En 1986 hubo varias reuniones entre los ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia y Chile, Guillermo Bedregal y Jaime del Valle respectivamente, que dieron lugar a un nuevo proceso de negociación conocido como "Enfoque fresco "
Ambas autoridades hablaron sobre enclaves a favor de Bolivia. Hubo incluso un avance de acuerdo escrito en una servilleta, El expresidente Pinochet optó por cerrar estas conversaciones
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Capítulo 8 - Madera
Los tallados en madera realizados en la Chiquitanía boliviana, son un referente de la cultura de esa región. Descubre más en #OrígenesHuari, la serie de microdocumentales de National Geographic y #Huari
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=nMzbiuBAsa0
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=nMzbiuBAsa0
Día del mar 1975
A mediados de la decada de 1970 se inicio un proceso de negociación enter Bolivia y Chile con el objeto de otorgar a Bolivia un acceso soberano al Oceano Pacífico. Este proceso se inicio el 8 de febrero de 1975 con la declaración conjunta de Charana entre los presidentes de Bolivia Hugo Banzer y de Cjile Augusto Pinochet. Este pacto obliga a buscar formular de solución a los asuntos de ambos paises, entre estos el enclaustramiento
Los dictadore Hugo Banzer ( Bolivia ) y Augusto Pinochet ( Chile ) inician una negociación por la franja de Arica entre 1975 y 1977. El proceso se corto ante la negativa de una compensación
Los dictadore Hugo Banzer ( Bolivia ) y Augusto Pinochet ( Chile ) inician una negociación por la franja de Arica entre 1975 y 1977. El proceso se corto ante la negativa de una compensación
El degolladito del puente colgante
Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete el día domingo 3 de SEptiembre de 2017 en la revista Miradas en las páginas 6, 7, 8 y 9
La macabra historia del comerciante libanés que vendía joyas de fantasía en los centros mineros comenzó cuando la gente pensó que iba forrado en dinero y joyas.
Víctor Montoya
En un recodo del camino entre el cementerio general de Llallagua y los balnearios de Catavi, donde las cumbres de los cerros parecen senos de mujer y las rugosas pendientes polleras de chola potosina, divisé en el flanco derecho de una quebrada, a pocos metros más arriba del amarillento y ancho río, una solitaria tumba que algunos vecinos mandaron a construir en el mismo lugar donde alguien perdió la vida de un modo cruel.
Cuando descendí al río por un accidentado sendero, me encontré con un trabajador de los veneros, quien, pala en mano y las botas de goma metidas en el agua, lavaba un montón de tierra plomiza, con la esperanza de rescatar algunas libras de mineral.
–¿De quién es esa tumba?– le pregunté, señalándole con la mirada y el dedo índice.
–Es de Amadeu– contestó, evasivo, - pero te sugiero que no subas.
–¿Por qué no?
–Porque a los que se acercan a esa tumba, a invocar a espíritus malignos o a practicar cultos paganos, se les aparece Satán -dijo con voz cansina, mientras enderezaba la espalda y enterraba la punta de la pala cerca de sus botas.
–¿Y quién es Satán?
–¡Es Satanás! -exclamó. Seguidamente, con la mejilla abombada por la bola de coca, prosiguió –:
Le piden favores y Satán les concede…
–¿Entonces Amadeu representa a Satanás?
–Para unos sí, en cambio para otros es alma bendita y hace más milagros que nuestra Señora de la Asunción. Por ejemplo, un anciano le pidió que lo ayudara a curarse de su mal de mina y Amadeu le concedió su deseo. El anciano se sanó y hasta volvió a casarse tres veces. No faltan personas que vienen a pedirle favores. Le atribuyen poderes sobrenaturales, le rinden culto y hasta le venden su alma a cambio de que les haga un milagro; pero si no cumplen con él, los castiga con la muerte y pone en riesgo la vida de toda su familia.
–¿Y tú crees, en verdad, que Amadeu es un alma milagrosa? – le pregunté para ver cómo iba a reaccionar. Luego, mirándole a los ojos, añadí–: Si a una persona difunta se le atribuyen milagros, ésta puede llegar a ser beatificada y hasta canonizada por el Vaticano.
El trabajador de los veneros no supo que contestar. Se limpió el sudor de la frente con la manga de la chompa y sorbió el hilo de saliva verde por la coca que le escapaba por la comisura de los labios.
–No sé cuál será la verdad –repuso al poco rato–, pero yo veo a personas que pasan por este lugar persignándose y rezando el Padrenuestro…
–¿Y esa tumba estuvo siempre ahí ? ¿En ese lugar poco accesible?
–No, contestó seguro de sí mismo. Antes estuvo aquí abajo, en la orilla del río, al lado de una cueva habitada por un loco andrajoso, quien se apareció de la nada, diciendo que era el guardián de la tumba del Degolladito…
El guardián del alma del Degolladito
El loco deambulaba por las calles asustando a los niños, mendigando casa por casa y reuniendo los huesos que algunos vecinos le daban, enterados de que el pobre desgraciado los apilaba en la entrada de la cueva, como si los huesos fueran amuletos o talismanes para protegerse de los demonios y cuidar el alma del Degolladito, quien cumplía los deseos de sus devotos y deshacía los maleficios de las personas que fueron trabajadas por la magia negra de un "layqa” (hechicero).
Así vivió el loco por mucho tiempo, hasta que encontró la muerte el año en que llovió varios días y varias noches. El caudal del río creció tanto que, además de arrastrar piedras, perros y gatos por debajo del puente colgante, se llevó la tumba del Degolladito y se comió la cueva del loco, quien, por estar borracho y dormido, no se dio cuenta de que el río acabaría con su vida.
Días más tarde, encontraron su cadáver enterrado bajo la lama plomiza y el remanso del agua de copajira, más o menos a la altura de Andavilque, donde los vecinos constataron que tenía el cuerpo desnudo y plegado como un acordeón, los huesos rotos y el cráneo partido en pedazos.
Ni bien pasó el temporal y el río volvió a su cauce, las personas más supersticiosas, que tenían devoción por el Degolladito, mandaron a construir una tumba en la pendiente del cerro, más arriba del río, para evitar que el caudal se lo llevara otra vez…
Mi curiosidad por ver de cerca la tumba, a pesar de las advertencias del trabajador de los veneros, creció dentro de mí como si me persuadiera una voz interior. De modo que me despedí del venerista y subí hasta la tumba, trepándome por la escarpada ladera del cerro. Ya en el lugar, sentí que estaba sugestionado, como si me rodeara una energía sobrenatural, introduciéndome en una suerte de acto ritual, que oscila entre la realidad y la fantasía, entre la luz y las tinieblas, entre lo cierto y lo enigmático, entre lo profano y lo divino, entre la vida y la muerte.
En la tumba del Degolladito
En las esquinas de la tumba había floreros de cristal y en la parte frontal una inscripción que decía: "Amadeu Martínez Q.E.P.D.”; un detalle que me dejó perplejo, causándome una confusión entre la historia del comerciante libanés, que conocía desde siempre, y el apellido "Martínez” que, por ser de origen español, no podía corresponder a un ciudadano de Oriente Próximo. De todos modos, la tumba, con nombre o sin él, no podía ser de otro difunto que del comerciante libanés, quien, hace ya muchas décadas atrás, fue degollado en el puente colgante entre Llallagua y Catavi.
Me puse de cuclillas y sentí un fuerte olor a k’oa (incienso), que emergió del interior de la tumba a través de una rejilla metálica. Miré hacia adentro y, como en cualquier sitio donde reina una energía sagrada, divisé hojas de coca, botellitas de plástico con alcohol, cigarrillos de diversas marcas, velas blancas y negras derretidas, y, entre las ofrendas y restos de k’oa, encontré la fotografía de un hombre que tenía dos alfileres atravesados de lado a lado, una en el rostro y otra en los genitales.
En otras fotografías, envueltas con lanas de colores, estaba adherida una hoja de papel manchada con sangre. En uno de los mensajes, escrito a pulso y con letra de imprenta, una mujer le pedía a Amadeu que castigue a la amante de su marido, y que, si es posible, lo haga volver a su hogar por la felicidad de ella y de sus hijos.
En otro mensaje se podía leer el deseo de otra mujer: "Querido Amadeu. Nunca vine a pedirte nada. Es la primera vez. Por favor hazme el milagro de que mi amado me entregue su cuerpo y su corazón. Te prometo que te daré una misa cuando cumplas con mi pedido. Te agradeceré mucho y nunca olvidaré”.
La chicharronera tramó la decapitación
Cuando terminé de leer los mensajes, cerré la rejilla metálica de cuya argolla pendía un candado oxidado y me retiré de la tumba de Amadeu Martínez, aunque seguía pensando en que éste era la misma tumba del comerciante libanés, que antes estaba ubicado en el borde del río.
Aún recuerdo esa tumba del que yo, cuando era niño y cada vez que iba a los balnearios de Catavi, me robaba las monedas que los supersticiosos depositaban en una suerte de alcancía de hojalata, para comprarme con ese dinero los refrescos y las salteñas al salir del "Baño Obrero”. Sin embargo, debo reconocer que cuando era niño no sabía el porqué la gente dejaba monedas en la tumba, que más parecía un sitio de romería, lleno de ramos de flores y vasijas con agua.
La macabra historia del comerciante libanés, que vendía joyas de fantasía en los centros mineros, comenzó el mismo día en que la gente, al verlo pulcramente vestido y llevando a cuestas una caja llena de mercancías de orfebrería, concibió la idea de que el forastero tenía el cuerpo forrado de joyas y dinero.
Se sabía también que este personaje llegado de allende los mares, con los mostachos espesos y los ojos color ámbar, cada vez que estaba en Llallagua, iba a servirse el mentado chicharrón en la tienda de un callejón, que comunicaba a la calle Linares con la Bolívar, donde se zampaba un plato lleno de motes, huevos cocidos, queso, charque de llama y una sabrosa porción de llajwa, que le recordaba a las picantes salsas del kibbeh que solía comer en su lejana tierra.
Cuando el comerciante libanés terminaba de servirse el chicharrón, chupándose los dedos y relamiéndose los labios, solía servirse, lo que él llamaba en su extraño acento español "un vaso de asentativo”, que la "dueña de casa” preparaba a base de singani, soda y limón.
La chicharronera, una mujer regordeta, petisa y jovial, que parecía haber nacido para llenarse de dinero a cambio de ofrecer a los clientes su sonrisa de oreja a oreja y sus habilidades en la cocina, puso en marcha el plan que tenía pensado desde hace tiempo: acabar con la vida del comerciante libanés. Así es que, interesada en sustraerle sus joyas y dinero, se le acercó fingiendo tenerlo en gran estima y lo invitó a quedarse un ratito más, mientras ponía sobre la mesa una jarra de chuflay.
–Es la amabilidad de la casa–, le dijo. Luego giró sobre los talones y, batiendo la pollera con su abultado trasero, desapareció con vertiginosa rapidez en la cocina.
El comerciante libanés no alcanzó a agradecerle por el gesto, pero se sintió alagado como todo hombre consentido por una mujer. Y, sin sospechar las malas intenciones de la "dueña de casa”, empezó a libar la bebida alcohólica hasta quedar completamente ebrio.
Fue entonces que la chicharronera se convenció de que la trampa que le tendió al comerciante libanés iba a funcionar a la perfección, y que, sabiendo que no tenía familiares ni residencia fija en Bolivia, sería muy fácil acabar con él para luego apoderarse de los bienes que cargaba en el cuerpo, la cartera y la caja.
Entrada ya la noche, la chicharronera se acercó a su cliente por enésima vez y, retirando de la mesas el vaso y la jarra de chuflay, le dijo que ya era hora de cerrar la tienda.
El comerciante libanés, abrazándose a su caja de joyas como por instinto, procuró levantarse de la silla, pero no pudo por mucho que lo intentó.
–Déjalo nomás tu caja, yo te lo cuidaré –le dijo la chicharronera–. Si la llevas contigo, puedes perderla en el camino.
El comerciante libanés, que estaba más borracho que nunca, la miró por debajo del ala de su sombrero y no dijo nada, hasta que ella, aprovechándose de su estado etílico, lo convenció diciéndole:
–Mañana puedes pasar a recoger tu caja. Aquí nunca se pierde nada…
El peón de la chicharronera
En ese momento se apareció en la tienda el peón que la ayudaba en la cocina. Era un campesino oriundo de un ayllu del norte de Potosí, que llegó a Llallagua con la pretensión de trabajar como cargador en la pulpería de Siglo XX. La chicharronera, que era una mujer soltera y sin hijos, lo acogió en su casa, convirtiéndolo en su peón y confidente, desde el primer día que se cruzaron sus caminos en la puerta de una carnicería donde ella solía comprar las presas de cerdo para preparar el chicharrón.
El peón de la chicharronera, que era un indígena de estatura alta y fornido cuerpo, tenía el rostro anguloso, los ojos hundidos, la nariz picuda y la piel tostada por las inclemencias del altiplano. No estaba acostumbrado a hablar y mucho menos a hacer preguntas; no obstante, con la misma actitud sumisa de los indígenas que trabajaban como pongos en la hacienda de los patrones, estaba acostumbrado a cumplir con los mandados sin cuestionar ni rechazar.
La chicharronera, hablándole al peón en quechua, un idioma que no entendía el comerciante libanés, le entregó un fajo de billetes por adelantado. El peón, con los ojos encendidos por la ambición, recibió los billetes y se los guardó en la chuspa que colgaba de su cuello.
–El resto, como ya acordamos, te lo completaré después –le dijo la mujer, mientras le entregaba el arma con el cual debía cometer el crimen. Se trataba de un enorme cuchillo que ella usaba para trocear los huesos de los cerdos, de 12 pulgadas de ancho, con mango de madera y una hoja más afilada que una navaja.
El peón no tardó en esconder el cuchillo debajo de su poncho, mientras miraba de rato en rato a su futura víctima, quien roncaba con la cabeza apoyada sobre la mesa.
La chicharronera se apresuró en levantar la caja de joyas y, con la cara rebosante de felicidad, desapareció en la cocina.
El peón se acercó al comerciante libanés, lo cogió por los brazos, lo ayudó a ponerse de pie y lo sacó por la angosta puerta de la tienda. Ya en la calle y bajo el amparo de la noche, ambos recorrieron por las calles de Llallagua.
El peón lo conducía sujetándolo del brazo, mientras el borracho caminaba arrastrando los pies y tambaleándose como un velamen mecido por el viento. Bajaron por la carretera rumbo a Catavi, cruzaron por los rieles del tren metalero, por la puerta del cementerio general y tomaron el sendero que llevaba hacia la quebrada del río, donde estaba el puente colgante que había que atravesar para llegar a la Pampa María Barzola y luego a los campamentos de la Empresa Minera Catavi.
Un crimen atroz en el puente colgante
El peón, antes de que cruzaran por el puente colgante, se apartó del comerciante libanés, simulando que tenía ganas de orinar. Después se le acercó sigilosamente por la espalda, lo sujetó por los hombros con sus enormes manos y, cargándose de una energía brutal, lo tiró hacia atrás tumbándolo de espaldas contra el suelo pedregoso y polvoriento. Acto seguido, se montó a horcajadas sobre el pecho, lo inmovilizó con la mano izquierda, mientras con la derecha sacó el enorme cuchillo de su poncho, hizo brillar el afilado metal ante el reflejo glacial de la luna y, ¡zas!, le cercenó la cabeza de un solo tajo.
La sangre saltó a chorros y el peón de la chicharronera, aturdido por el crimen que acababa de cometer con premeditación y alevosía, se dio prisa en arrojar la cabeza, con los ojos abiertos y los dientes apretados, a la corriente del río que, a esas alturas del año, corría con bastante caudal por debajo del puente colgante, encajonándose quebrada abajo entre juncos y piedras.
El peón hizo lo que le instruyó la chicharronera; metió el cuerpo del comerciante libanés en una bolsa de plástico y ésta en un gangocho que servía para transportar papas. Seguidamente, tapó los vestigios de sangre con la misma tierra del lugar, cargó el bulto sobre sus hombros y abandonó el escenario del crimen a paso ligero y apretado, sin volver la mirada atrás y sin otro pensamiento que recibir el resto del dinero que le prometió la chicharronera.
Cuando llegó a la tienda, empujó la puerta entreabierta y tiró el cuerpo sin cabeza en el piso la cocina. La chicharronera le canceló lo prometido y le dijo que retornara a su ayllu, recomendándole que nunca abriera la boca si quería permanecer con vida junto a su familia. El peón, con el semblante perturbado y las manos temblorosas, aceptó con un simple movimiento de cabeza y la boca cerrada, cogió sus pocas pertenencias que estaban envueltas en un descolorido aguayo y salió por la puerta de calle, sin que nadie lo viera, aparte de las estrellas que parpadeaban colgadas en las alturas.
El cuerpo convertido en chicharrón
La chicharronera, apoderándose del mismo cuchillo que utilizó el peón para cometer el homicidio, sacó el cadáver de las bolsas y, desesperada por ocultar las evidencias del crimen, le quitó las ropas manchadas de sangre y troceó tanto las extremidades como el cuerpo del comerciante libanés. Al cabo de un tiempo, tiró las ropas hacia las crepitantes llamas del fogón y puso los trozos de carne en el mismo perol donde freía el chicharrón de cerdo.
A la mañana siguiente, un hombre que se dirigía a los balnearios de Catavi, como todos los sábados al amanecer, encontró estremecido de horror la cabeza del comerciante libanés a un costado del río y muy cerca del sendero que conducía a los baños termales.
Horas más tarde, cuando dio parte del macabro hallazgo a la Policía, dijo que la cabeza estaba entre un promontorio de piedras, allí donde viraba el curso del río. Lo demás quedó a cargo de la autopsia de ley de la Policía, que se ocupó de averiguar la identidad del Degolladito y de dar con el paradero de los culpables de este horrendo crimen.
Al cabo de un día de rastrear las pistas que podían echar luces sobre los móviles del crimen y luego del examen forense de la cabeza del occiso, se llegó a la conclusión de que pertenecía a una persona de sexo masculino, cuya edad oscilaba entre 35 y 40 años. Se dijo también que la muerte fue por degollamiento y que tenía una data de no más de un día.
El precio de la caja de joyas
Mientras esto sucedía en las dependencias del Departamento de Investigación Criminal (DIC) de Llallagua, la chicharronera se encontraba en la ciudad de Oruro, con la intención de vender la caja de joyas en una casa que compraba oro y plata al contado, pero grande fue su sorpresa al enterarse de que las joyas no eran de metal noble, sino simples fantasías, bañadas con oro y plata, que el comerciante libanés vendía a bajo precio en los distritos mineros, y que la bolsa de lana que colgaba de su cuello no estaba llena de dinero, sino de cartas escritas en un raro alfabeto cuyas letras, más que letras, parecían los jeroglíficos de un idioma desconocido.
El chasco que se llevó la chicharronera fue de tal magnitud, que se golpeó el pecho de arrepentimiento y no supo qué hacer con su maldita ambición de llenarse de dinero a cualquier costa, así sea cobrando la vida de un humilde hombre que escapó de la pobreza de su país para encontrar una despiadada muerte a medio camino entre Llallagua y Catavi.
Algunos vecinos que tenían amistad con el comerciante libanés, tras anoticiarse de que fue degollado en el puente colgante, se embargaron de dolor y clamaron que la justicia dé con los asesinos.
No obstante, como se trataba de un ciudadano extranjero que no tenía familiares en Bolivia, las autoridades policiales encarpetaron la investigación y sólo las personas de buena fe, para evitar que se condenara como alma en pena, reunieron un considerable monto de dinero para construir una tumba y darle una cristiana sepultura, a pesar de que él era musulmán, en el mismo lugar donde fue hallada su cabeza, desmembrada del cuerpo que no volvió a aparecer por ningún lado, debido a que los comensales sabatinos se lo comieron convertido en chicharrón.
El peón de la chicharronera, autor material del crimen, desapareció como si la tierra se lo hubiese tragado entero; en tanto la ella, que fue absuelta de toda sospecha y culpa, un día puso un macizo candado en la puerta de su tienda y desapareció de Llallagua, sin decir nada a nadie ni dejar que nadie le siguiera sus pasos, salvo el alma del Degolladito, que no la dejó vivir en paz hasta el día de su muerte.
La macabra historia del comerciante libanés que vendía joyas de fantasía en los centros mineros comenzó cuando la gente pensó que iba forrado en dinero y joyas.
Víctor Montoya
En un recodo del camino entre el cementerio general de Llallagua y los balnearios de Catavi, donde las cumbres de los cerros parecen senos de mujer y las rugosas pendientes polleras de chola potosina, divisé en el flanco derecho de una quebrada, a pocos metros más arriba del amarillento y ancho río, una solitaria tumba que algunos vecinos mandaron a construir en el mismo lugar donde alguien perdió la vida de un modo cruel.
Cuando descendí al río por un accidentado sendero, me encontré con un trabajador de los veneros, quien, pala en mano y las botas de goma metidas en el agua, lavaba un montón de tierra plomiza, con la esperanza de rescatar algunas libras de mineral.
–¿De quién es esa tumba?– le pregunté, señalándole con la mirada y el dedo índice.
–Es de Amadeu– contestó, evasivo, - pero te sugiero que no subas.
–¿Por qué no?
–Porque a los que se acercan a esa tumba, a invocar a espíritus malignos o a practicar cultos paganos, se les aparece Satán -dijo con voz cansina, mientras enderezaba la espalda y enterraba la punta de la pala cerca de sus botas.
–¿Y quién es Satán?
–¡Es Satanás! -exclamó. Seguidamente, con la mejilla abombada por la bola de coca, prosiguió –:
Le piden favores y Satán les concede…
–¿Entonces Amadeu representa a Satanás?
–Para unos sí, en cambio para otros es alma bendita y hace más milagros que nuestra Señora de la Asunción. Por ejemplo, un anciano le pidió que lo ayudara a curarse de su mal de mina y Amadeu le concedió su deseo. El anciano se sanó y hasta volvió a casarse tres veces. No faltan personas que vienen a pedirle favores. Le atribuyen poderes sobrenaturales, le rinden culto y hasta le venden su alma a cambio de que les haga un milagro; pero si no cumplen con él, los castiga con la muerte y pone en riesgo la vida de toda su familia.
–¿Y tú crees, en verdad, que Amadeu es un alma milagrosa? – le pregunté para ver cómo iba a reaccionar. Luego, mirándole a los ojos, añadí–: Si a una persona difunta se le atribuyen milagros, ésta puede llegar a ser beatificada y hasta canonizada por el Vaticano.
El trabajador de los veneros no supo que contestar. Se limpió el sudor de la frente con la manga de la chompa y sorbió el hilo de saliva verde por la coca que le escapaba por la comisura de los labios.
–No sé cuál será la verdad –repuso al poco rato–, pero yo veo a personas que pasan por este lugar persignándose y rezando el Padrenuestro…
–¿Y esa tumba estuvo siempre ahí ? ¿En ese lugar poco accesible?
–No, contestó seguro de sí mismo. Antes estuvo aquí abajo, en la orilla del río, al lado de una cueva habitada por un loco andrajoso, quien se apareció de la nada, diciendo que era el guardián de la tumba del Degolladito…
El guardián del alma del Degolladito
El loco deambulaba por las calles asustando a los niños, mendigando casa por casa y reuniendo los huesos que algunos vecinos le daban, enterados de que el pobre desgraciado los apilaba en la entrada de la cueva, como si los huesos fueran amuletos o talismanes para protegerse de los demonios y cuidar el alma del Degolladito, quien cumplía los deseos de sus devotos y deshacía los maleficios de las personas que fueron trabajadas por la magia negra de un "layqa” (hechicero).
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Foto periodico Página Siete |
Así vivió el loco por mucho tiempo, hasta que encontró la muerte el año en que llovió varios días y varias noches. El caudal del río creció tanto que, además de arrastrar piedras, perros y gatos por debajo del puente colgante, se llevó la tumba del Degolladito y se comió la cueva del loco, quien, por estar borracho y dormido, no se dio cuenta de que el río acabaría con su vida.
Días más tarde, encontraron su cadáver enterrado bajo la lama plomiza y el remanso del agua de copajira, más o menos a la altura de Andavilque, donde los vecinos constataron que tenía el cuerpo desnudo y plegado como un acordeón, los huesos rotos y el cráneo partido en pedazos.
Ni bien pasó el temporal y el río volvió a su cauce, las personas más supersticiosas, que tenían devoción por el Degolladito, mandaron a construir una tumba en la pendiente del cerro, más arriba del río, para evitar que el caudal se lo llevara otra vez…
Mi curiosidad por ver de cerca la tumba, a pesar de las advertencias del trabajador de los veneros, creció dentro de mí como si me persuadiera una voz interior. De modo que me despedí del venerista y subí hasta la tumba, trepándome por la escarpada ladera del cerro. Ya en el lugar, sentí que estaba sugestionado, como si me rodeara una energía sobrenatural, introduciéndome en una suerte de acto ritual, que oscila entre la realidad y la fantasía, entre la luz y las tinieblas, entre lo cierto y lo enigmático, entre lo profano y lo divino, entre la vida y la muerte.
En la tumba del Degolladito
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Me puse de cuclillas y sentí un fuerte olor a k’oa (incienso), que emergió del interior de la tumba a través de una rejilla metálica. Miré hacia adentro y, como en cualquier sitio donde reina una energía sagrada, divisé hojas de coca, botellitas de plástico con alcohol, cigarrillos de diversas marcas, velas blancas y negras derretidas, y, entre las ofrendas y restos de k’oa, encontré la fotografía de un hombre que tenía dos alfileres atravesados de lado a lado, una en el rostro y otra en los genitales.
En otras fotografías, envueltas con lanas de colores, estaba adherida una hoja de papel manchada con sangre. En uno de los mensajes, escrito a pulso y con letra de imprenta, una mujer le pedía a Amadeu que castigue a la amante de su marido, y que, si es posible, lo haga volver a su hogar por la felicidad de ella y de sus hijos.
En otro mensaje se podía leer el deseo de otra mujer: "Querido Amadeu. Nunca vine a pedirte nada. Es la primera vez. Por favor hazme el milagro de que mi amado me entregue su cuerpo y su corazón. Te prometo que te daré una misa cuando cumplas con mi pedido. Te agradeceré mucho y nunca olvidaré”.
La chicharronera tramó la decapitación
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Aún recuerdo esa tumba del que yo, cuando era niño y cada vez que iba a los balnearios de Catavi, me robaba las monedas que los supersticiosos depositaban en una suerte de alcancía de hojalata, para comprarme con ese dinero los refrescos y las salteñas al salir del "Baño Obrero”. Sin embargo, debo reconocer que cuando era niño no sabía el porqué la gente dejaba monedas en la tumba, que más parecía un sitio de romería, lleno de ramos de flores y vasijas con agua.
La macabra historia del comerciante libanés, que vendía joyas de fantasía en los centros mineros, comenzó el mismo día en que la gente, al verlo pulcramente vestido y llevando a cuestas una caja llena de mercancías de orfebrería, concibió la idea de que el forastero tenía el cuerpo forrado de joyas y dinero.
Se sabía también que este personaje llegado de allende los mares, con los mostachos espesos y los ojos color ámbar, cada vez que estaba en Llallagua, iba a servirse el mentado chicharrón en la tienda de un callejón, que comunicaba a la calle Linares con la Bolívar, donde se zampaba un plato lleno de motes, huevos cocidos, queso, charque de llama y una sabrosa porción de llajwa, que le recordaba a las picantes salsas del kibbeh que solía comer en su lejana tierra.
Cuando el comerciante libanés terminaba de servirse el chicharrón, chupándose los dedos y relamiéndose los labios, solía servirse, lo que él llamaba en su extraño acento español "un vaso de asentativo”, que la "dueña de casa” preparaba a base de singani, soda y limón.
La chicharronera, una mujer regordeta, petisa y jovial, que parecía haber nacido para llenarse de dinero a cambio de ofrecer a los clientes su sonrisa de oreja a oreja y sus habilidades en la cocina, puso en marcha el plan que tenía pensado desde hace tiempo: acabar con la vida del comerciante libanés. Así es que, interesada en sustraerle sus joyas y dinero, se le acercó fingiendo tenerlo en gran estima y lo invitó a quedarse un ratito más, mientras ponía sobre la mesa una jarra de chuflay.
–Es la amabilidad de la casa–, le dijo. Luego giró sobre los talones y, batiendo la pollera con su abultado trasero, desapareció con vertiginosa rapidez en la cocina.
El comerciante libanés no alcanzó a agradecerle por el gesto, pero se sintió alagado como todo hombre consentido por una mujer. Y, sin sospechar las malas intenciones de la "dueña de casa”, empezó a libar la bebida alcohólica hasta quedar completamente ebrio.
Fue entonces que la chicharronera se convenció de que la trampa que le tendió al comerciante libanés iba a funcionar a la perfección, y que, sabiendo que no tenía familiares ni residencia fija en Bolivia, sería muy fácil acabar con él para luego apoderarse de los bienes que cargaba en el cuerpo, la cartera y la caja.
Entrada ya la noche, la chicharronera se acercó a su cliente por enésima vez y, retirando de la mesas el vaso y la jarra de chuflay, le dijo que ya era hora de cerrar la tienda.
El comerciante libanés, abrazándose a su caja de joyas como por instinto, procuró levantarse de la silla, pero no pudo por mucho que lo intentó.
–Déjalo nomás tu caja, yo te lo cuidaré –le dijo la chicharronera–. Si la llevas contigo, puedes perderla en el camino.
El comerciante libanés, que estaba más borracho que nunca, la miró por debajo del ala de su sombrero y no dijo nada, hasta que ella, aprovechándose de su estado etílico, lo convenció diciéndole:
–Mañana puedes pasar a recoger tu caja. Aquí nunca se pierde nada…
El peón de la chicharronera
En ese momento se apareció en la tienda el peón que la ayudaba en la cocina. Era un campesino oriundo de un ayllu del norte de Potosí, que llegó a Llallagua con la pretensión de trabajar como cargador en la pulpería de Siglo XX. La chicharronera, que era una mujer soltera y sin hijos, lo acogió en su casa, convirtiéndolo en su peón y confidente, desde el primer día que se cruzaron sus caminos en la puerta de una carnicería donde ella solía comprar las presas de cerdo para preparar el chicharrón.
El peón de la chicharronera, que era un indígena de estatura alta y fornido cuerpo, tenía el rostro anguloso, los ojos hundidos, la nariz picuda y la piel tostada por las inclemencias del altiplano. No estaba acostumbrado a hablar y mucho menos a hacer preguntas; no obstante, con la misma actitud sumisa de los indígenas que trabajaban como pongos en la hacienda de los patrones, estaba acostumbrado a cumplir con los mandados sin cuestionar ni rechazar.
La chicharronera, hablándole al peón en quechua, un idioma que no entendía el comerciante libanés, le entregó un fajo de billetes por adelantado. El peón, con los ojos encendidos por la ambición, recibió los billetes y se los guardó en la chuspa que colgaba de su cuello.
–El resto, como ya acordamos, te lo completaré después –le dijo la mujer, mientras le entregaba el arma con el cual debía cometer el crimen. Se trataba de un enorme cuchillo que ella usaba para trocear los huesos de los cerdos, de 12 pulgadas de ancho, con mango de madera y una hoja más afilada que una navaja.
El peón no tardó en esconder el cuchillo debajo de su poncho, mientras miraba de rato en rato a su futura víctima, quien roncaba con la cabeza apoyada sobre la mesa.
La chicharronera se apresuró en levantar la caja de joyas y, con la cara rebosante de felicidad, desapareció en la cocina.
El peón se acercó al comerciante libanés, lo cogió por los brazos, lo ayudó a ponerse de pie y lo sacó por la angosta puerta de la tienda. Ya en la calle y bajo el amparo de la noche, ambos recorrieron por las calles de Llallagua.
El peón lo conducía sujetándolo del brazo, mientras el borracho caminaba arrastrando los pies y tambaleándose como un velamen mecido por el viento. Bajaron por la carretera rumbo a Catavi, cruzaron por los rieles del tren metalero, por la puerta del cementerio general y tomaron el sendero que llevaba hacia la quebrada del río, donde estaba el puente colgante que había que atravesar para llegar a la Pampa María Barzola y luego a los campamentos de la Empresa Minera Catavi.
Un crimen atroz en el puente colgante
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La sangre saltó a chorros y el peón de la chicharronera, aturdido por el crimen que acababa de cometer con premeditación y alevosía, se dio prisa en arrojar la cabeza, con los ojos abiertos y los dientes apretados, a la corriente del río que, a esas alturas del año, corría con bastante caudal por debajo del puente colgante, encajonándose quebrada abajo entre juncos y piedras.
El peón hizo lo que le instruyó la chicharronera; metió el cuerpo del comerciante libanés en una bolsa de plástico y ésta en un gangocho que servía para transportar papas. Seguidamente, tapó los vestigios de sangre con la misma tierra del lugar, cargó el bulto sobre sus hombros y abandonó el escenario del crimen a paso ligero y apretado, sin volver la mirada atrás y sin otro pensamiento que recibir el resto del dinero que le prometió la chicharronera.
Cuando llegó a la tienda, empujó la puerta entreabierta y tiró el cuerpo sin cabeza en el piso la cocina. La chicharronera le canceló lo prometido y le dijo que retornara a su ayllu, recomendándole que nunca abriera la boca si quería permanecer con vida junto a su familia. El peón, con el semblante perturbado y las manos temblorosas, aceptó con un simple movimiento de cabeza y la boca cerrada, cogió sus pocas pertenencias que estaban envueltas en un descolorido aguayo y salió por la puerta de calle, sin que nadie lo viera, aparte de las estrellas que parpadeaban colgadas en las alturas.
El cuerpo convertido en chicharrón
La chicharronera, apoderándose del mismo cuchillo que utilizó el peón para cometer el homicidio, sacó el cadáver de las bolsas y, desesperada por ocultar las evidencias del crimen, le quitó las ropas manchadas de sangre y troceó tanto las extremidades como el cuerpo del comerciante libanés. Al cabo de un tiempo, tiró las ropas hacia las crepitantes llamas del fogón y puso los trozos de carne en el mismo perol donde freía el chicharrón de cerdo.
A la mañana siguiente, un hombre que se dirigía a los balnearios de Catavi, como todos los sábados al amanecer, encontró estremecido de horror la cabeza del comerciante libanés a un costado del río y muy cerca del sendero que conducía a los baños termales.
Horas más tarde, cuando dio parte del macabro hallazgo a la Policía, dijo que la cabeza estaba entre un promontorio de piedras, allí donde viraba el curso del río. Lo demás quedó a cargo de la autopsia de ley de la Policía, que se ocupó de averiguar la identidad del Degolladito y de dar con el paradero de los culpables de este horrendo crimen.
Al cabo de un día de rastrear las pistas que podían echar luces sobre los móviles del crimen y luego del examen forense de la cabeza del occiso, se llegó a la conclusión de que pertenecía a una persona de sexo masculino, cuya edad oscilaba entre 35 y 40 años. Se dijo también que la muerte fue por degollamiento y que tenía una data de no más de un día.
El precio de la caja de joyas
Mientras esto sucedía en las dependencias del Departamento de Investigación Criminal (DIC) de Llallagua, la chicharronera se encontraba en la ciudad de Oruro, con la intención de vender la caja de joyas en una casa que compraba oro y plata al contado, pero grande fue su sorpresa al enterarse de que las joyas no eran de metal noble, sino simples fantasías, bañadas con oro y plata, que el comerciante libanés vendía a bajo precio en los distritos mineros, y que la bolsa de lana que colgaba de su cuello no estaba llena de dinero, sino de cartas escritas en un raro alfabeto cuyas letras, más que letras, parecían los jeroglíficos de un idioma desconocido.
El chasco que se llevó la chicharronera fue de tal magnitud, que se golpeó el pecho de arrepentimiento y no supo qué hacer con su maldita ambición de llenarse de dinero a cualquier costa, así sea cobrando la vida de un humilde hombre que escapó de la pobreza de su país para encontrar una despiadada muerte a medio camino entre Llallagua y Catavi.
Algunos vecinos que tenían amistad con el comerciante libanés, tras anoticiarse de que fue degollado en el puente colgante, se embargaron de dolor y clamaron que la justicia dé con los asesinos.
No obstante, como se trataba de un ciudadano extranjero que no tenía familiares en Bolivia, las autoridades policiales encarpetaron la investigación y sólo las personas de buena fe, para evitar que se condenara como alma en pena, reunieron un considerable monto de dinero para construir una tumba y darle una cristiana sepultura, a pesar de que él era musulmán, en el mismo lugar donde fue hallada su cabeza, desmembrada del cuerpo que no volvió a aparecer por ningún lado, debido a que los comensales sabatinos se lo comieron convertido en chicharrón.
El peón de la chicharronera, autor material del crimen, desapareció como si la tierra se lo hubiese tragado entero; en tanto la ella, que fue absuelta de toda sospecha y culpa, un día puso un macizo candado en la puerta de su tienda y desapareció de Llallagua, sin decir nada a nadie ni dejar que nadie le siguiera sus pasos, salvo el alma del Degolladito, que no la dejó vivir en paz hasta el día de su muerte.
Día del mar 1961
Chile, mediante su embajador en La Paz, Manuel Trucco, presento un memorandum, el 10 de Julio de 1961 en el ratifico su obligación de negociar el acceso soberano de Bolivia al Oceano Pacífico y en el que anuncia que Chile estudia las posibilidades de solucionar el problema maritimo de Bolivia según el acuerdo de junio de 1950
En abril de 1962 Chile desvio unilateralmente las aguas del rio Lauca, lo que genero una controversia con Bolivia que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos paises
En abril de 1962 Chile desvio unilateralmente las aguas del rio Lauca, lo que genero una controversia con Bolivia que provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos paises
Video Musical compuesto por Evo Morales
Asi como lo lees, el presidente Evo Morales Ayma compone la letra de la canción: viva la coca, mueran yanquis
La canción en ritmo de salay Mama coca: L (letra): Evo Morales; M (música): Pastor Cámara.
capa del CD
Fuente: https://www.youtube.com/watch?time_continue=12&v=oR8XWPp68p8
La canción en ritmo de salay Mama coca: L (letra): Evo Morales; M (música): Pastor Cámara.
capa del CD
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Foto periodico La Razón |
Fuente: https://www.youtube.com/watch?time_continue=12&v=oR8XWPp68p8
Día del mar 1922
El representante chileno Agustin Edwards ofrecio iniciar negociaciones directas con Bolivia para abordar la cuestión sobre su enclaustramiento marítimo. Un ano despues el delegado chilen Manuel Rivas Vicuna mediante nota de 19 de Septiembre de 1922 dirrgida a la Liga de las Naciones reafirmo el compromiso chileno de entrar en negociaciones directas con Bolivia, resena El libro del Mar
La visión chueca sobre Arguedas
Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete el día 27 de Agosto de 2017 en la revista Miradas en las páginas 19, 20 y 21
En la actualidad uno puede percibir con un poco más de claridad esta disputa ideológica entre liberales y nacionalistas de mediados del siglo XX, pero ambas corrientes “contrapuestas” o “antagónicas” en el fondo propugnaron lo mismo: la toma del poder.
Freddy Zárate
La historia de las ideas políticas nos permite comprender ciertos periodos históricos donde brotan elementos de cohesión, conciencia e identidad. Por otro lado, la crónica de las ideas nos refleja una instrumentalización de argumentos y discursos ideológicos que llegan a tergiversar la política y la cultura. Ambos elementos señalados nos conducen a la figura del intelectual Alcides Arguedas (1879-1946), que todavía nos proporciona material amplio para el análisis historiográfico de Bolivia.
La leyenda negra del antipatriotismo arguediano
Después de la muerte de Arguedas el crítico literario Carlos Medinaceli (1899-1949) escribió de modo clarividente: "En Bolivia, muy pocos -Bautista Saavedra, Fabián Vaca Chávez-, se atrevieron, desafiando el ambiente, a aplaudirlo, pero más fueron los que lo recibieron como la descarga eléctrica de un rayo (…).
Lanzaron contra el autor y el libro Pueblo enfermo sus más condenatorios apóstrofes. Comenzó entonces a fraguarse la leyenda negra del antipatriotismo de Arguedas, que siempre ha acompañado, como una maldición al autor de Los caudillos bárbaros.
Al poco tiempo, los presagios de Medinaceli se manifestaron -no justamente en una visión crítica- sino en una opinión demoledora mediante el pensador indianista Fausto Reinaga (1906-1994), quien señaló: "Arguedas, esa rústica mediocridad, que quiso ser novelista, historiador y sociólogo; pero que apenas llegó a escribir trivialidades en la perrera, como un lacayo de los intelectuales de 6ta. clase de Europa. Su obra no tiene una gota de verdad perdurable. Toda ella es un odre de fariseísmo, aberración y mentalidad canalla”.
Ambos argumentos (Medinaceli y Reinaga), aunque muy distintos entre sí, nos muestran incomprensión, desprecio y la escasa recepción académica que tuvo Arguedas en Bolivia. Esto parece ser una verdad de Perogrullo, compartida por gran parte de la opinión pública y muchos intelectuales. Pero haciendo una revisión historiográfica desapasionada se puede poner en entredicho a Medinaceli y Reinaga y por qué no, a un gran segmento de la sociedad boliviana que sigue esta apreciación hasta el día de hoy.
El entusiasmo arguediano
El escritor y político Tristán Marof (1898-1979), indica (en el año de 1938) como testimonio personal: "Como todos los de mi generación, a cierta edad desprevenida leíamos al señor Arguedas. Su libro Pueblo enfermo nos produjo un enorme entusiasmo”.
Décadas después, (en el año de 1961) Marof confirma esa recepción académica indicando: "Arguedas por ese tiempo se encontraba en el cenit de su carrera de escritor y no le agradaba que nadie osase criticarle ni en un ápice, tal era su egolatría y la estimación que tenía de sí mismo”.
Marof se pregunta: "¿Cómo atreverse a enfrentar a un literato consagrado a quien se le hacían elogios de los más connotados hombres de letras?”. Marof siendo ambivalente en sus juicios afirma: "De todas maneras su nombre significa un hito (…). Desconocerle sería superfluo.
Arguedas es un escritor de calidad con todos sus defectos y su ignorancia enciclopédica”. Otro testimonio similar es del escritor y político Augusto Céspedes (1904-1997), quien escribió: "Yo mismo suscribí cuando era estudiante un petitorio al presidente Saavedra para que nombrase a Arguedas Cónsul en París, en atención a su monumental obra.
Le defendí junto con Antonio Alborta Reyes cuando Fernando Diez de Medina ensayó sus primeras armas de escritor contra el maestro del pesimismo (…). Pueblo enfermo agradó al público”.
También el diplomático y escritor Gustavo Adolfo Otero (1896-1958), en una carta fechada en marzo de 1924 le expresa a Arguedas: "Debe estar usted satisfecho no por haber escrito la historia de Bolivia, sino la historia de los errores de los bolivianos.
Este es el libro que necesitábamos, un libro que fuera como la fuente de Narciso, donde podamos contemplarnos con todas las ínfulas de nuestra vida criolla”.
En el año de 1934 llama la atención que el propio Carlos Medinaceli, miembro de La Gaceta de Bolivia, saluda con profundo respeto y admiración al gran patriota y escritor que hay en Alcides Arguedas, el hombre que después de René Moreno -dice Medinaceli- ha escrito las mejores páginas libres que el país necesitó y de las que los fariseos abominan.
En la década de los años 40, José Antonio Arze (1904-1955) pronunció un emotivo discurso en un acto de homenaje póstumo a Arguedas en la Universidad de Chile (1946) en la cual expresó: "La presencia de Arguedas, aun después de muerto él, es la presencia de la voz acusadora contra los liberticidas, de la voz de estímulo para perseverar en la lucha indeclinable y valerosa por la creación de una Bolivia verdaderamente democrática y próspera”.
Estos argumentos nos muestran que durante décadas, el nombre de Arguedas fue el más apreciado dentro del país.
Pueblo enfermo
Alcides Arguedas publicó Pueblo enfermo en 1909 en una editorial de Barcelona. Estuvo prologado por el escritor español Ramiro de Maeztu. Fue un golpe sensacional, un éxito en España y en Hispanoamérica. Recibió comentarios de las plumas más prestigiosas de su época (Miguel de Unamuno, José Enrique Rodo).
Pero es necesario precisar que Pueblo enfermo no fue el primer ensayo que seguía y se inspiraba en premisas o puntos de partida forjados al calor del positivismo social sino "era la voz de una época”.
La temática fue reflejada en la ensayística latinoamericana como: El triste provenir de las naciones hispanoamericanas (1899), del mexicano Francisco Bulnes; Continente enfermo (1899), del venezolano César Zumeta; Manual de Patología Política (1899), del argentino Agustín Álvarez; Nuestra América: Ensayo de Psicología Social (1903), del argentino Carlos Octavio Bunge; Enfermedades Sociales (1905), de Manuel Ugarte y La enfermedad de Centro América (1934) del nicaragüense Salvador Mendieta.
Según los testimonios mencionados, cabe preguntarse ¿Por qué Alcides Arguedas pasa de ser un intelectual respetado y apreciado por la juventud y la sociedad de su tiempo a ser considerado el antipatria y el enemigo de Bolivia hasta el día de hoy?
La posible respuesta a esta pregunta la tienen los propios protagonistas de esta agitada época.
Después de la Guerra del Chaco (1932-1935) en Bolivia surgieron con gran fuerza las corrientes nacionalistas-socialistas y casi simultáneamente nacieron los partidos políticos con esa directriz: 1934: Partido Obrero Revolucionario; 1937: Falange Socialista Boliviana; 1940: Partido de la Izquierda Revolucionario; y en 1942: Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Los ideólogos del MNR llamaron "Rosca minero-feudal” al grupo conformado por los grandes empresarios mineros: Simón I. Patiño, Carlos V. Aramayo y Mauricio Hochschild y sus seguidores, expresión acuñada por Montenegro y Céspedes y convertida en una posición estratégica de identificación de los adversarios principales de la nación.
Visión chueca sobre Arguedas
El Chueco Augusto Céspedes arremetió en la literatura y la ensayística con su triada: Metal del diablo: La vida del Rey del estaño (1946); El dictador suicida: 40 años de historia de Bolivia (1956); y El Presidente colgado (1966). Para Céspedes, el enemigo principal es Patiño y arrastra a Arguedas dogmatizando: "El millonario Simón I. Patiño costeó la edición de su Historia de Bolivia, las atrocidades catalogadas por el escritor nutrido de lamentos y gruñidos (…). Patiño la costeó porque Arguedas jamás atribuyó la enfermedad de Bolivia a la desnutrición obligada por la minería”.
Esta idea cespediana caló profundamente en los intelectuales bolivianos que hasta el día de hoy repiten como un dogma, sin poner en cuestionamiento este período político.
Bajo esta línea de interpretación se encuentra el marxista José Antonio Arze quien declaró: "Políticamente, Arguedas ha militado desde su adolescencia en el Partido Liberal de Bolivia. Ha sido siempre un gran admirador del Presidente Ismael Montes. Recibió ayuda económica del multimillonario Patiño para la edición de algunos de sus libros, y eso debe explicar el hecho de que no haya atacado como historiador a la gran minería boliviana”.
De manera similar, el pensador René Zavaleta Mercado (1937-1984) escribió: "Arguedas, que aplicó la teoría del Pueblo enfermo a la Historia de Bolivia que escribió, no sin dedicar a Patiño uno de sus tomos, es el que expresa de modo más característico la posición reaccionaria”.
También el político y escritor Guillermo Bedregal siguiendo la misma lógica cespediana anota: "Lo antinacional y depresivo fue por su puesto el trabajo literario de Alcides Arguedas cuya obra Raza de bronce, que se perfila como indigenista, es la excepción frente a sus tesis sociológicas como Pueblo enfermo y su Historia de Bolivia, financiada por Patiño y dedicada a este saqueador de Bolivia”.
En la actualidad, el literato Luis Urquieta enfatiza: "Arguedas publicó su Historia general de Bolivia con los auspicios de Simón I. Patiño, dentro de la corriente historiográfica y los prejuicios raciales que contiene la obra de G. R. Moreno”, entre otros.
Tanto Céspedes como Urquieta no propugnan una discusión de fondo sobre la Historia de Bolivia de Arguedas que empieza el primer tomo con La fundación de la República 1809-1828.
Por ejemplo: no hay un estudio en torno a porqué Arguedas empieza su Historia de Bolivia desde 1809 y no hace referencia a la historia prehispánica y colonial de Bolivia.
Estos autores sólo resaltan y reproducen la visión del Chueco Céspedes sobre el financiamiento que hizo Simón I. Patiño. Resaltar con tanto énfasis el auspicio de Patiño hace superfluo el análisis de la obra de Arguedas.
La herencia del Chueco Céspedes en la cultura
El proceso pre-revolucionario y post-revolucionario está cargado por el exceso ideológico del MNR que marcó de manera determinante -hasta el día de hoy- la forma de ver la historia y la cultura. Tal es el caso del Viceministro de Descolonización del actual Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) Félix Cárdenas que llegó a afirmar lo siguiente: "No es posible que se siga leyendo como texto base hasta el día de hoy a Arguedas que es un texto totalmente racista (…).
En la nueva malla curricular el texto tendrá que ser Las venas abiertas de América Latina por ejemplo”. El Viceministro Cárdenas como gran parte de la población -según el psicoanálisis- cultiva una fijación negativa de acuerdo a la historiografía e ideológica del MNR y para ser más exacta la visión cespediana sobre Alcides Arguedas.
La historia según los vencedores
En la actualidad uno puede percibir con un poco más de claridad esta disputa ideológica entre liberales y nacionalistas de mediados del siglo XX. Como epílogo se puede afirmar que ambas corrientes que exteriormente parecen "contrapuestas” o "antagónicas” en el fondo propugnaron lo mismo: la toma del poder. Ambas visiones anhelaban la modernización de Bolivia. Ambas lecturas fueron acompañadas por una amplia literatura que justificaba sus fines.
El caso del liberal Arguedas y los movimientistas Céspedes y Montenegro no son los únicos casos en la historia sociopolítica de Bolivia, sino son una constante y continúa posición y superposición de intereses de grupo, sector, clase y etnia que conforman proyectos de poder.
Lo que cambia son los actores y contextos políticos. En la actualidad presenciamos la consolidación del proyecto de poder del MAS tras vencer al modelo neoliberal. En el trayecto surgieron sus mártires (Túpac Katari, Bartolina Sisa, los muertos de octubre de 2003) y por consiguiente sus profetas del Estado Plurinacional (Álvaro García Linera, Raúl Chato Prada, Luis Tapia, Carlos Romero, Félix Patzi) y sus respectivos símbolos (Whipala).
El Estado Plurinacional autóctono en su discurso, pero simultáneamente no pierde de vista la anhelada modernización imitativa que está justificada por una amplia literatura multidisciplinaria (sociológica, antropológica, histórica, jurídica) como mero apéndice del poder. La historiografía movimientista de la década de los cuarenta y el actual proceso de cambio del MAS nos remite a la conocida sentencia: la historia la escriben los vencedores. imagen imagen
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Alcides Arguedas a comienzos del siglo XX |
La historia de las ideas políticas nos permite comprender ciertos periodos históricos donde brotan elementos de cohesión, conciencia e identidad. Por otro lado, la crónica de las ideas nos refleja una instrumentalización de argumentos y discursos ideológicos que llegan a tergiversar la política y la cultura. Ambos elementos señalados nos conducen a la figura del intelectual Alcides Arguedas (1879-1946), que todavía nos proporciona material amplio para el análisis historiográfico de Bolivia.
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Alcides Arguedas, Juan Francisco Bedregal, Armando Chirveches y Abel Alarcon |
La leyenda negra del antipatriotismo arguediano
Después de la muerte de Arguedas el crítico literario Carlos Medinaceli (1899-1949) escribió de modo clarividente: "En Bolivia, muy pocos -Bautista Saavedra, Fabián Vaca Chávez-, se atrevieron, desafiando el ambiente, a aplaudirlo, pero más fueron los que lo recibieron como la descarga eléctrica de un rayo (…).
Lanzaron contra el autor y el libro Pueblo enfermo sus más condenatorios apóstrofes. Comenzó entonces a fraguarse la leyenda negra del antipatriotismo de Arguedas, que siempre ha acompañado, como una maldición al autor de Los caudillos bárbaros.
Al poco tiempo, los presagios de Medinaceli se manifestaron -no justamente en una visión crítica- sino en una opinión demoledora mediante el pensador indianista Fausto Reinaga (1906-1994), quien señaló: "Arguedas, esa rústica mediocridad, que quiso ser novelista, historiador y sociólogo; pero que apenas llegó a escribir trivialidades en la perrera, como un lacayo de los intelectuales de 6ta. clase de Europa. Su obra no tiene una gota de verdad perdurable. Toda ella es un odre de fariseísmo, aberración y mentalidad canalla”.
Ambos argumentos (Medinaceli y Reinaga), aunque muy distintos entre sí, nos muestran incomprensión, desprecio y la escasa recepción académica que tuvo Arguedas en Bolivia. Esto parece ser una verdad de Perogrullo, compartida por gran parte de la opinión pública y muchos intelectuales. Pero haciendo una revisión historiográfica desapasionada se puede poner en entredicho a Medinaceli y Reinaga y por qué no, a un gran segmento de la sociedad boliviana que sigue esta apreciación hasta el día de hoy.
El entusiasmo arguediano
El escritor y político Tristán Marof (1898-1979), indica (en el año de 1938) como testimonio personal: "Como todos los de mi generación, a cierta edad desprevenida leíamos al señor Arguedas. Su libro Pueblo enfermo nos produjo un enorme entusiasmo”.
Décadas después, (en el año de 1961) Marof confirma esa recepción académica indicando: "Arguedas por ese tiempo se encontraba en el cenit de su carrera de escritor y no le agradaba que nadie osase criticarle ni en un ápice, tal era su egolatría y la estimación que tenía de sí mismo”.
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Arguedas, Miguel Unamuro, Francisco Garcia Calderón y Hugo Barbagelata |
Marof se pregunta: "¿Cómo atreverse a enfrentar a un literato consagrado a quien se le hacían elogios de los más connotados hombres de letras?”. Marof siendo ambivalente en sus juicios afirma: "De todas maneras su nombre significa un hito (…). Desconocerle sería superfluo.
Arguedas es un escritor de calidad con todos sus defectos y su ignorancia enciclopédica”. Otro testimonio similar es del escritor y político Augusto Céspedes (1904-1997), quien escribió: "Yo mismo suscribí cuando era estudiante un petitorio al presidente Saavedra para que nombrase a Arguedas Cónsul en París, en atención a su monumental obra.
Le defendí junto con Antonio Alborta Reyes cuando Fernando Diez de Medina ensayó sus primeras armas de escritor contra el maestro del pesimismo (…). Pueblo enfermo agradó al público”.
También el diplomático y escritor Gustavo Adolfo Otero (1896-1958), en una carta fechada en marzo de 1924 le expresa a Arguedas: "Debe estar usted satisfecho no por haber escrito la historia de Bolivia, sino la historia de los errores de los bolivianos.
Este es el libro que necesitábamos, un libro que fuera como la fuente de Narciso, donde podamos contemplarnos con todas las ínfulas de nuestra vida criolla”.
En el año de 1934 llama la atención que el propio Carlos Medinaceli, miembro de La Gaceta de Bolivia, saluda con profundo respeto y admiración al gran patriota y escritor que hay en Alcides Arguedas, el hombre que después de René Moreno -dice Medinaceli- ha escrito las mejores páginas libres que el país necesitó y de las que los fariseos abominan.
En la década de los años 40, José Antonio Arze (1904-1955) pronunció un emotivo discurso en un acto de homenaje póstumo a Arguedas en la Universidad de Chile (1946) en la cual expresó: "La presencia de Arguedas, aun después de muerto él, es la presencia de la voz acusadora contra los liberticidas, de la voz de estímulo para perseverar en la lucha indeclinable y valerosa por la creación de una Bolivia verdaderamente democrática y próspera”.
Estos argumentos nos muestran que durante décadas, el nombre de Arguedas fue el más apreciado dentro del país.
Pueblo enfermo
Alcides Arguedas publicó Pueblo enfermo en 1909 en una editorial de Barcelona. Estuvo prologado por el escritor español Ramiro de Maeztu. Fue un golpe sensacional, un éxito en España y en Hispanoamérica. Recibió comentarios de las plumas más prestigiosas de su época (Miguel de Unamuno, José Enrique Rodo).
Pero es necesario precisar que Pueblo enfermo no fue el primer ensayo que seguía y se inspiraba en premisas o puntos de partida forjados al calor del positivismo social sino "era la voz de una época”.
La temática fue reflejada en la ensayística latinoamericana como: El triste provenir de las naciones hispanoamericanas (1899), del mexicano Francisco Bulnes; Continente enfermo (1899), del venezolano César Zumeta; Manual de Patología Política (1899), del argentino Agustín Álvarez; Nuestra América: Ensayo de Psicología Social (1903), del argentino Carlos Octavio Bunge; Enfermedades Sociales (1905), de Manuel Ugarte y La enfermedad de Centro América (1934) del nicaragüense Salvador Mendieta.
Según los testimonios mencionados, cabe preguntarse ¿Por qué Alcides Arguedas pasa de ser un intelectual respetado y apreciado por la juventud y la sociedad de su tiempo a ser considerado el antipatria y el enemigo de Bolivia hasta el día de hoy?
La posible respuesta a esta pregunta la tienen los propios protagonistas de esta agitada época.
Después de la Guerra del Chaco (1932-1935) en Bolivia surgieron con gran fuerza las corrientes nacionalistas-socialistas y casi simultáneamente nacieron los partidos políticos con esa directriz: 1934: Partido Obrero Revolucionario; 1937: Falange Socialista Boliviana; 1940: Partido de la Izquierda Revolucionario; y en 1942: Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Los ideólogos del MNR llamaron "Rosca minero-feudal” al grupo conformado por los grandes empresarios mineros: Simón I. Patiño, Carlos V. Aramayo y Mauricio Hochschild y sus seguidores, expresión acuñada por Montenegro y Céspedes y convertida en una posición estratégica de identificación de los adversarios principales de la nación.
Visión chueca sobre Arguedas
El Chueco Augusto Céspedes arremetió en la literatura y la ensayística con su triada: Metal del diablo: La vida del Rey del estaño (1946); El dictador suicida: 40 años de historia de Bolivia (1956); y El Presidente colgado (1966). Para Céspedes, el enemigo principal es Patiño y arrastra a Arguedas dogmatizando: "El millonario Simón I. Patiño costeó la edición de su Historia de Bolivia, las atrocidades catalogadas por el escritor nutrido de lamentos y gruñidos (…). Patiño la costeó porque Arguedas jamás atribuyó la enfermedad de Bolivia a la desnutrición obligada por la minería”.
Esta idea cespediana caló profundamente en los intelectuales bolivianos que hasta el día de hoy repiten como un dogma, sin poner en cuestionamiento este período político.
Bajo esta línea de interpretación se encuentra el marxista José Antonio Arze quien declaró: "Políticamente, Arguedas ha militado desde su adolescencia en el Partido Liberal de Bolivia. Ha sido siempre un gran admirador del Presidente Ismael Montes. Recibió ayuda económica del multimillonario Patiño para la edición de algunos de sus libros, y eso debe explicar el hecho de que no haya atacado como historiador a la gran minería boliviana”.
De manera similar, el pensador René Zavaleta Mercado (1937-1984) escribió: "Arguedas, que aplicó la teoría del Pueblo enfermo a la Historia de Bolivia que escribió, no sin dedicar a Patiño uno de sus tomos, es el que expresa de modo más característico la posición reaccionaria”.
También el político y escritor Guillermo Bedregal siguiendo la misma lógica cespediana anota: "Lo antinacional y depresivo fue por su puesto el trabajo literario de Alcides Arguedas cuya obra Raza de bronce, que se perfila como indigenista, es la excepción frente a sus tesis sociológicas como Pueblo enfermo y su Historia de Bolivia, financiada por Patiño y dedicada a este saqueador de Bolivia”.
En la actualidad, el literato Luis Urquieta enfatiza: "Arguedas publicó su Historia general de Bolivia con los auspicios de Simón I. Patiño, dentro de la corriente historiográfica y los prejuicios raciales que contiene la obra de G. R. Moreno”, entre otros.
Tanto Céspedes como Urquieta no propugnan una discusión de fondo sobre la Historia de Bolivia de Arguedas que empieza el primer tomo con La fundación de la República 1809-1828.
Por ejemplo: no hay un estudio en torno a porqué Arguedas empieza su Historia de Bolivia desde 1809 y no hace referencia a la historia prehispánica y colonial de Bolivia.
Estos autores sólo resaltan y reproducen la visión del Chueco Céspedes sobre el financiamiento que hizo Simón I. Patiño. Resaltar con tanto énfasis el auspicio de Patiño hace superfluo el análisis de la obra de Arguedas.
La herencia del Chueco Céspedes en la cultura
El proceso pre-revolucionario y post-revolucionario está cargado por el exceso ideológico del MNR que marcó de manera determinante -hasta el día de hoy- la forma de ver la historia y la cultura. Tal es el caso del Viceministro de Descolonización del actual Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) Félix Cárdenas que llegó a afirmar lo siguiente: "No es posible que se siga leyendo como texto base hasta el día de hoy a Arguedas que es un texto totalmente racista (…).
En la nueva malla curricular el texto tendrá que ser Las venas abiertas de América Latina por ejemplo”. El Viceministro Cárdenas como gran parte de la población -según el psicoanálisis- cultiva una fijación negativa de acuerdo a la historiografía e ideológica del MNR y para ser más exacta la visión cespediana sobre Alcides Arguedas.
La historia según los vencedores
En la actualidad uno puede percibir con un poco más de claridad esta disputa ideológica entre liberales y nacionalistas de mediados del siglo XX. Como epílogo se puede afirmar que ambas corrientes que exteriormente parecen "contrapuestas” o "antagónicas” en el fondo propugnaron lo mismo: la toma del poder. Ambas visiones anhelaban la modernización de Bolivia. Ambas lecturas fueron acompañadas por una amplia literatura que justificaba sus fines.
El caso del liberal Arguedas y los movimientistas Céspedes y Montenegro no son los únicos casos en la historia sociopolítica de Bolivia, sino son una constante y continúa posición y superposición de intereses de grupo, sector, clase y etnia que conforman proyectos de poder.
Lo que cambia son los actores y contextos políticos. En la actualidad presenciamos la consolidación del proyecto de poder del MAS tras vencer al modelo neoliberal. En el trayecto surgieron sus mártires (Túpac Katari, Bartolina Sisa, los muertos de octubre de 2003) y por consiguiente sus profetas del Estado Plurinacional (Álvaro García Linera, Raúl Chato Prada, Luis Tapia, Carlos Romero, Félix Patzi) y sus respectivos símbolos (Whipala).
El Estado Plurinacional autóctono en su discurso, pero simultáneamente no pierde de vista la anhelada modernización imitativa que está justificada por una amplia literatura multidisciplinaria (sociológica, antropológica, histórica, jurídica) como mero apéndice del poder. La historiografía movimientista de la década de los cuarenta y el actual proceso de cambio del MAS nos remite a la conocida sentencia: la historia la escriben los vencedores. imagen imagen
La historia del mar boliviano parte 10
El 24 de Septiembre de 2015, La corte Internacional de justicia ( CIJ ) de la haya rechazó la objeción de Chile y decidio continuar con la demanda marítima de Bolivia
Por 14 votos a dos, la Corte Rechaza la objeción preliminar presentada por la república de Chile, senala parte del fallo que fue leido por l presidente del Tribunal Internacional Ronny Abraham
Por 14 votos a dos, la Corte Rechaza la objeción preliminar presentada por la república de Chile, senala parte del fallo que fue leido por l presidente del Tribunal Internacional Ronny Abraham
Capítulo 7 - Gastronomía de Origen II
Seie de video documentales hechos por Cerveza Huari para NatGeo
Gastronomía de origen, una tendencia que crece cada vez más. Te invitamos a conocer a los protagonistas de la misma en el valle boliviano. @NunaGastronomia y @ElHuertoSucre en #OrígenesHuari, la serie de microdocumentales de National Geographic y #Huari
Fuente : https://www.youtube.com/watch?v=S3BNwiOIKcw
Gastronomía de origen, una tendencia que crece cada vez más. Te invitamos a conocer a los protagonistas de la misma en el valle boliviano. @NunaGastronomia y @ElHuertoSucre en #OrígenesHuari, la serie de microdocumentales de National Geographic y #Huari
Fuente : https://www.youtube.com/watch?v=S3BNwiOIKcw
Parodia chilena humoristica sobre Bolivia
Un video humoristicos chileno sobre Bolivia
Fuente: https://www.youtube.com/watch?time_continue=206&v=hpREbQb1owU
Fuente: https://www.youtube.com/watch?time_continue=206&v=hpREbQb1owU
Chile tarda 120 años en devolver las cosas
Video satira en respuesta a video chileno
Bolivia ya nos ganó en La Haya ¿También nos dejará sin Mundial?
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=WNWaF6PrSmM
Bolivia ya nos ganó en La Haya ¿También nos dejará sin Mundial?
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=WNWaF6PrSmM
Seis días para la historia: los alegatos de Bolivia y Chile ante la Corte de La Haya
Nota de prensa que salio publicada en el periódico página Siete el día domingo 1 de Abril de 2018 en la página 6
Entre el 19 y 28 de marzo, los equipos de ambos países expusieron sus argumentos en la CIJ.
Beatriz Layme / La Paz
En La Haya se escribió un nuevo capítulo que marcará la historia del tema mar. Los equipos jurídicos de Bolivia y Chile, por seis días, expusieron ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sus alegatos en torno a la demanda que interpuso Bolivia contra Santiago.
Entre el 19 y el 28 de marzo se llevó adelante la etapa de presentación de alegatos. Bolivia abrió la fase, Chile la cerró el pasado miércoles.
En las páginas de la historia quedarán inscritas frases emblemáticas que se escucharon en el estrado, las cuales van desde “Chile asume el personaje de carcelero de un pueblo cautivo” (Monique Chemillier, de Bolivia) hasta “Bolivia siempre ha basado su argumento en arenas cada vez más movedizas” (Harold Koh, de Chile).
Lunes, 19 de marzo
El primer día de la ronda de alegatos orales, Bolivia dejó establecido que Chile tiene la obligación de cumplir los múltiples compromisos que realizó, durante más de un siglo, de otorgar una salida al Pacífico con soberanía.
El agente Eduardo Rodríguez Veltzé informó a los 16 jueces de la CIJ que “hasta la fecha Chile no cumplió su promesa de reconectar a Bolivia con el mar”.
Respaldó ese argumento la abogada francesa Monique Chemillier, quien recordó que “el derecho internacional abre puertas que permite corregir la flagrante injusticia que está en el origen de este litigio”.
El español Remiro Brotóns señaló que “Chile no puede liberarse unilateralmente de sus acuerdos y promesas” que hizo antes y después del Tratado de 1904.
Martes, 20 de marzo
En el segundo día, los abogados de Bolivia detallaron los diferentes acuerdos, resoluciones, pronunciamientos y promesas que Chile ofreció a Bolivia para resolver el tema mar.
Los juristas rebatieron la teoría de Chile de que su obligación de negociar se había extinguido.
Amy Sander planteó un contundente argumento, al exponer las 11 resoluciones referidas a la cuestión marítima que aprobó la Asamblea General de las Organización de Estados Americanos (OEA), entre 1979 y 1989. De las 11, en tres Chile estuvo de acuerdo en negociar con Bolivia una salida soberana. “Chile desea descartar las resoluciones de la OEA como resoluciones sin efecto. Bolivia dice que no puede ser así”, reclamó Sander.
Con ese antecedente, Brotóns dijo a la Corte que “cuando hay un candado significa que hay una puerta que podría abrirse”.
Jueves, 22 de marzo
En el tercer día de alegatos, el primero de Chile, el equipo jurídico de Santiago se aferró al Tratado de 1904, pero admitió que hubo conversaciones de “buena fe” con Bolivia para sanar las heridas por el enclaustramiento.
“Chile ha participado gustosamente en intercambios diplomáticos y conversaciones bilaterales con Bolivia”, reconoció el agente chileno Claudio Grossman. Pese a ello, insistió que esas acciones no generan obligación de negociar.
Ese día, los juristas de Chile incluso acusaron a Bolivia de “falsificar” documentos para hacer valer su demanda ante La Haya.
Viernes, 23 de marzo
En el segundo día de Chile, los juristas de Santiago intentaron rebatir los compromisos y lanzar presagios, que fueron considerados como “apocalípticos”. El argumento que expusieron se centró en que la diplomacia internacional se vendría abajo si la CIJ le da la razón a Bolivia porque las conversaciones “buena fe” entre países podrían ser llevadas ante la Corte.
La abogada Mónica Pinto afirmó que las resoluciones de la OEA “no han creado obligación alguna de negociar y que no podrían haberlo hecho de forma vinculante”. El abogado Harol Koh pidió “rechazar la petición de Bolivia”.
Lunes, 26 de marzo
En el quito día, el equipo nacional concluyó con la presentación de los alegatos, dejando claro que “Bolivia en ningún momento renunció una salida soberana al mar”. En ese sentido, Brotóns recordó a la Corte que “ni Dios ni la corona española” le otorgaron el litoral boliviano a Chile”, sino “la fuerza le otorgó acceso violando un tratado vigente”.
El coagente Sacha Llorenti enfatizó que “para Bolivia el retorno al océano Pacífico con soberanía es y será una causa irrenunciable”. Bolivia expuso que tiene “propuestas concretas y creativas” para sentarse a negociar. Rodríguez pidió a la Corte que falle en razón y justicia.
Miércoles, 28 de marzo
Luego de escuchar los argumentos bolivianos, el equipo jurídico de Santiago sostuvo que los alegatos de Bolivia se basan en “arenas cada vez más movedizas” e hizo referencia a un supuesto drama humanitario si la Corte falla a favor a Bolivia. Koh aseguró que si sucede aquello, el veredicto tendría consecuencias “drásticas para miles de familias chilenas, incluyendo las familias indígenas chilenas que han vivido en generaciones en estas tierras soberanas”.
Los juristas de Chile aprovecharon, de forma inédita, en mostrar el tuit del presidente Evo Morales, en el que afirmó que “Antofagasta fue, es y será de Bolivia”.
Punto de vista
Roxana forteza, experta en derecho internacional “La exposición de Bolivia fue concatenada”
Las exposiciones de los juristas del equipo de Bolivia han sido concatenadas. Hubo una lucidez.
Pero la solución que se dará en La Haya es que Chile se siente a negociar con Bolivia y nada más. Entonces es mucho esfuerzo para el básico del derecho internacional que es la negociación.
En la sentencia se tiene que establecer los plazos porque si el pedido boliviano es un diálogo eficiente y a corto plazo entonces la respuesta que da Chile contra el señor Evo Morales no sirve. No es una cuestión de negociar entre amigos.
El tribunal fallará a favor de Bolivia. Ahora bien, la resolución del tribunal no será completamente para un lado, a favor de Bolivia; emitirá un fallo salomónico, entonces ahí vamos a perder lo que es la negociación de manera efectiva.
Ya la tenemos ganada, pero se tendrá que determinar qué es lo que se negociará. Ahí la experiencia de los abogados será lo importante.
Demanda para que Chile negocie de buena fe
Denuncia
El 24 de abril de 2013, Bolivia presentó la demanda contra Chile. El petitorio que pide a la corte de La Haya es que obligue a Chile a negociar de buena fe una salida al mar con soberanía.
Objeción Un año después, en 2014, Chile objetó la competencia de la corte. En septiembre de 2015, La Haya rechazó el recurso de Santiago y se declaró competente para conocer la causa. Entre el 2016 y 2017, Bolivia y Chile efectuaron la presentación de sus argumentos escritos. Fase oral Del 19 al 28 de marzo de este año, los equipos jurídicos de ambos países presentaron los alegatos orales ante los jueces de la corte. Se prevé que La Haya se tomará seis meses para dictar la sentencia final por el litigio marítimo.
Desde 1979 hasta 1879 se emitieron 11 resoluciones de la OEA sobre el tema maritimo. Chile parece que quiere ignorar estas resoluciones, reclama Amy Sander
Chile ha reconocido repitidamente una formula que permitira dar a Bolivia un acceso soberano al mar. No puede retractarse de las propuestas que ha hecho, dijo Alan Vaughan Lowe
La imaginación de los consejeros de Chile no tiene limites y la imaginación en este caso no es buena consejera, afirmo el abogado Mathias Forteau
Entre el 19 y 28 de marzo, los equipos de ambos países expusieron sus argumentos en la CIJ.
Beatriz Layme / La Paz
En La Haya se escribió un nuevo capítulo que marcará la historia del tema mar. Los equipos jurídicos de Bolivia y Chile, por seis días, expusieron ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sus alegatos en torno a la demanda que interpuso Bolivia contra Santiago.
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Foto periodico Página Siete |
En las páginas de la historia quedarán inscritas frases emblemáticas que se escucharon en el estrado, las cuales van desde “Chile asume el personaje de carcelero de un pueblo cautivo” (Monique Chemillier, de Bolivia) hasta “Bolivia siempre ha basado su argumento en arenas cada vez más movedizas” (Harold Koh, de Chile).
Lunes, 19 de marzo
El primer día de la ronda de alegatos orales, Bolivia dejó establecido que Chile tiene la obligación de cumplir los múltiples compromisos que realizó, durante más de un siglo, de otorgar una salida al Pacífico con soberanía.
El agente Eduardo Rodríguez Veltzé informó a los 16 jueces de la CIJ que “hasta la fecha Chile no cumplió su promesa de reconectar a Bolivia con el mar”.
Respaldó ese argumento la abogada francesa Monique Chemillier, quien recordó que “el derecho internacional abre puertas que permite corregir la flagrante injusticia que está en el origen de este litigio”.
El español Remiro Brotóns señaló que “Chile no puede liberarse unilateralmente de sus acuerdos y promesas” que hizo antes y después del Tratado de 1904.
Martes, 20 de marzo
En el segundo día, los abogados de Bolivia detallaron los diferentes acuerdos, resoluciones, pronunciamientos y promesas que Chile ofreció a Bolivia para resolver el tema mar.
Los juristas rebatieron la teoría de Chile de que su obligación de negociar se había extinguido.
Amy Sander planteó un contundente argumento, al exponer las 11 resoluciones referidas a la cuestión marítima que aprobó la Asamblea General de las Organización de Estados Americanos (OEA), entre 1979 y 1989. De las 11, en tres Chile estuvo de acuerdo en negociar con Bolivia una salida soberana. “Chile desea descartar las resoluciones de la OEA como resoluciones sin efecto. Bolivia dice que no puede ser así”, reclamó Sander.
Con ese antecedente, Brotóns dijo a la Corte que “cuando hay un candado significa que hay una puerta que podría abrirse”.
Jueves, 22 de marzo
En el tercer día de alegatos, el primero de Chile, el equipo jurídico de Santiago se aferró al Tratado de 1904, pero admitió que hubo conversaciones de “buena fe” con Bolivia para sanar las heridas por el enclaustramiento.
“Chile ha participado gustosamente en intercambios diplomáticos y conversaciones bilaterales con Bolivia”, reconoció el agente chileno Claudio Grossman. Pese a ello, insistió que esas acciones no generan obligación de negociar.
Ese día, los juristas de Chile incluso acusaron a Bolivia de “falsificar” documentos para hacer valer su demanda ante La Haya.
Viernes, 23 de marzo
En el segundo día de Chile, los juristas de Santiago intentaron rebatir los compromisos y lanzar presagios, que fueron considerados como “apocalípticos”. El argumento que expusieron se centró en que la diplomacia internacional se vendría abajo si la CIJ le da la razón a Bolivia porque las conversaciones “buena fe” entre países podrían ser llevadas ante la Corte.
La abogada Mónica Pinto afirmó que las resoluciones de la OEA “no han creado obligación alguna de negociar y que no podrían haberlo hecho de forma vinculante”. El abogado Harol Koh pidió “rechazar la petición de Bolivia”.
Lunes, 26 de marzo
En el quito día, el equipo nacional concluyó con la presentación de los alegatos, dejando claro que “Bolivia en ningún momento renunció una salida soberana al mar”. En ese sentido, Brotóns recordó a la Corte que “ni Dios ni la corona española” le otorgaron el litoral boliviano a Chile”, sino “la fuerza le otorgó acceso violando un tratado vigente”.
El coagente Sacha Llorenti enfatizó que “para Bolivia el retorno al océano Pacífico con soberanía es y será una causa irrenunciable”. Bolivia expuso que tiene “propuestas concretas y creativas” para sentarse a negociar. Rodríguez pidió a la Corte que falle en razón y justicia.
Miércoles, 28 de marzo
Luego de escuchar los argumentos bolivianos, el equipo jurídico de Santiago sostuvo que los alegatos de Bolivia se basan en “arenas cada vez más movedizas” e hizo referencia a un supuesto drama humanitario si la Corte falla a favor a Bolivia. Koh aseguró que si sucede aquello, el veredicto tendría consecuencias “drásticas para miles de familias chilenas, incluyendo las familias indígenas chilenas que han vivido en generaciones en estas tierras soberanas”.
Los juristas de Chile aprovecharon, de forma inédita, en mostrar el tuit del presidente Evo Morales, en el que afirmó que “Antofagasta fue, es y será de Bolivia”.
Punto de vista
Roxana forteza, experta en derecho internacional “La exposición de Bolivia fue concatenada”
Las exposiciones de los juristas del equipo de Bolivia han sido concatenadas. Hubo una lucidez.
Pero la solución que se dará en La Haya es que Chile se siente a negociar con Bolivia y nada más. Entonces es mucho esfuerzo para el básico del derecho internacional que es la negociación.
En la sentencia se tiene que establecer los plazos porque si el pedido boliviano es un diálogo eficiente y a corto plazo entonces la respuesta que da Chile contra el señor Evo Morales no sirve. No es una cuestión de negociar entre amigos.
El tribunal fallará a favor de Bolivia. Ahora bien, la resolución del tribunal no será completamente para un lado, a favor de Bolivia; emitirá un fallo salomónico, entonces ahí vamos a perder lo que es la negociación de manera efectiva.
Ya la tenemos ganada, pero se tendrá que determinar qué es lo que se negociará. Ahí la experiencia de los abogados será lo importante.
Demanda para que Chile negocie de buena fe
Denuncia
El 24 de abril de 2013, Bolivia presentó la demanda contra Chile. El petitorio que pide a la corte de La Haya es que obligue a Chile a negociar de buena fe una salida al mar con soberanía.
Objeción Un año después, en 2014, Chile objetó la competencia de la corte. En septiembre de 2015, La Haya rechazó el recurso de Santiago y se declaró competente para conocer la causa. Entre el 2016 y 2017, Bolivia y Chile efectuaron la presentación de sus argumentos escritos. Fase oral Del 19 al 28 de marzo de este año, los equipos jurídicos de ambos países presentaron los alegatos orales ante los jueces de la corte. Se prevé que La Haya se tomará seis meses para dictar la sentencia final por el litigio marítimo.
Desde 1979 hasta 1879 se emitieron 11 resoluciones de la OEA sobre el tema maritimo. Chile parece que quiere ignorar estas resoluciones, reclama Amy Sander
Chile ha reconocido repitidamente una formula que permitira dar a Bolivia un acceso soberano al mar. No puede retractarse de las propuestas que ha hecho, dijo Alan Vaughan Lowe
La imaginación de los consejeros de Chile no tiene limites y la imaginación en este caso no es buena consejera, afirmo el abogado Mathias Forteau
La historia del mar boliviano parte 9
El 24 de Abril de 2013 Boliva presento la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de la haya (paises bajos ) para que este tribunal emita un fallo que declare y reconozca la existencia de una obligación asumida por Chile de negociar con Bolivia una salida soberana al mar y su respectivo cumplimiento
Día del mar 1950
El acuerdo de Junio de 1950 fue el resultado de una gestión diplomática iniciada por Bolivia en 1946
Con motivo de la transmisión presidencial en Chile el nuevo mandatario Gabriel González Videla manifesto al canciller boliviano Aniceto Solares y al embajador Alberto Ostria Gutierrez su aceptación para iniciar negociaciones para otorgar a Bolivia un acceso soberano al Pacífico
Con motivo de la transmisión presidencial en Chile el nuevo mandatario Gabriel González Videla manifesto al canciller boliviano Aniceto Solares y al embajador Alberto Ostria Gutierrez su aceptación para iniciar negociaciones para otorgar a Bolivia un acceso soberano al Pacífico
Luis Rico canción Bolivia dijo No
El cantaautor boliviano Luis Rico lanzó ayer la canción Bolivia dijo No. En la inauguración de la cabina de Radio Cabildeo Digital de Amalia Pando. El espacio se estrenó ayer en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB).
“Bolivia dijo No al despilfarro,
Bolivia dijo No con fundamento,
Bolivia dijo No a lo arbitrario,
Bolivia dijo No por tantos muertos”,
reza el estribillo de la canción escrita por el conocido artista, que anteriormente escribio y canto el tema CORAJE para la defensa del tipnis.
Letra
Desde lo mas profundo de la selva
desde los cuatro puntos cardinales
desde la noche oscura en la frontera
desde la plena luz de las ciudades
Vendrá la voz de hombres y mujeres
vendrán por los caminos empedrados
vendrán desde las minas con enseres
vendremos expresando nuestro enfado
Aqui estaremos frente a la insolencia
Aqui frente al abuso y al descaro
Aqui frente al que ejerce prepotencia
aqui frente al corrupto y arbitrario
Diremos la palabra justa y clara
diremos nuestra voz a cielo abierto
diremos lo que algunos no les cuadra
diremos lo que piensa el pueblo entero
Bolivia dijo No al despilfarro,
Bolivia dijo No con fundamento,
Bolivia dijo No a lo arbitrario,
Bolivia dijo No por tantos muertos
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=nHPxVHP0D9w
“Bolivia dijo No al despilfarro,
Bolivia dijo No con fundamento,
Bolivia dijo No a lo arbitrario,
Bolivia dijo No por tantos muertos”,
reza el estribillo de la canción escrita por el conocido artista, que anteriormente escribio y canto el tema CORAJE para la defensa del tipnis.
Letra
Desde lo mas profundo de la selva
desde los cuatro puntos cardinales
desde la noche oscura en la frontera
desde la plena luz de las ciudades
Vendrá la voz de hombres y mujeres
vendrán por los caminos empedrados
vendrán desde las minas con enseres
vendremos expresando nuestro enfado
Aqui estaremos frente a la insolencia
Aqui frente al abuso y al descaro
Aqui frente al que ejerce prepotencia
aqui frente al corrupto y arbitrario
Diremos la palabra justa y clara
diremos nuestra voz a cielo abierto
diremos lo que algunos no les cuadra
diremos lo que piensa el pueblo entero
Bolivia dijo No al despilfarro,
Bolivia dijo No con fundamento,
Bolivia dijo No a lo arbitrario,
Bolivia dijo No por tantos muertos
Cronologia de los hechos de la Guerra del Pacifico
Estos son los hechos de la Guerra del pacífico hasta el presente
- 1825 El 6 de Agosto Bolivia se independiza con acceso soberano al Oceano pacífico
- 1866 El 10 de Agosto Bolivia y Chile delimitan frontera en el paralelo 24
- 1874 El 6 de Agosto Chile ratifica limite con Bolivia en el paralelo 24
- 1879 El 14 de Febrero tropas chilenas invaden territorio boliviano de Antofagasta
- 1884 El 4 de Abril se firma el pacto de tregua bajo ocupación militar
- 1904 El 20 de octubre se firma bajo presion chilena el Tratado de Paz y Amistad
- 1950 el 1 y el 20 de Junio Bolivia y Chile se obligan a iniciar una negociación para una salida soberana al mar
- 1975 El 8 de febrero se firma la declaración de Charana donde se reaforma el compromiso chileno de otorgar a Bolivia una salida al mar
- 1979 La OEA declara de interes hemisférico encontrar para Bolivia un acceso soberano y útil hacia el mar. Eso fue la resolución 426
- 1983 La OEA aprueba la resolución 686 con voto chileno y exhorta a ese pais a negociar una salida soberana al mar
- 1987 Chile niega sus compromisos y rechaza conceder un acceso soberano al mar
- 2006 Bolivia y Chile acuerdan la agenda de 13 puntos, el sexto punto se contempla el tema marítimo
- 2010 Chile interrumpe el dialogo bilateral negando la existencia de asuntos pendientes con Bolivia
- 2011 El Presidente Evo Morales anuncio acudira Tribunal Internacional
- 2013 Boliva presento la demanda a la Corte Internacional de Justicia
- 2015 Del lunes 4 al 8 de Mayo se desarrollo la fase de alegatos orales entre Bolivia y Chile en la Haya
- 2015 El 24 de septiembre la Corte Internacional de Justicia rechazó la objeción presentada por Chile y se declaró competente para atender la demanda marítima de Bolivia
- 2018 Del lunes 19 al 28 de Marzo se desarrolla la segunda fase de alegatos orales entre Bolivia y Chile en la Haya
La historia del mar boliviano parte 8
En 2011, el presidente Evo Morales al constatar la negativa chilena a encontrar una solución al tema anuncio acudir a los Tribunales Internacionales. Para elllo creo la Dirección Estratégica de Reivindicación Maritima DIREMAR con el objetivo de preparar y sustentar una demanda internacional contra Chile
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