset of the Butcher of Lyon, his work as a U.S. and West German spy, his network of escaped
Nazis in South America, and his nefarious connections with mercenaries, cocaine traffickers and military dictators.

During 1942-1944, Klaus Barbie was a mid-level Nazi officer in charge of the Gestapo HQ in Lyon, France. His treatment of prisoners ranged from banal indifference to pleasure as he sadistically tortured and murdered his victims. After the war, what set him apart was the public role he played as an unscrupulous businessman and adviser to military rulers, and Western intelligence agencies, in close alliance with other escaped Nazis, while living in Bolivia. The unrepentant war criminal was the most important Nazi to continue operating as a public figure after World War II.

The Devil’s Agent describes co-author Peter McFarren’s personal encounters with Klaus Barbie in 1981, when McFarren and his colleague Maribel Schumacher were arrested in front of the Nazi’s Bolivian home after trying
to interview him for a story for The New York Times. McFarren obtained hundreds of Barbie’s personal photographs and letters from prison that have never been made public before.

Beyond their historical significance, these shine a light into Barbie’s compartmentalized inner life: devoted husband, torturer, loving father, spy, adaptive businessman, anti-Semite, opportunist. Combined with extensive use of the wealth of historical materials released in the decades since the fall of the Berlin Wall, the authors connect the inner Barbie with his times to provide insight into how collective evil occurs.

 From crimes against humanity to Holocausts, it happens step by banal step. McFarren also worked on the documentaries Hotel Terminus: The Life and Times of Klaus Barbie and My Enemy’s Enemy and wrote numerous articles about Barbie and the military regimes he supported.

After an extensive, decades-long search by Nazi hunters Beate and Serge Klarsfeld, Barbie was identified, captured and extradited to France. He was one of the few escaped Nazis tried and sentenced for crimes against humanity in occupied France. His expulsion from Bolivia to France in 1983 and his unprecedented trial and conviction generated tremendous publicity and deep soul-searching for a country that had still not faced up to its mixed record of supporting the Nazi regime while also resisting its occupation.

The book also details Barbie’s family history, the role he played as a Gestapo officer in Germanoccupied France, his responsibility for the murders of more than 14,000 Jews and French Resistance fi ghters during the Nazi Holocaust, his fl ight from Europe after the war with the backing of the U.S. Government, the Vatican and the International Red Cross, and his settlement in Bolivia with his wife Regine and two children. In Bolivia, Barbie
traffi cked in tanks and weapons and supported the hunt for the Argentine-Cuban guerrilla leader “Che” Guevara. He collaborated with cocaine traffi cking kingpin Roberto Suárez Gómez, authoritarian rightwing
military governments and a network of escaped Nazis, paramilitaries and mercenaries from Europe and South America to overthrow a Bolivian civilian government in 1980.

Klaus Barbie came to symbolize greed, inhumanity, hatred, abuse of power and collective and personal evil during the half century he operated in Europe and Latin America. His most sadistic and monstrous acts were committed during World War II, but it was in Bolivia that Barbie established a reputation as a cunning, ruthless and violent operative who acted without a moral compass.

The Devil’s Agent serves not only as a reminder of the horrors of the Holocaust; it takes us inside the inhuman and merciless mindsets that were behind these crimes and continue to plague ou

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=kp0rcmC3TUU


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